Los zapateros y las zapateras de Almansa marcharon en manifestación, bajo la convocatoria de los sindicatos CCOO y UGT, a la plaza de Santa María, durante la tarde del 21 de julio, para exigir a la patronal mejoras en las condiciones a incluir en el nuevo convenio estatal del calzado. Al lugar de la concentración acudieron cientos de personas que llenaron el trayecto entre la escalinata del castillo hasta la Iglesia de la Asunción. Así mismo, se sumaron autoridades políticas como Fran Valera, vicepresidente de la Diputación de Albacete; Manuel Serrano, secretario general del PSOE en Almansa; Cristian Ibáñez, líder del grupo municipal Izquierda Unida y representantes de Podemos Almansa. También asociaciones locales como COESPE Pensionistas de Almansa o Almansa Feminista.

«Bienvenido pueblo de Almansa», comenzó Gracia Martínez, integrante de CCOO. «Veo aquí muchísima gente, no solo trabajadores y trabajadoras del sector del calzado, sino también personas particulares que tienen otros trabajos y otras profesiones, familiares y amigos, vecinos, asociaciones, partidos políticos… Quiero felicitaros por ser responsables, por haber entendido que el problema traspasa al propio sector y que afecta a la totalidad de la economía de Almansa. Su sostenibilidad depende del sector del calzado. Su sostenibilidad depende de los 3.000 trabajadores y trabajadoras que pierden dinero. Quieren que trabajemos a cambio de pobreza y de eso nada, ¡salario o conflicto!», jaleó.

Francisco Javier González, secretario provincial de UGT Albacete, intervino para pedir que cese la «precariedad» porque «queremos un convenio junto, salarios dignos y que se repartan las riquezas que se quieren quedar los empresarios». Apuntó también que «en la anterior crisis salimos todos juntos, pero ahora solo quieren salir ellos. Necesitamos cláusulas de revisión salarial, que no sean egoístas y que firmen un convenio adecuado a las necesidades del momento. Porque se quejan de que hay inflación, cuando son ellos los que han subido los precios de los productos, que pagamos nosotros. Unas 3.000 familias vivís de este sector que es vanguardia a nivel nacional y necesitamos un convenio que les de justicia social». Y vaticinó: «Vamos a tener un otoño caliente. O salarios, o conflicto, y esta es la muestra».

Carmen Juste, secretaria general provincial de CCOO Albacete, subrayó que el calzado es «un sector que da de comer a muchísimas familias y que aguanta ante la cerrazón de una patronal que se niega a acabar con las condiciones indignas», que «no quiere subir el salario, mientras se realizan jornadas extenuantes y luego se quejan de que no encuentran profesionales». Por todo ello, reivindicó que «un sector que ha tenido beneficios de manera recurrente en los últimos cuatro meses» tiene que «compensar a sus trabajadores y trabajadoras con una subida salarial ante la perdida de poder adquisitivo». Así mismo, felicitó a Gracia Martínez y a Carlos Navalón «por dar la cara, hacer partícipe a la ciudadanía y a Carlos, especialmente, porque está sufriendo la negociación». Y concluyó asegurando que «solo se puede conseguir la subida de una manera: uniéndonos en lucha colectiva. Y a CCOO y UGT los tendréis al lado».

Manuel Rodríguez, secretario provincial de FICA UGT, apuntó que «en comparación con el salario medio nacional», el sector del calzado se encuentra por debajo. Además, también apuntó que la industria en otros países como Italia «nos dobla en salario» y espetó: «Ya está bien de dejar que se aprovechen de nosotros; a la patronal hay que decirle que nos van a ver más veces aquí. Tenemos que salir a las calles, no podemos acomodarnos». Ante esto, se escuchó un «pues convocad una huelga», que fue contestado por su parte con un «pues se convocará una huelga» y apuntó: «Tendremos que estar alerta, porque la nuestra es una causa justa, y os animo a seguir».

Carlos Navalón, de CCOO Almansa, responsable de la Industria y miembro de la mesa de negociación del calzado, agradeció la participación y actualizó el estado actual de las relaciones. «Lo último que se nos dijo es que la situación es la misma y no hay previsión de reuniones próximas, que lo que hay encima de la mesa es lo que hay, que si nos gusta lo tomemos y que si no, lo dejemos. Obviamente, a nosotros esto no nos vale para nada», manifestó. También adelantó que plantearán una reunión a la vuelta del verano. Si la patronal se siente y «dice que no», asegura que comenzarán «un calendario de movilizaciones» y que «no vamos a parar; llegaremos a lo que haga falta».

Navalón enumeró los logros que se pretenden conseguir, como mejoras en la Prestación de Incapacidad Temporal por accidente de trabajo (que en vez de darse desde el segundo día hasta el cuarto mes, llegue al año). En segundo lugar, buscan mejoras en las condiciones de los fijos discontinuos porque «o lo dejamos todo claro o se aprovecharán, cuando no se pueden permitir contratos de seis meses de trabajo porque no hay una temporada en el calzado». Así mismo, se pretende acabar con que «se acojan al horario flexible para cambiar una hora de flexibilidad por una normal. La primera hora tiene que tener un plus del 15% y la segunda del 25%, no se las podemos dar gratis».

De ahí paso a lo que él llamó «los temas estrella», que son la jornada y el salario. «El convenio del calzado es el segundo convenio de la industria que más horas tiene, por encima de la marconería y el cuero; del textil, que tiene 26 horas menos; de los curtidos, con 16 horas menos… somos el que más horas trabaja. Hay que reducir la jornada pero ya», remarcó. Y recordó que «nos costó mucho reducir cinco horas en el último convenio. Este año queremos reducir 12 horas». En cuanto a los salarios, dijo que 14.800 euros para el nivel 1 y 16.300 euros para el nivel 5 son «salarios muy normales» y que con una subida del 4% «no vamos a subir la inflación».

Además, apuntó que «tenemos que tener cláusulas para que si el IPC se va por encima, nosotros vayamos ganando poder adquisitivo», pero «ellos no lo ven». Y finalizó: «¡Se quejan de que no encuentran gente! Pues normal, si tenemos unas jornadas que son las más altas y salarios normalitos, la gente joven no quiere trabajar en el calzado. Pagar más. No hay otra». Asimismo, Navalón animó «a esas empresas en las que no existe representación sindical a que la tengan, porque que es importante. Cuando no se conocen los convenios, no se protesta por los derechos. Siempre que hay delegados, se gana en condiciones en el trabajo».