El 25 de abril de 1707, las tropas de Felipe V derrotaron a las del archiduque Carlos de Austria en la batalla de Almansa, lo que supuso un punto de inflexión en la Guerra de Sucesión española. Este fin de semana, Almansa volverá al inicio del siglo XVIII para conmemorar el 315 aniversario de la batalla con su tradicional recreación histórica. Pero además de la réplica del combate a tamaño real, la ciudad estrena otra de menor volumen (aunque de igual grandeza).
Y es que, también este fin de semana se inaugurará la remodelación del Museo de la Batalla de Almansa y la maqueta de la ciudad de Almansa. A este se le ha incluido un campo de batalla y las figuras de plomo donadas por Vicente Martí, el «artesano de soldaditos».
A esta colección se le suma también a la que el Museo de L’Iber cedió al Museo de la Batalla de Almansa, en el año 2015. La pinacoteca valenciana goza de la mayor colección de soldaditos de plomo del mundo. Entre sus fondos destaca una impresionante maqueta de 3 por 5 metros y casi 10.000 figuritas, que reproduce la fase principal de la Batalla de Almansa. En las vitrinas del museo almanseño pueden contemplarse dos series de figuras que formaron parte de aquella vasta maqueta.
Así mismo, se inaugura la exposición «Almansa sito Histórico: Algo más que paisajes». En ella se traza un recorrido por los siete hitos que conmemoran los escenarios en los que se desarrolló la batalla, reflejados por el ingeniero Filippo Pallotta y el pintor Buonaventura Ligli, en un cuadro crónica.