Monumentos de la Batalla de Almansa
Cuando se habla de los monumentos conmemorativos de la batalla de Almansa, lo primero que nos viene a la memoria es el primer obelisco que se erigió por orden de Felipe V el 15 de noviembre de 1707. Este monolito o la «columna», como lo llamaban los vecinos de la villa, se ubicó en enero de 1708 en la zona llamada ‘Carrericas Blancas’, dentro de lo que fue parte del campo de batalla, lo que actualmente se conoce como el Camino de la Columna o Camino Real de Valencia.
Este monumento fue diseñado por Filippo Ballotta, el mismo autor del cuadro de la Batalla de Almansa; lo llamó «la columna de la feliz batalla». Este monumento fue destruido durante la revolución anti borbónica en 1868 con la primera república.
Existe una réplica a escala fabricada en plata, que la Diputación de Albacete regaló al Príncipe Alfonso y a la Reina Isabel II en 1862, a su paso por Almansa camino de Madrid.
Esta réplica se encuentra en el Palacio Real de Madrid. En la actualidad está esperando pasar a formar parte del Museo de las Colecciones Reales en Madrid que se inaugura este año. En 2019, coincidiendo con la Recreación de la Batalla, se consiguió traerla a Almansa; estuvo expuesta en el salón de actos del Museo de la Batalla.
Un arco triunfal
El 30 de enero de 1876 se construyó un arco triunfal con el obelisco en la estación, estaba hecho de madera y tela y adornado con ramas de sabina. Se preparó en honor del Rey Alfonso XII a su paso por Almansa viniendo de Valencia a Madrid.
En 1901, Enrique Galiano Ochoa donó al Ayuntamiento de Almansa el escudo de piedra que formaba parte del monolito. Se encuentra en el centro de la fachada principal del Ayuntamiento viejo.
El segundo monolito
Un segundo monumento, fue construido por el Duque de Alba, se inauguró el 5 de mayo de 1926, fue colocado en el jardín de la Glorieta o Reyes Católicos. Se realizó sobre la idea del pintor local Adolfo Sanchez totalmente distinto al original.
Este monumento también fue destruido en la Segunda República y comienzo de la Guerra Civil en 1936. Sus restos se trocearon y fueron labrados en forma rectangular para ser colocados como bancos de descanso en el camino del cementerio y en la entrada de la Ermita de San Antón, lugar en el que todavía permanecen.
La última versión de este monolito hizo su aparición en escena durante la Recreación de la Batalla de Almansa de 2019; una Réplica del original de 4,5 metros de altura que presidió durante días la entrada del Batallódromo.
La Paz Aupada de Jose Luis Sánchez
El gran icono actual de la Batalla de Almansa es la escultura de La Paz Aupada, obra de nuestro paisano José Luis Sanchez. Fabricado en acero, representa dos brazos unidos cuyas manos cobijan a una paloma. Símbolo de la paz y el hermanamiento de los pueblos y ejércitos implicados en la Batalla de Almansa. Se inauguró el 25 de abril de 1999, es el punto de encuentro de actos oficiales y ofrendas florales.