Hoy es el Día Internacional del Hombre. Hablamos de una fecha promovida desde el 1998 por el Centro de Estudios Masculinos de la Universidad de Missouri-Kansas a través del trabajo del profesor Thomas Oaster. A pesar de cumplir hoy su 25 aniversario como propuesta de Día Internacional, sigue sin tener tanta visibilidad e importancia como el 8 de marzo o el 25 de noviembre, fechas destacadas para el colectivo de las mujeres, que ha vivido siempre y en todo el mundo en condiciones de clara desigualdad y violencia. El Día Internacional del Hombre cuenta con el apoyo y respaldo de instituciones mundiales tales como la Organización Mundial de la Salud y la UNESCO.
El objetivo de este día
El principal objetivo es generar verdaderos y válidos referentes para los hombres. Y es que, la sociedad hetero-patriarcal también ejerce una presión invisible hacia los hombres para reflejarse en referentes idílicos y de difícil desarrollo real como futbolistas de alto nivel, millonarios que dominan el mundo, casposos Casanovas o profesionales de trabajos notable y erróneamente masculinizados.
Y es que el hombre bueno real, el de a pie de calle, suele ser radicalmente distinto: una persona trabajadora, humilde y que vive, sea solo o con familia (de cualquier tipo), una vida honrada y digna.
El buen hombre real
De la misma manera, este Día Mundial del Hombre busca subrayar y visibilizar las contribuciones del hombre a la sociedad. Pero no aquellas aportaciones utópicas, sino las verdaderamente tangibles en nuestro día a día como pueden ser el cuidado de la familia, de los hijos o su respeto por el entorno que le rodea, sea natural o humano.
El machismo perjudica a la salud de los hombres
Por supuesto, en este mes de noviembre y de la mano de esta fecha, se quiere concienciar a los hombres sobre el cuidado de su salud además de visibilizar enfermedades que afectan únicamente a hombres cis como el cáncer de testículo. Y es que las actitudes masculinas tóxicas también perjudican al bienestar de la salud del hombre. Por ejemplo: el más macho fuma más que nadie y bebe más que nadie, el más macho corre con el coche más que nadie, el más macho puede salir sin abrigo cuando hace frío, el más macho no debe comer ensalada, el más macho no hace ejercicio, se dopa para crecer en masa muscular de manera antinatural…
El machismo también discrimina a los hombres
El cuarto objetivo de este Día Internacional del Hombre pasa por recordar a la sociedad que hay varones que también sufren discriminación en sus actitudes y expectativas sociales a causa del machismo imperante en la sociedad. Es decir, un hombre bueno no tiene porque casarse, y menos con exclusivamente mujeres. Tampoco tiene porque tener éxito en sus negocios siempre. No por elegir una vida de servicio es menos hombre. Es más, en muchas ocasiones es todo lo contrario.
El hombre real cree en la igualdad
El hombre humilde, bueno y honrado siempre querrá que el género femenino viva en igualdad de derechos y condiciones al masculino y hace todo lo posible para reflejarlo en su vida cotidiana. Por eso, este Día Internacional del Hombre, al igual que el de la Mujer el 8 de marzo, busca dignificar a la clase trabajadora y concienciar en la igualdad de género.
Un mundo más seguro para los hombres
El sexto y último objetivo de este día es remarcar la idea final de un mundo más seguro para los hombres. Un mundo en el que tu condición de género no implique portar obligatoriamente un fusil a la mayoría de edad, un mundo donde las conductas supuestamente masculinas impliquen la autodestrucción de sus cuerpos, un mundo donde todos los hombres, en igualdad de condiciones y con los derechos humanos como bandera, puedan alcanzar su potencial pleno.
Suicidio masculino cero
En este 2023, el lema del Día Internacional del Hombre es: «Suicidio masculino cero». Los hombres se suicidan tres veces más que las mujeres en España. En 2021, 4.003 personas murieron por suicidio: 2.982 hombres y 1.021 mujeres. Es decir, existen 12,8 suicidios por cada 100.000 hombres y 4,2 por cada 100.000 mujeres.
Todos los psicólogos expertos en este ámbito concuerdan en afirmar que estos datos son la consecuencia de actitudes, tradiciones y expectativas que una sociedad machista impone como pesado yugo a los hombres, ya sean adultos o menores de edad.
Por esta razón y otras tantas más es necesario y de vital importancia educar en valores de igualdad y diversidad. Sembrar la idea que el hombre bueno puede ser un hombre blandengue, un hombre que llore, que tenga debilidades, inquietudes y fallos humanos.
Los hombres tienen emociones, sentimientos y pensamientos que expresar libremente. La alternativa a este modelo masculino, independientemente de su expresión o identidad sexual o de género tan diversa y colorida en nuestros días, es un mundo gris, apagado y que no evoluciona.
La lucha de millones de mujeres y hombres en pos de la igualdad y de una masculinidad sana es esperanzadora. El futuro pertenece a los hombres que lloran, los hombres mansos que heredarán la tierra con dignidad y honradez.
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