La oruga procesionaria del pino puede suponer un peligro para niños, perros y otras mascotas después de los días de viento que han tenido lugar en Almansa. Así lo ha advertido la clínica veterinaria Vetercan, que alerta de que las fuertes rachas de aire arrastran a este insecto desde las ramas de los árboles hasta el suelo, donde en caso de entrar en contacto con la piel de los niños ocasiona urticaria. Si los perros las ingieren, pueden provocar severos problemas respiratorios, por lo que se recomienda no pasear cerca de pinadas durante estos días y contactar rápido con veterinarios en caso de problemas.
Problemas con la procesionaria del pino en Almansa por el viento
Este insecto resulta peligroso para los humanos y puede ser letal para los perros, pues los pelos de la procesionaria son urticantes, lo cual le sirve para evitar a sus depredadores naturales. La reacción alérgica en los humanos es molesta, dolorosa y puede conllevar ciertas complicaciones no muy graves, aunque en alérgicos puede llegar a provocar shock anafiláctico, con edema, dificultad para respirar, náuseas y vómitos. Sin embargo, las mascotas (sobre todo los perros) son los verdaderamente amenazados con presencia de estas orugas. Si se llevan a la boca al gusano, se producirá una reacción alérgica o tóxica grave que les puede causar la muerte a partir de la contracción de su sistema respiratorio.
Los síntomas que debemos detectar en nuestra mascota para acudir de manera inmediata al veterinario: «Hipersalivación, inflamación de la zona de contacto y de la lengua, además de cambio de color a rojo, amoratado o negra o vómitos, y comportamiento inquieto o nervioso». El peligro para los perros es enorme ya que pueden contactar con las mucosas, hocico, lengua o incluso pueden llegar a ingerirlas. En cuestión de minutos, la inflamación puede obstruir las vías respiratorias causando la muerte por asfixia del animal.
La procesionaria anida en los pinos cuando hace frío, pero cuando llegan la subida de temperaturas bajan al suelo para comenzar a enterrarse y empezar su fase de pupa o crisálida, en la que sufre la metamorfosis de larva (orugas) a mariposa (polilla). Todavía es pronto para que la oruga decida bajar de los árboles al suelo, no obstante el fuerte viento de esta semana puede haber hecho volar las bolsas donde se resguarda. Esto se suma a las temperaturas más altas de lo normal que han acompañado al invierno, lo que provoca mayor presencia de procesionarias en la tierra.
¿Qué debo hacer si encuentro procesionarias?
Lo primero y muy importante: no las pises. Al aplastar a las procesionarias sus pelos urticantes pueden esparcirse por el aire aumentando así el peligro de contacto con vías respiratorias. Aunque la mejor opción para eliminar un gran grupo es quemarlo, tampoco se debe hacer, ya que el fuego y las altas temperaturas no son buenos aliados. Más aún si sumamos a la ecuación la presencia de pinos carrascos, uno de los árboles que prenden con mayor facilidad. Si encuentras procesionarias en una parcela privada, no las manipules y telefonea a control de plagas.
Si encuentras procesionaria en el campo, déjala estar, no la toques bajo ningún concepto y aleja de la zona a niños y animales. Educa a los más pequeños en el peligro de este pequeño animal. Si la encuentras por núcleo urbano, haz lo que hicieron estos vecinos de Almansa: lo primero, llama a la Policía, Guardia Civil o Protección Civil; lo segundo: avisa a tus conocidos y vecinos para que no se acerquen.
Profesionales veterinarios recomiendan entrar en contacto con expertos lo antes posible después de que se produzca el encuentro entre un perro y la oruga. Las primeras hora son cruciales, resaltan, para evitar que se desarrollen problemas más graves.