La Tinta de Almansa cumple 4 años. Desde septiembre del 2020 nuestra ciudad disfruta de información accesible, actualizada y gratuita. Todo ello a través de un periódico digital que ustedes mismos catalogan como necesario y que actúa de manera democrática para generar contenido que sitúe a Almansa en el mundo. 

Hoy en este breve mensaje os queremos recordar algo: este periódico siempre estará del lado del pueblo, de su gente y de sus inquietudes. Nunca pondremos por delante los intereses privados frente a las necesidades sociales. Porque creemos en un periodismo que puede cambiar las cosas, en un modelo de medio de comunicación implicado con su tierra.

Además de ese compromiso con la vecindad que sigue intacto como lo estuvo desde el primer día, también continuamos creciendo para ofrecer contenido de entretenimiento y de interés para todas las personas con acceso a Internet. Las Fiestas de Mayo gratis y en directo, eventos culturales de importancia, charlas o estudios históricos, imágenes y fotografías de interés, cobertura de eventos a lo largo del año… Cada año que pasa, vamos un paso más hacia adelante confiando en un equipo basado en el talento joven, dando la oportunidad al cambio generacional y regando con esfuerzo para seguir echando raíces en nuestra tierra querida. 

Seguimos fuertes ante los emvites de este complicado mundo laboral. Apostamos por Almansa. Invertimos en Almansa. Y generamos en Almansa. Muchas gracias un año más por estar ahí.

Avanzamos siguiendo el ejemplo de hombres buenos

Hoy nos queremos acordar, con un nudo en la garganta, de dos personas que han sido muy importantes para La Tinta en sus cuatro años de vida. Ambas han partido al cielo y de ambas he aprendido algo fundamental para afianzar nuestro modelo de periodismo.

Una de estas personas me enseñó que el amor por tu tierra y el valor de promover su historia son gasolina para seguir adelante, siendo el trabajo de historiador digno y necesario. El es Alfonso Hernández Cutillas, al que siempre tendremos en el más querido recuerdo como un ejemplo de perseverancia y educación. 

Otra persona que nos dejó hace muy poco y que toda Almansa guarda un gran cariño es Pepe Leal. De él aprendí que no hay nada más gratificante en el periodismo local que dar a conocer las vidas y hazañas, sean grandes o humildes, de tus vecinos y vecinas de a pie. Una lección que durante las horas oscuras que inevitablemente arroja esta profesión, funciona como una brújula para seguir el camino correcto. 

Tanto Alfonso como Pepe eran creyentes y compartían la misma fe que yo. Por eso hoy, como Víctor vuestro vecino, me tomo el tiempo de mandarles un abrazo al cielo y también el privilegio de mandar una bendición a todos nuestros lectores.

Porque en tiempos de tanta distracción, enfrentamiento y prisas, una bendición trae paz, quietud y sabiduría.

Gracias por hacer de este periódico un medio de comunicación diferente. ¡Por muchos años más y a por otra temporada al pie del cañón!