La Asociación de Mujeres en Igualdad de Almansa reconoció a María Belén Cebrián como una de las vecinas a destacar | María Belén llegó al mundo antes de lo esperado, con apenas seis meses de gestación y poco más de 900 gramos de peso. Contra todo pronóstico, aquella diminuta luchadora demostró desde su primer aliento una fortaleza que marcaría su camino. Nació en el seno de una familia humilde y trabajadora, donde creció rodeada de amor y cariño.

Desde muy pequeña, el comercio textil formó parte de su vida, pues su padre, Antonio, había iniciado el negocio familiar en 1965 y su madre, Reme, se unió poco después, cuando aún eran novios. Todo comenzó en un pequeño espacio en la casa de sus abuelos paternos, en la calle de los Reyes. Más tarde, la incorporación de su tío Pepe Luis y su tía Joaquina dio lugar a Hermanos Cebrián.

María Belén recuerda con especial cariño su infancia en aquella tienda, una etapa de su vida que transcurrió entre telas y sonrisas, mostradores y sueños. Al ser hija única, encontró en sus primas Aurora y Pili a las hermanas que el destino no le había dado. Juntas, transformaban la tienda en su propio mundo de fantasía cuando cerraban. Jugaban a imitar a los adultos: una hacía de vendedora, mientras las otras eran clientas entusiastas que compraban sin parar.

Desde bien pequeña, su pasión por la moda ya se hacía notar. Le encantaba cambiar continuamente los vestidos de sus muñecas. Afortunadamente, su abuela Joaquina le había confeccionado muchos con gran dedicación y esfuerzo. Incluso desplegaba todos los vestidos sobre los sillones de la casa y les colocaba alfileres, simulando un escaparate.

También sentía una gran fascinación por los vestidos de novia y madrina. Cada vez que sus padres regresaban de una boda, no podía esperar para interrogarlos con todo lujo de detalles: color, tejido, estilo… ¡Quería saberlo todo!

En 1985, la familia vivió un punto de inflexión con la separación comercial. Mientras sus tíos fundaban Metrópolis, sus padres decidieron dar vida a La Trastienda, situada en la calle Aniceto Coloma. Y así, casi sin darse cuenta, este próximo mes de mayo se cumplirán 40 años de aquella valiente decisión. El éxito no tardó en llegar y, en 1993, el negocio creció con la apertura de un segundo local, mucho más grande, en la calle Morería.

La adolescencia de María Belén transcurrió entre libros y perchas, hasta que llegó el momento de tomar una decisión importante: continuar sus estudios universitarios fuera de Almansa o quedarse para seguir el legado familiar.

Finalmente, decidió seguir su corazón y continuar con el negocio que sus padres habían construido con tanto esfuerzo, una decisión que hizo especialmente feliz a su madre. Pese a su dedicación al trabajo, supo equilibrarlo con momentos de alegría junto a sus amigas.

Con el paso de los años, y a pesar de su juventud, fue asumiendo cada vez más responsabilidades dentro del negocio: asistencia a ferias, selección de prendas en los muestrarios, toma de decisiones estratégicas sobre el futuro del comercio…

Tras un largo noviazgo de más de 11 años, el 4 de septiembre de 2004 contrajo matrimonio con Juanmi, quien se convirtió no solo en su compañero de vida, sino también en un pilar fundamental en su día a día.

Comenzaron una nueva etapa juntos, disfrutando de su matrimonio y aprovechando para viajar antes de ampliar la familia.

En agosto de 2009 nació su primer hijo, Iván, y casi dos años después, en julio de 2011, llegó Leire, completando así su círculo familiar. Un hogar del que se siente profundamente orgullosa y que, sin duda, es su mayor tesoro.

Han sido 28 años al frente de Modas La Trastienda, un negocio que ha convertido en su verdadera pasión. Para María Belén, sus clientas son mucho más que simples compradoras: son amigas, confidentes, cómplices de momentos especiales.

Con el tiempo, el negocio evolucionó y se especializó en vestidos de fiesta, trajes de madrina y caballero. Sin embargo, su gran debilidad sigue siendo la moda infantil, especialmente los trajes de comunión, donde cada prueba es un reflejo de la ilusión de los más pequeños.

Su implicación en el sector la ha llevado a participar activamente en desfiles de moda y ferias de eventos como Celebralmansa, donde este último año ha demostrado su compromiso con la innovación y la excelencia.

María Belén es una firme defensora del comercio local, convencida de que el trato cercano y el asesoramiento personalizado son valores esenciales e irremplazables. En tiempos como los actuales, considera fundamental apoyar y proteger el comercio de proximidad.

Su filosofía es clara: «La moda no tiene que ser costosa para ser espectacular. Invertir en calidad y diseño es la clave para brillar con luz propia; lo importante es sentirse bien con una misma».

Hoy, María Belén mira al futuro con gratitud y optimismo, recordando a todas las personas que han confiado en ella y en Modas La Trastienda a lo largo de los años.

Pero seguro que, en su interior, sigue habitando aquella niña curiosa que, bien pequeñita, ya jugaba detrás del mostrador con sus padres.

Su historia es un testimonio de que los sueños pueden hacerse realidad cuando se trabajan con perseverancia, pasión y dedicación.