Almansa no siempre contó con un hospital en funcionamiento. Tampoco con las garantías para cumplir con los servicios sanitarios básicos. Así lo  recordarán muchos almanseños y almanseñas. Sobre todo aquellos que ya llegan a cierta edad. El complejo hospitalario actual se inauguró hace quince años, pero el camino que condujo a dicho momento se comenzó a dibujar varias décadas antes por la necesidad de una mejora en la cobertura médica a la que podían acceder los almanseños y sobre un movimiento reivindicativo que propulsó las demandas más allá de la propia comarca. Foto | «1976-1986: Almansa en la década de la transición» de Juan Luis Hernández Piqueras editado por Torre Grande.

Así se comenzó a pedir un Hospital en Almansa

Hace 45 años, en 1977, se inauguró el edificio de lo que se conoció como «nuevo hospital» sobre el terreno donde antaño se levantó el Hospital San Juan, espacio en funcionamiento hasta 1964 pero que tuvo que dejar de utilizarse dadas sus instalaciones obsoletas. La construcción del centro hospitalario comenzó en 1972 y se antojaba de primera magnitud. Hasta entonces, desde que se abandonara el edificio previo, fue la actual Casa del Pueblo, en la plaza Rey Don Jaime, la que hizo las veces de lugar de asistencia médica.

A esto hay que sumar que el subsector del seguro obrero -la cobertura sanitaria para los trabajadores en caso de vejez o enfermedad- se suprimió en Almansa en los años 50, derivando en una protección en caso de accidente bastante escueta. El nuevo hospital serviría como solución a las deficiencias del sistema en el municipio y a modo de reclamo para que la Seguridad Social reestableciera las prestaciones recortadas. Sin embargo, estas peticiones fueron obviadas durante largo tiempo.

Con las obras acabadas en 1974, las conversaciones con la Seguridad Social apenas habían avanzado y se tuvo que esperar tres años más para que el edificio albergara el primer nacimiento de un niño, sin hablar del retraso para desarrollar el resto de competencias. Desde Almansa se exigían los mismos servicios y recursos que se facilitaba a las grandes ciudades, pues las cotizaciones que aportaban los ciudadanos eran iguales a las de habitantes de núcleos de mayor tamaño, aunque la Administración Pública no tenía ninguna intención de comprometerse con el centro. A partir de entonces, la causa se convirtió en una de las principales banderas ondeadas por la ciudadanía de Almansa.

Una movilización social imparable

No solo a partir de asambleas vecinales, de sindicatos y de amas de casa, sino también con el apoyo de los ayuntamientos de Montealegre, Higueruela y Corral Rubio. De esta manera, el movimiento cogió fuerza y se fue desligando de la gestión del propio Ayuntamiento local para recaer principalmente en los colectivos mencionados. Comenzó así un periodo de movilizaciones entre 1977 y 1982, en las que se clamaba ya no solo desde Almansa sino en toda Castila-La Mancha por una sanidad que cubriera las necesidades de todos independientemente de su nivel adquisitivo, acercando los servicios al paciente y con un control legal sobre el trabajo de los médicos para proteger a los enfermos.

Grandes manifestaciones por el Hospital en Almansa

En este tiempo, cabe destacar el evento del 2 de noviembre de 1978. Una histórica manifestación secundada por más de 3.000 personas en Almansa. También se debe recordar el encierro de trabajadores sanitarios en las instalaciones del nuevo hospital durante 60 horas en 1982. Otro acto de protesta tuvo lugar con una nueva movilización el 7 de junio de ese último año.

No obstante, ni manifestaciones ni proclamas sirvieron en ese entonces para desbloquear la situación. Ni con un color político en el gobierno de la Nación ni después de que este cambiara, Almansa siguió sin hospital reconocido, y así seguiría durante más de dos décadas. En 1983, el Instituto Nacional de la Salud -encargado de la gestión sanitaria en el país- declaró «inviables» las pretensiones almanseñas. Como contraprestación ofreció la posibilidad de articular el edificio en cuestión como «Centro de Salud», consideración que posee dicho espacio hasta nuestros días. Esta decisión dio carpetazo durante un tiempo a la lucha de la población, que aún tendría que financiar a partir de sus salarios particulares la instalación de calefacción en el edificio entre 1983 y 1985 para que pudiera comenzar a funcionar con todos sus servicios a punto ocho años después de su inauguración.

Manifestaciones desde el 1978 hasta el 2001

Diez años de trabas y de instituciones mirando hacia otro lado desbarataron las reivindicaciones sanitarias en Almansa durante la década de la transición. Aún con esto, el resultado de todo ese esfuerzo se vería plasmado años después. El empuje que nunca perdió la sociedad almanseña a pesar de las constantes negativas no caería en saco roto. Nuevas movilizaciones en la calle enarbolaron las mismos viejos objetivos de conseguir un hospital comarcal en junio de 2001. Finalmente, se aprobaría el proyecto del hospital, poniéndose su primera piedra en abril del año 2003.

Inauguración del Hospital de Almansa y su defensa ante la privatización

El Hospital General de Almansa quedó inaugurado el 23 de febrero de 2007, cumpliendo así con una exigencia largo tiempo defendida y propulsada por la ciudadanía. Y fueron los mismos habitantes de Almansa los encargados de oponerse de plano a una propuesta de privatización del mismo en el año 2011. Ante la posibilidad de perder el carácter público del centro, uno de los rasgos principales con los que contaba la reivindicación histórica, el pueblo volvió a salir a la calle. Hoy, 45 años después de la inauguración del edificio que no pudo ser hospital, y tras quince años de la apertura definitiva del complejo hospitalario, podemos decir que tanto el avance sanitario en Almansa como su mantenimiento actual son un logro posible gracias a la presión de su gente.

Datos extraídos de «1976-1986: Almansa en la década de la transición» de Juan Luis Hernández Piqueras, webs de la Seguridad Social y Mapa de la memoria democrática de Albacete, y de la publicación «La Seguridad Social y la sanidad en Almansa» de Luis Gil López.

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