Hoy nos abre las puertas de su casa, Luis Gil López. Nos encontramos con un persona amable, llana, sencilla y llena de sabiduría. Entrar en su vida es sumergirnos en uno de los mayores archivos de la historia pasada y actual, en la que nos cuenta sus vivencias, contemplaciones y experiencias a través de plasmaciones poéticas, novelas, escritos y relatos.
Luis Gil López, una caja de sorpresas
Como el más fiel retrato de la época de la posguerra, nació en el seno de una familia de lo más humilde, haya por 1943 en Almansa, en la Puerta de la Villa. Completan la familia su padre Pedro, obrero de Girón, antiguo Sancho Abarca; su madre, Isabel; su hermano pequeño, Pedro; y él.
Corrían tiempos muy difíciles en su infancia. Sólo se trabajaban tres días a la semana, y había que hacer malabares para sacar adelante a toda una familia y tener algo que comer. Todavía recuerda el trozo de pan con aceite, miel «o lo que se pudiera conseguir». Su padre hacía las labores de zapatero remendón y matachín, y por medio del estraperlo conseguía los alimentos de los que no se disponía, a cambio de lo que fuera para poder subsistir.
En 1955 perdió a su madre, enferma del corazón, a consecuencia de la riada. A los pocos días del desastre, la mujer falleció por la impresión que le causó aquel trágico episodio.
Con 11 años, empezó a trabajar en una industria papelera hasta los 14, cuando entró en el mundo del calzado. En esa profesión pasó por varias empresas hasta su jubilación, hace ya unos 15 años.
A los 30 años, se casó con Dolores, natural de Alcalá del Júcar. Fruto de este matrimonio nacieron sus 3 hijos, y en la actualidad tiene 4 nietos.
Recuperar el tiempo del que se le privó
Su gran pasión ha sido aprender todo lo que no pudo hacer en la escuela, donde estuvo muy poco tiempo. Empezó a escribir todo lo que le venía a la cabeza, de lo que veía y de sus propias vivencias. Todo quedó escrito en apuntes o borradores, o plasmado en las muchísimas fotografías de recuerdo de todo lo vivido, ya sea en Almansa o en la Manchuela, tierra de su mujer.
Fincas, labores, parajes, caminos, las calles del pueblo o los que visitaba, sus gentes y hechos, describiendo trabajos de campo, matanzas, costumbres, fiestas, curiosidades y un largo etcétera. Estos son muchos de los ejemplos que se pueden encontrar en su extensa obra. Cuenta con diferentes premios y menciones de su participación en concursos y certámenes de prosa y verso en Albacete. Concretamente, en Almansa, se centró en sus calles, su gente, sus vecinos, edificios emblemáticos, curiosidades y hechos históricos.
También tiene una extensa recopilación de hechos históricos, documentos, fotografías y mil datos de otros autores ,los cuales al verlos nos refrescan la memoria.
En 1998 editó su primer libro: una serie de pequeños relatos, destacando la Puerta de la Villa, su gente, vecinos y apodos. Entre los vecinos me encuentro con mis bisabuelos maternos, una grata sorpresa.
En la actualidad, con más de 20 libros y los que sigue escribiendo, sigue enriqueciendo su legado. Tiene copias de los mismos en el Archivo Municipal, y últimamente publica en un blog, donde puede visualizarse toda su obra. Clic aquí para visitar el blog y disfrutar de su contenido cultural: Escritor y poeta almanseño Luis Gil López.
Un auténtico placer hablar con él y escucharle.
Fdo: Pedro Fito.
2 respuestas
Me parece una semblanza muy acertada, yo solo añadiría que sobre todo es una gran persona dotado de una sensibilidad de niño.
Un comentario muy ajustado a una gran persona.