Estas fotos de Paulino Ruano Díaz, fechadas en 2019, el primer año que fuimos internacionales, expresan el poderío de nuestras fiestas. Resumen un sentir y un hacer de un pueblo que disfruta una vez al año de un lucimiento ya internacional. Creo que es bien merecido. Se orquesta un gran tinglado detrás de estas fotos. Es una preparación de muchos meses, es un trabajar de muchas personas, es una forma diferente de convivir para los festeros y también para todo el pueblo durante esos seis días de mayo.

Actualmente, dentro de los tiempos que vivimos de pandemia, de Covid o como queráis llamarlo, en que tantas cosas han cesado su actividad, no han podido celebrarse o están bajo mínimos, pues creo que no viene mal, tanto para festeros como para los que les gusta ver y aplaudir en las calles de Almansa, recordar esos días.

Si es que parece que haya pasado una eternidad, es increíble el paso del tiempo, para unas cosas tan rápido, para otras tan lento. Dentro del álbum de fotos de Paulino, he seleccionado las que a mí me han parecido más diríamos, sin menospreciar ninguna, las que ese 2019 nos catapultaron irreversiblemente a una internacionalidad que nos da prestigio en todo el mundo.

Las calles son iluminadas, pero qué especiales son esas vidrieras de Rambla de la Mancha, como dice el fotógrafo, son parte de un decorado perfecto. Nos encontramos también con la Embajada Nocturna, que de unos años a esta parte, ha ido acrecentando su valor dentro de las fiestas, una verdadera película en vivo, medieval, sin faltarle detalle. En su esplendor, están las fotos de escuadras cristianas y moras de mujeres, con sus atuendos súper coloridos, brillantes, plumíferos; sus maquillajes de fantasía y su desfilar al paso moro o cristiano, en filas totalmente ordenadas.

Y por último, confetis y procesión el seis de mayo, día muy especial para Almansa, por ser el día de su amada patrona. Son unas fiestas muy completitas, de días muy intensos, con mucha gente en las calles. Son días alegres, que rezuman hospitalidad para el visitante. En fin días de fiestas patronales que tienen de todo un poco.

En 2020 por efecto de la Covid, no se celebraron. Me pregunto que será en 2021 y no me aventuro a decir nada, aunque lo veo un poco negro el futuro. Pero sirva para seguir adelante con las del 2022, número mágico sin duda, y en el que tendremos que demostrar que somos internacionales, que no es poco.

Si es que las personas tenemos que trabajar, pero también por lo menos una vez al año celebrar, orígenes, sentimientos, historia, nuestra fe (cada uno como la sienta); tenemos que divertirnos, jóvenes a su manera y mayores como pueden. Y eso creo que es lo que representa unas fiestas patronales de un pueblo-ciudad.

Aquí en Almansa, la verdad es que desde que somos internacionales, el listón está muy alto. Pero eso en vez de achicarnos, debemos hacer que nos superemos cada año un poquito más. Colaborando todos y progresando, pero claro eso también debe sustentarse con un progreso el resto del año en el pueblo. Tenemos que cuidarnos, poder trabajar y después disfrutar con las fiestas del 1 al 6 de mayo.