El CB Almansa perdió frente a un buen Real Murcia. Esta vez, no por enfrentarse a un «súperequipo» como el Granada, sino por errores propios y la dichosa falta de acierto en línea de tres. Aunque los chicos de Perelló mostraron una imagen radicalmente distinta a la exhibida frente al Granada en defensa, la eficiencia en ataque, en concreto con los tiros en línea de tres, estuvo lejos de la exigencia requerida para competir en LEB Oro.

Primer cuarto: máxima igualdad

El partido comenzó con media hora de retraso provocado por la rotura de una canasta y problemas en la mesa. Arrancó una contienda muy igualada. Las posesiones se alargaban demasiado y cuando llegaban las transiciones, los equipos se precipitaban. El Almansa se mostró bien organizado en defensa posicionándose en dos – tres.

Búbalo y Kone estuvieron espectaculares en los primeros 8 minutos de partido. Por parte del Murcia, destacan Hernández, Norris y Robinson. Harris consiguió un triple al poco de salir y Adekoya, siguiendo a su compañero al dejar el banquillo, se marcó excelentes jugadas individuales y colectivas. El primer cuarto se cierra con un 16-17 en el marcador. Buen partido, buenas jugadas, máxima igualdad.

El buen camino se comenzó a torcer

Todo los consejos que adelantó Perelló para ganar al Murcia se materializaron en los dos primeros minutos del segundo cuarto. Los azules jugaron serios en defensa, aprovecharon los fallos en tiro exterior del rival y supieron hacer transiciones rápidas y efectivas. Tremendo Adekoya bajo ambos aros. Monclova tuvo que pedir tiempo muerto para equilibrar la balanza, el Almansa se iba por siete: 16-23

El Murcia despertó a base de rebotes ofensivos. Recortaron muy rápidamente la diferencia a pesar del acierto de los azules en línea de tres. Okeke brutal en defensa y un gran Norris en ataque situaron a su equipo a un punto del Con Afanion.

Duran estuvo raramente fallido en línea de tres. Y cuando más apretó el Murcia, apareció Cvetinovic.

Noguerol no acertó en sus intentos de triple, pero Norris y Lozoya sí. En el último minuto del primer tiempo, el Murcia se puso un punto por delante. Sonó la bocina con un 33-31 en el marcador.

Un cuarto que pudo ser definitivo

Los jugadores entraron en cancha aumentando las revoluciones del partido. Norris, Lozoya y Hernández pusieron el marcador patas arriba, cayeron triples rivales de forma consecutiva. Los fantasmas del Granada reaparecieron. El Con Afanion no acertó desde línea de tres, mientras que el rival castigó sin compasión. Se puso nueve arriba el cuadro de Monclova en un abrir y cerrar de ojos: 44-35.

El CB Almansa pareció desconectado durante los primero cinco minutos del tercer cuarto. Norris fue un martillo pilón, le entraban todos sus intentos.

Cuando los de Perelló comenzaron a reaccionar, el Murcia plantó una defensa sólida y sin apenas fisuras. Se fue ocho arriba el cuadro de Monclova: 53-45. La estadística de triples en este momento ya era lapidaria: 3 de 14. 

Un triste final que se pudo evitar

Adekoya y Kone fueron el faro de un equipo tocado por un tercer cuarto que pudo ser letal. El CB Almansa se puso a tres muy fácilmente y consiguió cambiar de un plumazo la dinámica del partido.

Pero el conjunto murciano, liderado por un Norris descomunal, ponía tierra de por medio cada vez que las esperanzas se presentaban más reales para los azules.

Aún así, Nikola es mucho Nikola. El capitán, ejemplar en el juego, lideró a los compañeros por la senda adecuada. Con la llegada de los últimos dos minutos del partido el CB Almansa empató a 62 el marcador. Se recortó así una diferencia máxima de 11 puntos en contra.

El último minuto y medio del partido fue un cúmulo de errores por ambos equipos. Parecía que nadie quería ganar el encuentro. La jugada decisiva llegó a 25 segundos del final con un 65-63 el marcador y posesión por el CB Almansa. El balón se movió con dificultad frente a la defensa murciana para acabar en las manos de Biviá en línea de tres. El lanzamiento no entró.

Sin juego exterior, no se puede ganar

El CB Almansa vuelve a caer por la misma razón: escasez de acierto en línea de tres. Es difícil ganar un partido solo a base de juego interior, por muy excelente que sea. Noguerol, Pérez y Biviá estuvieron perdidos en batalla, mientras que los homónimos rivales fueron armas letales. En el momento en el que se conjugue bien la defensa férrea que el Almansa sabe ejecutar con el ausente acierto en tiro de tres, las victorias llegarán con más facilidad.

La verdad es que este partido se podía ganar y no se ganó, no por tener en frente a un rival imposible de batir como la semana pasada, sino por errores propios que denotan una falta de rodaje