Almansa vuelve a sumar habitantes. Y no es una cifra menor. Según el último censo oficial del Instituto Nacional de Estadística, ratificado en el último pleno del Ayuntamiento de Almansa celebrado este lunes, el municipio alcanza los 24.615 habitantes a 1 de enero de 2025, el registro más alto de los últimos diez años. Este incremento de 334 vecinos y vecinas en solo un año sitúa a Almansa como la localidad que más crece de la provincia entre 2024 y 2025, solo por detrás de la capital.
Pablo Sánchez, concejal de Urbanismo, Vivienda, Empleo, Fondos Europeos y Ciclo integral del agua, celebró el crecimiento de la ciudad. «Durante 2025, sabemos que el dato de población ha seguido incrementándose a un ritmo similar», avanzo con respecto al padrón que se confirmará para 2026. Además, señaló que Almansa mantiene «los datos de paro más bajos de los últimos 20 años», gracias a las «personas y son familias que han venido a trabajar y a teletrabajar, a emprender y a crear empleo». Por su parte, Javier Roselló, concejal del PP, fue escueto al emitir su voto positivo ante lo que dijo es «un dato objetivo».
El padrón difundido por el INE, que se elabora a partir de las variaciones mensuales que remiten los ayuntamientos, será la referencia oficial para todos los cálculos estadísticos del año. El dato coloca a Almansa en una posición singular, dentro de una Albacete marcada por la despoblación rural y el estancamiento demográfico.
El crecimiento no es abrupto, pero rompe una dinámica de descenso prolongado. En 2021, después de la Covid-19, comenzó la tendencia negativa de los últimos años: la ciudad de Almansa contaba con una cifra de 24.377 habitantes; en 2022, tocó fondo con 24.224, la más baja de los últimos 20 años. Desde entonces, la recuperación ha sido lenta pero constante. El balance es claro: Almansa gana población tras una década larga de retrocesos, en pleno contexto de la llamada España vaciada, y lo hace sin movimientos bruscos ni picos artificiales.
Un avance que contrasta con el entorno
El contraste se percibe con mayor nitidez al observar la comarca Monte Ibérico–Corredor de Almansa. Mientras otros municipios pierden población, otros apenas registran variaciones mínimas:
- Bonete que pierde 20 hasta los 950.
- Chinchilla de Monte-Aragón que cae en 12 hasta los 4.614.
- Hoya-Gonzalo desciende en 11 hasta los 582 habitantes.
- Higueruela baja 9 y se sitúa en 1.133.
- Pétrola resta 5 y se queda en 660.
Corral-Rubio suma un solo habitante y alcanza los 303; Montealegre del Castillo crece en 13 personas, hasta los 2.051; y Alpera añade sólo 18 habitantes, situándose en 2.278.
En ese escenario, el crecimiento almanseño destaca tanto por volumen como por continuidad, seguido a cierta distancia por Caudete, que también consolida su papel como segundo gran núcleo del área al sumar 190 habitantes y consolidarse en 10.439.
El patrón no es nuevo: las cabeceras comarcales suelen resistir mejor la pérdida de población que los municipios pequeños. Pero incluso dentro de ese grupo, Almansa sobresale por la estabilidad de su trayectoria reciente. Se trata de una ciudad media del interior, un perfil urbano que en muchos territorios ha sido sinónimo de retroceso demográfico. Aquí, sin embargo, la combinación de actividad industrial, comercio comarcal y posición estratégica parece suficiente para contener la caída que afecta a buena parte del entorno.
Además, el aumento del padrón no se concentra en un solo grupo y se reparte entre ambos sexos. En 2025, Almansa cuenta con 12.240 hombres, 199 más que el año anterior, y 12.375 mujeres, con un incremento de 135.
Crecimiento, pero con matices
Cualquier lectura triunfalista exige matices, especialmente, cuando el envejecimiento poblacional avanza con rapidez. Entre 2021 y 2025, el índice de envejecimiento pasa de 131,37 a 160,37: hoy hay 160 personas mayores de 65 años por cada 100 menores de 15. La tasa de dependencia también aumenta, de 52,17 a 55,20, anticipando una mayor presión sobre los servicios sociales y sanitarios y una menor capacidad de reemplazo generacional a medio plazo.
El papel clave de la población extranjera
Una parte sustancial de la estabilidad demográfica se explica por el crecimiento de la población de origen extranjero. Entre 2021 y 2025, el porcentaje de personas nacidas fuera de España pasa del 6,39% al 10,10%, mientras que el de extranjeros empadronados sube del 4,83% al 8,09%. En un contexto de natalidad en mínimos históricos, este factor resulta determinante para sostener el padrón.
En conjunto, Almansa se consolida como uno de los principales núcleos del sureste provincial, aportando una parte relevante del crecimiento de la provincia en un escenario general de estancamiento. El reto ya no es solo crecer, sino cómo y para quién se crece. Porque las cifras mejoran, sí, pero el horizonte demográfico sigue planteando preguntas incómodas que la política local y provincial no podrá eludir.




