Se celebró el juicio contra un ya exprofesor, sin antecedentes y de mediana-avanzada edad, del Conservatorio de Música Profesional de Almansa por supuesto delito de agresión sexual contra una menor de 17 años por el que la fiscalía pide dos años y seis meses de prisión además de 5 años de libertad vigilada y 8 de inhabilitación. En la Sección Segunda de la audiencia provincial de Albacete se abrió y cerró para sentencia el litigio en el que tanto acusación como defensa pudieron exponer sus posturas. En líneas generales, el testimonio de la menor afectada sigue intacto cuyas palabras mantienen «toda la coherencia necesaria» para ser consideradas como verídicas según la fiscalía, mientras que la defensa del acusado afirmó que no es ilegal «dar abrazos, o llamara a alguien guapa», indicando que la acusación está «sacada de contexto».
Escrito de la fiscalía
En líneas generales, el escrito del Fiscal aseguró que mediante una relación de profesor-alumna que duró desde 2019 a 2022 (salvó en 2021-2022), incluyendo la pandemia y sus clases online, se llegó a una situación de incomodidad para la víctima e incluso abuso cuando el 28 de octubre de 2022, cuando tan solo llevaban 5 clases del curso, presuntamente el mentor abrazó y tocó el pecho de su alumna «disculpándose después por ello alegando que no se había podido controlar». En esa misma denuncia primera que se realizó a la Guardia Civil, se indicó también que en múltiples ocasiones el profesor la llamaba guapa y que incluso le había seguido por redes sociales, pidiéndole fotos personales por ese mismo canal.
Defensa del acusado
En el juicio que ya ha quedado visto para sentencia, la defensa y el acusado alegaron que el profesor solía dar abrazos a sus alumnos para saludarlos y despedirlos tras las clases como algo habitual y como gestos de apoyo. En cuanto al hecho de seguir a la víctima por redes sociales, alegó que lo hace con otros alumnos tanto para interesarse por su vida personal «sus gustos» y así saber «cómo motivarlos». Sobre la petición de la fotografía aseguró que era para hacer una especie de orla, que faltaba la foto de la víctima y de otra compañera. Hay que remarcar que desde el Conservatorio no se aconsejan ninguna de estas prácticas: ni pedir redes sociales, ni fotos, ni números privados. Algo que la fiscalía recordó en el juicio.
Sobre el presunto hecho delictivo del tocamiento, reconoció haberle dado un abrazo pero negó tocarle un pecho, asegurando que sus disculpas y su expresión de «no poder contenerse» escrito por la fiscalía fue que «casi no se puede contener de darle un abrazo en la clase grupal». El acusado declaró que siempre pedía permiso a su alumnado antes de dar abrazos.
Visto para sentencia
El juicio ha quedado visto para sentencia y la noticia ha tomado relevancia a nivel nacional.