La historia de un toro gitano lidiado en Yecla y terminó en una taberna de Canadá. Dawson City es un pueblo ubicado en el territorio del Yukón, Canadá. Está situado a la orilla del río Klondike, un afluente del río Yukón. La actividad de este pequeño pueblo no cesa durante el mes de junio, donde la oscuridad desaparece las 24 horas. Las calles se llenan de color, los viajeros no dejan de llegar para presenciar la luminosidad de sus cielo. Dawson ha sido testigo impasible a lo largo de los años de las miles de historias personales que se forjaron en 1896 con la llegada de la fiebre del oro.
Un toro de Yecla en Canadá
El escritor y viajero Javier Martínez Reverte, que firmaba sus obras como Javier Reverte, fue un periodista y escritor español, especializado en literatura de viajes. En su libro, El Río de la Luz, nos describe los escenarios del Gran Norte; los bosques, los ríos y las tundras de Canadá y Alaska. Siguiendo los pasos de Jack London (escritor y viajero que en 1897 se embarcó hacia Alaska en busca de oro), Reverte navegó por las costas de la Columbia Británica canadiense hasta alcanzar el nacimiento del río Yukón, del que recorre setecientos cincuenta kilómetros en canoa hasta llegar a la ciudad de Dawson City, lugar donde celebró en la taberna Westminster su cumpleaños, describiéndonos el hallazgo encontrado en tan alejadas tierras diciendo:
«La tarde de mi cumpleaños, la primera en Dawson City, la celebramos en un local llamado Westminster, una taberna que se abre en los bajos de un hotel de tres plantas, construido con fachada de listones de madera y pintado en tonos pálidos. El local olía a alcohol, a tabaco y marihuana. De las paredes de local colgaban espantosos cuadros y algunos adornos. Entre ellos la cabeza de un toro bravo español. Sobre la testuz, le habían colocado un sombrero vaquero y del cuerno derecho colgaba un casco de soldado británico de la Primera Guerra Mundial. Me acerqué. Una placa bajo la cabeza informaba en español: “Toro Gitano, de la ganadería de don Juan José de Paz, lidiado en la plaza de toros de Yecla el 25 de septiembre de 1896, tomó cuatro varas y mató caballos y lo mató Antonio Fuentes de una buena estocada».
Debajo, enmarcada en madera y protegida por un cristal, una fotografía mostraba al torero Antonio Fuentes sentado en una silla y vistiendo un traje de luces, con una montera negra de imponentes borlas en los extremos, como las de antaño.
Consultada la fecha del 26 de septiembre de 1896, pude constatar la celebración en Yecla de la tradicional corrida de Feria, anunciándose en el cartel los diestros; Antonio Fuentes y José García “Algabeño”, a beneficio del Hospital de la Caridad.
A las tres y media de la tarde del día 25 de septiembre daba comienzo la corrida anunciada. Con un lleno total y a las órdenes del presidente, iniciando el paseíllo en el circo yeclano, los diestros Antonio Fuentes y José García Rodríguez “Algabeño”. Con respecto a la crónica de lo acontecido aquella tarde, el cronista fue muy escueto en sus anotaciones, dejando como testimonio de la corrida el siguiente comentario:
La crónica de aquella corrida
«A las tres y media, el público ocupó su sitio. La presidencia el suyo y empieza la corrida en la que resumiendo fueron muertos por los astados diez caballos. Fuentes, bien; Algabeño, superior en el segundo, un revolcón, una estocada y la oreja de bicho que cayó inerte. Total corrida regular. Entrada llena. Presidencia, acertada».
Esta es la historia del toro “Gitano” lidiado por Antonio Fuentes en la corrida de Feria de la ciudad de Yecla, el día 25 de septiembre de 1896, colgado en una de las paredes de la taberna de Westminster, a una distancia de 8022 kilómetros.
Alfonso Hernandez Cutillas.
Enero 2024.
Quizás te interese: