Planearon asesinarlo de varias maneras y casi lo consiguen. La meta de María del Mar y sus cómplices siempre fue acabar con la vida de su marido, Juan Martínez, según dictó la Justicia. ¿El objetivo? Poder vivir su romance extramatrimonial con libertad y, de paso, cobrar los 300.000 euros del seguro de vida del que era beneficiaria la hija menor del matrimonio. Para conseguirlo, María del Mar recurrió a la ayuda de otra de sus hijas, fruto de un anterior matrimonio, el novio de esta y un sicario.
Primero urdieron un plan para matarlo vertiendo somníferos en su café, antes de que emprendiera un largo viaje por carretera. Después, según los investigadores del caso, planearon manipularle los frenos del coche para que se estrellara. Por tercera vez, el 25 de julio de 2017, casi consiguen arrebatarle la vida. Pero esto no es todo: al no lograrlo, acusaron a Juan de intento de asesinato por atropellar al sicario que trataba de asesinarlo.
Tres años después, la Audiencia Provincial de Albacete demuestra que se urdió un plan para matar a Juan, según los hechos probados de la sentencia del 28 de mayo de 2020, a la que ha accedido La Tinta de Almansa. María del Mar fue el cerebro de la operación y su mano derecha, su hija Inmaculada. Entre las dos pidieron ayuda al novio de esta para encontrar a un sicario y preparar el asesinato. El sicario acudió a la casa de la víctima cuando se encontraba con la única compañía de Inmaculada, pues su compañero de piso había acudido al funeral de su padre, en Barcelona.
Así, convencieron a Juan para que aquella noche cenara con hijastra en su casa de Almansa. Marlon Steven, el sicario, se presentó sobre la una de la madrugada, con la excusa de que se había perdido y no tenía batería en el móvil. Necesitaba, según dijo, hacer una llamada. Inmaculada convenció a Juan para que le dejara entrar en el domicilio, asegurando que era un amigo suyo del «insti».
Ya dentro de la casa y en un descuido de Juan, que estaba mirando el móvil, Steven le atacó por la espalda y le clavó un cuchillo de cocina en la parte derecha del cuello. Tras esta primera acometida, el sicario salió de la vivienda acompañado de Inmaculada, con la intención de dejar encerrado a Juan. Si bien, al escuchar que éste estaba intentando llamar a la Guardia Civil por teléfono, Inmaculada rogó a Steven: «¡Mátalo, mátalo!». Entonces, el sicario abrió nuevamente la puerta y le apuñaló repetidamente en otras zonas del cuerpo.
«Abre, cabrón, que voy a matarte»
Juan, de complexión fuerte, consiguió empujar a Steven, salir de la casa y coger su coche para huir. Se trataba de un BMW modelo 640, que se encontraba estacionado dentro de la parcela. Se montó en el mismo y, arrancando bruscamente, se dirigió hacia la puerta de salida. Steven se abalanzó sobre la puerta del vehículo y, mientras trataba de abrirla, gritó, golpeando la chapa: «Abre, cabrón, que voy a matarte».
Juan condujo hasta la salida, pero fue inútil atravesarla. La puerta estaba cerrada y aparcado frente a esta se hallaba el Seat Ibiza en el que Steven había llegado al lugar. Ante esta situación, la víctima se vio acorralado y queriendo salvar la vida, dirigió el vehículo hacia el sicario, que le había seguido hasta allí, golpeándolo en las piernas con la parte frontal del vehículo.
Tras el golpe, Juan salió del coche y se dirigió a pie hasta llegar a la valla que separa su parcela de la de sus vecinos. Por el camino, Inmaculada trató de herirle en la cabeza con una piedra, según declaró ante los magistrados. Finalmente, Juan fue auxiliado por sus vecinos, un matrimonio que llamó a la policía y a los servicios de urgencias. Las lesiones tardaron en curar ciento ochenta y cinco días. Asimismo, la asistencia sanitaria que le prestó el SESCAM ascendió a la cantidad de 20.919,45 euros.
Pero el calvario de Juan aún no había terminado. El sicario, ya condenado, denunció a Juan por intento de homicidio en el atropello. Inmaculada contó que su padrastro intentó abusar de ella y que Steven intervino para salvarla. En «el forcejeo», según su versión, le clavó el cuchillo a Juan. Este pasó seis meses en el hospital, debatiéndose entre la vida y la muerte, mientras sus hermanos luchaban por defenderle y por la custodia de una niña fruto de su relación con su mujer María del Mar.
Resolución del intento de asesinato en Almansa
El 5 de mayo de 2020 la Audiencia de Albacete le dio la razón por fin. Las pruebas aportadas por la Guardia Civil desmontan la versión de los conspiradores y el tribunal retiró todos los cargos contra Juan. La Audiencia de Albacete condenó a su ex mujer María del Mar a 13 años de cárcel por tentativa de homicidio, a Antonio David Martínez (el novio de su hijastra Inmaculada) a 9 años de cárcel por contratar al sicario y a Marlon Steven a 11 años de cárcel como autor material de las puñaladas. Inmaculada espera su juicio acusada de intento de asesinato, ya que cuando ocurrieron los hechos no había cumplido los 18 años de edad.
La familia de Juan llevaba esperando esta decisión casi tres años. Por el camino, perdieron su batalla por hacerse cargo de la hija pequeña de Juan y María del Mar, al descubrirse en este tiempo que la niña es en realidad fruto de la relación de su madre con una tercera persona.
