La primavera tiene banda sonora original en Castilla-La Mancha, y son los Mayos manchegos. A 30 de abril cumplido, y tras el colorido desfile del pregón, la plaza de Santa María hizo las veces de auditorio público. Allí, el grupo Coros y Danzas ‘Castillo de Almansa’ ofreció una selección de tradicionales mayos en honor a su patrona, la Virgen de Belén.
Las melodías magníficamente interpretadas trajeron consigo siglos de tradición y devoción, envolviendo la plaza en una atmósfera mágica. Una reina joven que representa a un pueblo milenario, escuchó y cantó junto a todo el protocolo festero estos cánticos llenos de historia y significado, conectando con sus raíces con el presente. Lo religioso y lo humano.
Y es que los cantos a la llegada de mayo tienen su origen en tiempos remotos. En el mundo clásico ya celebraba la entrada a este mes, con festividades en las que se celebraba el comienzo de estación cálida y fértil para la tierra, en la que los campos reverdecen y las flores se abren mostrando su esplendor. Finalmente, este culto pagano se cristianizó y pasó a ser un culto Mariano, trasponiéndose así al mes de la Santísima Virgen María.
Además, la tradición nos cuenta cómo los mozos de nuestras tierras, agitados por la llegada de la primavera, pronunciaban cantares a partir del día 30 para engatusar a las casaderas, en cuyo repertorio incluían mayos. En cualquier caso, los mayos forman parte del folclore de los pueblos manchegos, encarnado en nuestra localidad por Coros y Danzas ‘Castillo de Almansa’.
Después de su conmovedora interpretación, la Reina Mayor de las Fiestas de Almansa, Noelia Cuenca, y su homóloga infantil, Norah García, tuvieron el honor de entregar las llaves de la ciudad a la Virgen de Belén, un gesto cargado de simbolismo y devoción, en estas festividades tan especiales para Almansa.