Con una asistencia notable en el auditorio del Teatro Principal, el cronista oficial de la ciudad, Miguel Juan Pereda Hernández, ofreció una completa e ilustrativa conferencia con motivo de la inauguración de las XXX Jornadas de Estudios Locales, organizadas por la Asociación Cultural Torre Grande. Bajo el título «Los años 20 en Almansa: la Coronación de la Virgen y nacimiento de la Cruz Roja de Almansa», Pereda realizó un recorrido por la década de 1920-1930, retratando con rigor histórico y su característico estilo la vida social, política, económica y cultural de la ciudad en una etapa marcada por profundos cambios… y también tensiones.
Años 20 en Almansa: década de contrastes
Lejos de la imagen idílica que evocan los «felices años 20», Pereda explicó que, para gran parte de los almanseños, aquella fue una década compleja y dura, con serias deficiencias en sanidad y educación, una economía aún centrada en la agricultura y el calzado, y una notable desigualdad social. Las tensiones sociales se hacían visibles en las luchas obreras por mejoras salariales, en disturbios que saltaban «a la mínima» como los generados por la llegada de jesuitas o los republicanos a la iglesia, e incluso en conflictos periodísticos que enfrentaron a Almansa con la vecina Elda y a los propios directores de los periódicos locales.
No faltaron momentos curiosos y amenos, como la anécdota de cómo las mujeres entraban gratis al teatro para animar la asistencia masculina, o el entusiasmo que despertó el fútbol con la creación del Almansa F.C., donde incluso jugó Santiago Bernabéu en amistosos. También se recordó con emoción el año 1927, cuando la lotería tocó en Almansa, y la Coronación Pontificia de la Virgen de Belén, junto con la fundación de la Asamblea Local de Cruz Roja, dos hitos que marcaron profundamente la vida espiritual y solidaria de la ciudad y que este año celebran su centenario.
Una ciudad en transición
En sus conclusiones, Pereda destacó el crecimiento urbano y demográfico, la presión social derivada, la influencia religiosa (especialmente sobre la mujer) y el papel de las corporaciones municipales, muchas veces controladas por gobernadores civiles o militares. Además, la introducción de avances técnicos como la electricidad, el agua potable, la radio o el teléfono, y fenómenos culturales como el teatro, el fútbol o las fiestas, fueron síntomas de una modernización que no fue acogida con entusiasmo por todos. Desde sectores conservadores y clericales se lanzaban advertencias de castigos divinos ante lo que se percibía como una deriva peligrosa.
La década concluye, en palabras del cronista, como un período de transición hacia los convulsos enfrentamientos de la segunda mitad de los años treinta, marcando así el preámbulo de una época aún más crítica para la historia local y nacional.
Disponible en La Tinta de Almansa
Gracias al compromiso con la memoria histórica de La Tinta de Almansa, la charla completa puede disfrutarse en su canal de YouTube. Una oportunidad única para conocer mejor nuestra historia local de la mano de uno de sus más reconocidos investigadores y divulgadores.
No te la pierdas. Revive los años 20 almanseños con Miguel Juan Pereda.