Hace unos días me encontraba en el centro de Valencia cuando me topé con una pequeña plaza llamada de Almansa. Mi curiosidad me hizo investigar el origen de esta plaza, ya que se sitúa en un lugar privilegiado de la capital del Turia. (Imagen principal: Salvador Raga)
La plaza se ubica entre la conocida calle Guillem de Castro y la calle Triador. La primera es una arteria principal de la cultura valenciana. Con más de 1.600 metros de longitud, cuenta con varios museos destacados. La calle sigue el trazado de la antigua muralla de la ciudadela medieval de Valencia. Por tanto, la plaza Almansa se encuentra en el distrito de Ciutat Vella en el barrio del Carmen. El origen de este nombre data del 24 de abril de 1959, debido a una decisión municipal de que no hubiese calle y plaza que llevasen el mismo nombre. Así, en 1965 se mantuvo la calle Triador, pero la plaza se modificó por el nombre de Almansa para rememorar la conocida batalla del 25 de abril de 1707.
Si nos trasladamos a Madrid, también se encuentra una calle con el nombre de Almansa. Ubicada en el distrito de Tetuán, nace en la conocida calle de Bravo Murillo y llega hasta prácticamente la Universidad Politécnica de Madrid. Además, en sus inmediaciones se ubica el Parque Almansa.
El origen de la calle Almansa de Madrid data de finales del siglo XIX cuando comienza a urbanizarse la zona cercana a la Dehesa de la Villa y la Dehesa de Amaniel. En aquella época, era una zona que se encontraba en el extrarradio de la ciudad, ya que el ensanche de Madrid avanzaba hacia otras zonas del municipio. El área de la actual calle Almansa tardó en urbanizarse ya que existían algunas barreras (como varios cementerios) que impedían su construcción. Antes del desarrollo de la calle Almansa, era una zona en la que los madrileños disfrutaban en la dehesa de huertas y de la naturaleza durante los domingos o los días de fiesta. Uno de los ilustres vecinos fue el médico Santiago Ramón y Cajal, ganador del Premio Nobel. En 1898 mandó construir una casa de ladrillo en pleno campo aislada del gentío de la ciudad madrileña.
En la ciudad condal también aparece la calle Almansa. Se encuentra en el distrito de Nou Barris, concretamente en el barrio de Verdum, entre las concurridas vías de Favencia y Julia. Se trata de una calle residencial de aproximadamente 450 metros de longitud. El barrio de Verdum pertenecía al antiguo municipio de San Andrés de Palomar. Era una extensión agrícola formada por viñedos y tierras de cultivo. Sin embargo, en 1897 se anexionó a la ciudad de Barcelona comenzando su desarrollo urbano.
En el casco antiguo de Sevilla se ubica el famoso barrio del Arenal. En él, se encuentra la Torre del Oro, la plaza del Cabildo, la Maestranza y la calle Almansa. En ella se fundó un convento de agustinos descalzos en 1637. Años después, se abrió una iglesia al culto de Santa Mónica. A mediados del siglo XIX, tras una serie de remodelaciones, se inauguró la cárcel nacional que aglutinó a todos los presos de las cárceles sevillanas. Hoy en día, es una típica calle con taperías y asadores para el deleite de los hispalenses y de los turistas.
Un caso peculiar es la calle Almansa de la ciudad alicantina de Elche. La vía se encuentra en el polígono industrial de Carrús, siendo una de las principales, con algo más de un kilómetro de longitud. El nombre se debe al desarrollo industrial del calzado, ya que otras calles del polígono tienen nombres de otras ciudades zapateras como Novelda, Inca o Arnedo. Es curioso que Almansa no le haya devuelto este gesto de hermanamiento, ya que en nuestro callejero no aparece ninguna vía con el nombre de la «ciudad de las palmeras».
Estos son solamente algunos ejemplos de la calle Almansa de nuestro país. En otras ciudades como Las Palmas, Cartagena o Aranjuez también podemos encontramos el nombre de nuestra ciudad. Puede que en tu próximo viaje te encuentres la calle Almansa y decidas sacarte una bonita fotografía con ella.