La DANA que arrasó parte de Valencia y Letur dejó una imagen que en Almansa no se olvida: los voluntarios y voluntarias de la agrupación local de Protección Civil trabajando entre el agua y el barro, bombeando para liberar calles y garajes anegados en Paiporta y otros municipios de la zona cero. Aquel episodio marcó un antes y un después. Hoy, coincidiendo con su primer aniversario, el Ayuntamiento comparece ante los medios con la lección aprendida: dos motobombas de gran caudal capaces de evacuar 110.000 litros por hora, adquiridas sin coste para el municipio gracias a una subvención de la Diputación de Albacete.
«Precisamente a consecuencia del trabajo que los voluntarios de Almansa hicieron en la DANA de 2024, vimos la carencia que teníamos», destaca el concejal delegado de Hacienda, Javier Jimeno. «Necesitábamos disponer de motobombas potentes y propias para evacuar el agua cuando haya inundaciones. Hemos gestionado una subvención de Diputación que nos ha permitido adquirirlas, y eso supone un paso más dentro de nuestra idea de renovar poco a poco todo el material de Protección Civil», avanza.
Las máquinas —dos bloques metálicos de aspecto industrial— son capaces de trabajar en condiciones extremas. «Pueden absorber aguas sucias, con lodo o tierra, y tienen una potencia suficiente como para vaciar una piscina olímpica en unas quince o dieciséis horas», explica Iban Sánchez, jefe de la agrupación local de Protección Civil. «Estos equipos van a hacer un papel muy importante en futuras emergencias. Vienen a sustituir el material dañado durante las fuertes lluvias del año pasado y nos permitirán actuar con más eficacia cuando vuelva a haber lluvias intensas».
Jimeno subraya que la compra «ha sido a coste cero para el Ayuntamiento», un matiz que subraya porque «en momentos en que los presupuestos son ajustados, que Diputación financie completamente la adquisición es un alivio. Así podemos invertir lo que tenemos en seguir modernizando otros servicios», apunta.

Pero la renovación no se detiene en el agua. En los últimos meses, la agrupación también ha incorporado dos motocicletas de 125 cc, un complemento que, según Sánchez, «nos da un plus de versatilidad». Estas motos «se pueden conducir con el carné B, el de coche, y eso facilita que casi todo el personal pueda utilizarlas. Ya las habrán visto por la calle; nos permiten movernos rápido entre el tráfico, sobre todo en eventos o urgencias sanitarias, donde cada minuto cuenta».
Sánchez también hizo balance del estado actual de envejecimiento del material con el que cuenta la agrupación. «El problema que tenemos ahora es la antigüedad del parque móvil. La media de nuestros vehículos ronda los 25 años. Tenemos un parque extenso, pero envejecido. No necesitamos más, pero sí renovar lo que tenemos poco a poco», explica. La agrupación cuenta hoy con 48 voluntarios, «una cifra que siempre se mantiene en torno al medio centenar», orgullosa de su capacidad de respuesta pese a los medios limitados.
Jimeno asiente. «Tenemos que seguir trabajando hasta el último día para mejorar todos los servicios municipales, especialmente los que afectan a la seguridad y bienestar de los vecinos y las vecinas de Almansa. Nuestro objetivo es que cada vez que haya una emergencia, nuestros voluntarios y voluntarias tengan el mejor equipo posible para responder».
Entre ambos se percibe un tono de satisfacción, pero también de realismo: Almansa no dispone de un gran presupuesto para emergencias, y cada incorporación exige gestiones largas y paciencia. Aun así, hoy el mensaje es de avance. Un año después de aquella DANA, las nuevas motobombas esperan su turno. Si la próxima vez el agua vuelve a desbordarse, Almansa estará un poco más preparada.





