Los aficionados a la música y al flamenco fueron muy afortunados este pasado 30 de agosto en Almansa. El espectáculo «Directamente Flamenco» de Cristóbal Muñoz se coronó en las tablas del Teatro Regio. Con tan solo tres palabras se puede definir su valor: duende, embrujo y poderío.
Con la conexión especial que generaba la almanseña Fefa Gómez con el público a través de su papel principal, el show comenzó con una energía rebosante que penetraba muy profundo en el espectador. Los jaleos, aplausos y vítores se repetían una y otra vez al ritmo del sentido y poderoso baile que entraña el flamenco en cada uno de sus palos. Por muy poco se colgó el cartel de «no hay entradas», pero los gritos y aplausos de un patio de butacas lleno hasta la bandera hacían pensar en cada final de canción que la noche era única y que el respetable estaba totalmente conectado con los artistas.
Un flamenco absoluto el que se pudo disfrutar con Muñoz y su equipo de bailarinas y músicos. Desde tangos, bulerías o alegrías pasando por tientos, seguiriyas o fandangos, todos las vertientes de nuestro patrimonio inmaterial de la humanidad son cuidadas al mínimo detalle, generando una simbiosis perfectamente compenetrada entre guitarrista, cantaor, percusionista y bailaores que se traslada también con éxito al espectador.
Mención aparte para el guitarrista que acompañó a «Directamente flamenco» en esta noche en el Regio, José Manuel «El Pelirrojo», quien condujo el espectáculo demostrando unas cualidades excelsas en el manejo de las seis cuerdas, percutiendo como un martillo a la hora de llevar el compás para seguidamente acariciar arpegios con el cariño del que mece un cuna.
Sin duda alguna, «Directamente flamenco» es un espectáculo cuya calidad se eleva a la que se exige en los más exquisitos tablaos que los entendidos flamencólogos suelen frecuentar. Un haz de luz en mitad de las oscuridad artística que genera la cultura fast food imperante en nuestros días. Diez de diez para Cristóbal Muñoz y todo su equipo.
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