La Gerencia de Atención Integrada de Almansa ha presentado hoy una serie de talleres llamados «La erótica de la mujer en el proceso oncológico». Unos talleres que, tal y como expresó Raquel Núñez, ayudan a las personas enfermas de cáncer a aceptar su forma de ser, su cuerpo y su sexualidad. Uno de los puntos de la presentación de este programa dice así: «¿Quién se ocupa de mi imagen en el espejo? Cuando me miro, puedo sentir desagrado, sin embargo, la responsabilidad del cuidado es mía, según mi propio estilo personal […] Acepto y erotizo mis cicatrices, forman parte de mi ser».
Raquel Núñez, un testimonio que mereces conocer
La enfermera del Hospital de Almansa leyó un discurso para presentar los talleres que finalizó con una sonora y larga ovación en forma de aplausos. A continuación, lo transcribimos para hacer llegar al mayor número de personas las preciosas palabras que Raquel Núñez expuso ante los asistentes.
«Mi nombre es Raquel Núñez, soy enfermera en el Hospital de Almansa y muy a mi pesar enferma de cáncer de mama. Este proyecto consiste en la erotización de la vida. No tan solo como algo sexual, parte fundamental del ser humano, sino como algo mucho más general y global. Esta iniciativa consiste en ayudar a la gente a descubrir la parte más importante de sus vidas y disfrutarla intensamente, cuáles son sus deseos a todos los niveles, qué es aquello que esperan de la vida, qué les da motivación a cuidarse, a quererse y a sentirse orgullosa de sus cicatrices, fruto de una gran lucha. En definitiva, a ver la parte bonita de la vida».
«El cáncer es un gran tsunami que destruye todo a su paso. Y cuando estás dentro de la ola solo puedes apretar los dientes y fijar tus pies fuertemente al suelo para resistir de pie, para que no consiga doblegarte ante su inmensa magnitud, cosa que no todo el mundo consigue. A veces, necesitas manos que te sostengan y que en ocasiones no encuentras. Pero ¿qué pasa cuando el tsunami acaba, sea para bien o para mal? Entonces abres los ojos y miras la desolación que ha dejado a su paso y no te queda otra que remangarte para reconstruir tu vida pasito a pasito».
«El cáncer, para mí, es la enfermedad del adiós. Porque el pasado ya no existe y el futuro es incierto. Solo nos queda un presente complicado que hay que reconstruir. Hay heridas que se cierran solas y otras que es imposible reconstruir sin ayuda. Pero no cualquier ayuda, sino una ayuda experimentada y que te guíe con paso certero y eficaz. Por eso es tan importante esta iniciativa, porque nos ofrece esbozos de los que nos va a pasar y cómo podemos empezar a reconstruir esta área tan significativa de nuestra vida. Nos da claves y nos orienta en un tema tabú para la sociedad que se esconde bajo el concepto de “Cáncer”».
«La gente te pregunta por tus síntomas físicos, pero de los emocionales y sentimentales no quieren saber nada. Huyen, como respuesta fisiológica ante una gran amenaza. Entonces te quedas sola, con tus temores, tus miedos y tus dudas. Está bien saber que hay opciones y otras manos con las que sostenerte. Por eso aprovecho esta plataforma para reivindicar la necesidad de tratarnos como pacientes integrales, de hacer unidades integrales de pacientes oncológicos. No somos un pecho, ni un hígado, ni un colon. Somos personas que se enfrentan a una enfermedad que afecta a todas las áreas de la vida y que debería incluir a todos los profesionales de todas las áreas para la recuperación y tratamiento».
«Igual que existen los comités de tumores para valorar cuál es el abordaje de la enfermedad, también debería existir comités para que, una vez que pase el tsunami, reconstruir de la mejor forma posible todas las áreas de la vida del paciente. Se debe valorar la individualidad de cada uno. Habría que incluir en estos comités de reconstrucción a psicólogos, terapeutas ocupacionales, fisioterapeutas, trabajadores sociales, nutricionistas y un elemento coordinador de referencia que vaya encauzando las distintas necesidades de los pacientes. Así, junto a los facultativos, poder trabajar para la recuperación integral del paciente. Y si esta no fuera posible, facilitar lo máximo posible su camino hasta el final».
«Hagamos bonita la vida, que el camino merezca la pena a pesar del destino. Hay que tener en cuenta que hay una parte de la persona que enferma y que hay que tratar de curar a toda costa, pero sin olvidarnos del resto de la persona sana. La vida continua y sus necesidades también».
«Gracias a Pilar Soria por dejarme aportar mi granito de arena a esta iniciativa tan necesaria, espero que sea la primera de muchas otras. Gracias a todas las profesionales que hacen grande a este Hospital. No sé si los pacientes de Almansa son conscientes de la gran suerte que tienen al poder disfrutar de una asistencia de calidad, individual, cercana y de lujo que ofrece este centro.
«Para terminar, os dejo una frase que he hecho mía de Pau Donés: «No me preocupa la muerte, ya me ocuparé de ella cuando llegue, ahora solo me interesa la vida, hagámosla bonita».
2 respuestas
Eres muy grande, como mujer y como ser humano….
” Hagamos bonita la vida….”
Buenas tardes me gustaría informarme sobre los talleres “ erotica de la mujer en el proceso oncologico”. Como profesional (enfermera) y cómo mujer me parecen muy interesantes, gracias