Aunque se declara seguidor del Real Madrid, lo que realmente levanta su pasión por el fútbol es la Selección Española. Nos cuenta que solo en las ocasiones en las que ‘La Roja’ compite es cuando puede disfrutar del deporte rey como un aficionado más. Y es que Juan Carlos Martínez peca de deformación profesional: tiene tan interiorizados los cánones futbolísticos que a veces le cuesta ver un partido por televisión sin «dirigirlo» desde casa.
Él es, con tan solo 33 años, uno de los entrenadores de fútbol más jóvenes y más experimentados de Almansa: comenzó dirigiendo a categorías inferiores en el ya desaparecido Club Deportivo Básico Almantour. Luego, dio el salto al juvenil provincial del Almansa y, al año siguiente, pasó a dar órdenes en el Juvenil A. Tras esta última etapa comenzó su sueño desde pequeño: formar parte de la dirección técnica de la UD Almansa, el equipo de su ciudad, aunque no fue hasta el año siguiente cuando tomó las riendas como primer entrenador del equipo del Paco Simón.
Este año, tras 16 temporadas como entrenador, dirige las filas del Imperial de Bonete, un equipo lleno de rostros conocidos para Almansa. Parece que las cosas van bien en la vecina localidad, puesto que miran con ilusión la posibilidad de ascender a la siguiente categoría.
Hoy charlamos con Juan Carlos Martínez, una pieza clave para el fútbol local, puesto que bajo sus comandas han pasado generaciones y generaciones de futbolistas. Hablamos de su trayectoria, de momentos buenos y malos, así como de sus preferencias en estilos futbolísticos.
La etapa en la UD Almansa
«A nivel deportivo, al igual que en el personal fue una etapa genial, muy buena», comienza contestando Juan Carlos con una sonrisa en su rostro. Pero su gesto se oscurece un poco cuando recuerda el final de esa temporada: «Es cierto que debido a lo que pasó en el playoff, esa eliminatoria que nos prohibieron jugar cuando competíamos en nuestra casa, me quedó una sensación agridulce. Fue un final muy duro psicológicamente hablando».
El peor momento como entrenador
Por poner en contexto al lector. La UD Almansa competía en playoff de ascenso a Tercera contra el Torrijos, en la ida perdieron por uno a cero, pero aun quedaba la vuelta en casa. «Es el partido con el que todo futbolista sueña: posibilidad de ascenso, jugando en casa, con el campo lleno, dar esa alegría a tu ciudad…», recuerda Martínez.
La mala fortuna quiso que el Torrijos impugnara la eliminatoria por alineación indebida. Coto estaba alineado y, por razones burocráticas muy largas de explicar, no podía jugar, a pesar de haber sido titular a lo largo de toda la temporada. «Teníamos el okey de la federación durante toda la campaña, ahí creo que fue un error por nuestra parte no plasmarlo por escrito», explica el míster local.
«Con la cabeza más fría me percaté de que no todo había sido tan malo, que la temporada había sido muy buena. Es más, conseguimos subir a Tercera División por el gran esfuerzo que hicimos para quedar segundos. A pesar de ello, sigo con esa espinita clavada, aunque lo hubiéramos perdido, queríamos jugar ese partido», narra.
El cariño de la afición
A pesar de que las críticas están a la orden del día de los entrenadores, Juan Carlos reconoce que siempre notó el cariño y afecto de la gente: «En todo momento me sentí respaldado por la afición, incluso cuando desde la federación me quitaron la posibilidad de jugar el partido de mi vida».
Juan Carlos admite que el Torrijos impugnó de forma legítima el partido y no entra en más polémica. Pero desde la posición de espectadores y como periódico lo tenemos claro: a esto se le llama ganar el partido en los despachos, algo que cualquier persona que haya visto dos partidos de fútbol en toda su vida sabe que es una manera deshonrosa de ascender.
Un Imperial Bonete en «modo ascenso»
Corren buenos tiempos para Juan Carlos en Bonete. El Imperial compite cada semana a un buen nivel y se mantiene en posiciones cercanas al ascenso: «Está todo en un puño, pero es cierto que se respira cierta ilusión, tenemos un gran equipo. Ni la semana pasada éramos tan malos ni ahora somos tan buenos, toca seguir trabajando porque todo acaba de empezar y podemos dar mucho más de nosotros mismos».
Si hay un detalle que Juan Carlos quiere mejorar en este Imperial es su capacidad de sentenciar partidos. «Esta temporada nos está pasando que empezamos muy bien, nos adelantamos y ponemos tierra de por medio, pero en el momento que nos marcan, empatan o aprietan, nos empieza a entrar el canguelo. Por eso digo que aun quedan algunas facetas que mejorar».
Parece que el objetivo es luchar por el ascenso, en este aspecto nuestro míster declara: «Yo no voy a Bonete a pasar el tiempo, es un gran esfuerzo para mi y para los futbolistas y necesitamos un objetivo ambicioso por el que seguir luchando y defendiendo el escudo».
Un equipo de almanseños que luchan por Bonete
Le mencionamos a Juan Carlos la curiosidad de que el Imperial está formado por muchos almanseños, a lo que él responde: «Es cierto, pero quiero dejar claro que luchamos por Bonete. La gente del pueblo nos recibe con mucho cariño y nosotros vamos a hacer todo lo posible por dedicarles las victorias. Jugamos para Bonete, por su gente».
Entrenadores que dejan huella
Se le nota enternecido al entrenador almanseño cuando habla de Mario Simón: «Para mí es lo más profesional que he conocido en el fútbol modesto. Todo un referente, uno de mis mejores mentores junto a Carlos del Valle, Víctor como preparador físico y Vicente de fisioterapeuta. Aprendí muchísimo con ellos, estaré eternamente agradecido a Mario Simón por sus consejos y por hacerme partícipe del equipo. No podría olvidarme tampoco de Jesus Castellanos y de la etapa que pasé como segundo entrenador junto a él».
Una generación de futbolistas especial
Para Juan Carlos, una de las generaciones de futbolistas a los que más cariño guarda es la del Juvenil que ascendió a Nacional. «Maca, Peque, Chivu, Kike, Costa, Milán… son una remesa de jugadores que ahora dirijo y que entrené en esa época o en otras. Disculpadme si me olvido de algunos nombres, son muchos [risas]. Me emociona ver como los conocí siendo chicos de 16 años y comprobar que ahora son hombres hechos y derechos. Son una maravilla tanto a nivel deportivo como a nivel personal».
El momento más feliz
Juan Carlos responde a la pregunta más complicada que hacemos a nuestros entrevistados: ¿Cuál es el momento más feliz que has vivido como entrenador?
Tras pensarlo por unos instantes, declara: «Voy a remarcar dos momentos. Uno es el ascenso a categoría nacional con el juvenil. El otro es el momento en el que se confirmó que subíamos a Tercera División tras el palo del playoff, fue una liberación para mí».
Deseamos toda la suerte del mundo a Juan Carlos y sus chicos del Imperial de Bonete, ejemplo de esfuerzo deportivo y geniales embajadores del nombre de Almansa. [Entrevista realizada entre Jose Manuel García y Víctor Gil]
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