En los años que lleva existiendo la fotografía le hemos apropiado un significado de similitud a la realidad y sinónimo de verdad. Se ha hecho uso de ella como herramienta para demostrar acontecimientos, sustituyendo a la pintura, superando la veracidad de esta última. Pero, ¿una foto es un espejo? Podemos decir que no, más que un espejo es un reflejo. Y, por ello, debemos saber que se puede distorsionar. Podemos acordarnos de las típicas salas de espejos de distorsión de las ferias.
La fotografía es una gran compañera de la verdad y a su vez su mayor enemiga, ya que puede llegar a ser un gran instrumento de manipulación. A partir de la invención de la fotografía encontramos grandes acontecimientos históricos que han quedado retratados con uso de esta. Podemos decir con certeza que sabemos que algunas cosas han ocurrido porque las hemos visto en fotos, pero debemos recordar que al final solo es el reflejo del punto de vista de alguien, y ese alguien tiene unos ideales y unas intenciones que, él o ella va a querer que tú veas de la misma manera.
Un ejemplo que se me ocurre son las fotografías pertenecientes a la unión soviética de las que Trotsky fue eliminado, con el objetivo de borrar su existencia de la historia. Podemos encontrar muchos ejemplos similares a este. Remontándome al presente, S.XXI, era de los audiovisuales, las redes sociales, la prensa digital… Hay mucha información a la que dedicamos muy poco tiempo de atención, por lo que, el análisis de lo que vemos es mínimo y muchas veces nulo.
Primero quiero centrarme en el tema de las redes sociales, donde todas las personas activas en estas pueden publicar cualquier cosa y dónde la verdad es usada al libre albedrío. Ni siquiera un simple selfie representa al 100% la realidad por el simple hecho de que las cámaras delanteras de nuestros smartphones captan la imagen en modo espejo.
Las RRSS son el sitio dónde más debemos cuidarnos
En mi opinión, las redes sociales son el sitio donde más cuidado debemos llevar y donde más debemos cuestionarnos la veracidad de lo que estamos viendo, porque, al final, estamos viendo lo que alguien quiere que veamos y a veces la finalidad de esto puede ser perjudicial. En segundo lugar, y con motivo de compararla con las redes sociales quiero hablar de la prensa, ¿y por qué quiero compararla? Porque no se diferencia tanto de las RRSS.
Al final, detrás de cada cadena hay una persona que la controla, que pone su dinero, y por ello, las imágenes que podamos encontrarnos en ciertas noticias suelen ser desde el punto de vista de este. También podemos encontrar manipulaciones de fotografías con el único fin de crear público, y con ello dinero, como podemos encontrar muchas veces en la prensa rosa, o algo más reciente, como las famosas fotos que se nos han mostrado de aglomeraciones y largas colas durante la crisis del coronavirus, realizadas con teleobjetivos los cuales logran juntar los elementos del plano como si estuvieran uno al lado del otro.
Como conclusión, creo que es deber de todos educarnos en análisis, en este caso de fotografías, y aprender que la fotografía es solo luz que a atravesado un objetivo y ha logrado llegar al plano focal de material fotosensible. La cosa es, ¿De qué forma ha llegado hasta ahí? Después de llegar ahí, ¿se ha podido modificar de alguna manera? ¿Tanta diferencia hay entre la veracidad de una pintura y la de una fotografía? Si quieres saber más sobre este tema te recomiendo investigar el trabajo de Joan Fontcuberta, el cual ha realizado varios proyectos en los que juega con el concepto de fotografía-verdad y además ha escrito sobre ello.