Acabado el periodo de 36 años que duró la dictadura, España se abrió a la democracia y a las votaciones populares para decidir el futuro del país. Las elecciones para instaurar gobiernos nacionales se convirtieron en tónica cada cuatro años, pero no fueron los únicos procesos de este tipo. Más allá, también surgieron otro tipo de consultas ciudadanas que supusieron hitos de relevancia, si cabe mayor, para la vida de los españoles. Hablamos de los referéndums, dándose tres Almansa en la década de la Transición, entre 1976 y 1986, y en este texto nos acercaremos a cómo se desarrollaron en la localidad. Foto | “1976-1986: Almansa en la década de la Transición”, de Juan Luis Hernández Piqueras y editado por Torre Grande
Los primeros referéndums con garantías en España
Este proceso se ha repetido en seis ocasiones durante la historia reciente. Dos en el franquismo, tres en la Transición y uno posterior. El primero que aquí se valora es el que trató la Reforma Política del Estado español en diciembre de 1976. Es decir, la consideración de si España debía pasar de dictadura a democracia. A la pregunta «¿Aprueba el proyecto de Ley para la Reforma Política?», de 10.612 electores participantes en Almansa, 10.164 fueron partidarios del sí. La mayoría de la población ansiaban el voto tras el franquismo y así quedó reflejado con un 95,8% favorable en las urnas. Además, participaron 89% de todos los almanseños que podían hacerlo.
Si bien estos primeros comicios se celebraron sin partidos políticos ni sindicatos todavía legalizados, los organizados dos años después para ratificar la nueva Constitución Española sí contarían con dichas organizaciones ya implantadas. Y de nuevo en el mes de diciembre, esta vez de 1978, a la pregunta «¿Aprueba usted el proyecto de Constitución?», el pueblo volvió a contestar «Sí». Concretamente el 92,7% de los casi 11.200 vecinos que votaron. Por el camino entre ambos referéndums se produjeron las primeras elecciones generales al Gobierno de la nación, que ganaría el partido de Unión de Centro Democrático de Adolfo Suárez. Con todo esto, los españoles empezaban a desarrollar el hábito de pasar por las urnas para decidir sobre su futuro político y social. Incluso la inmensa mayoría de los partidos políticos pidieron el «Sí » al referéndum, trayendo a miembros importantes de las organizaciones a Almansa durante la campaña para movilizar al voto.
De la Constitución emanarían las reglas para desarrollar los referéndums a partir de 1979 y se resaltarían tres casos en los que se contemplaría su uso. En el primero de ellos, para debatir asuntos importantes a propuesta del Gobierno, el proceso pasaría a tener una naturaleza consultiva, donde la respuesta más votada no se convertiría necesariamente en mandato legal. Aunque sí condicionaría la decisión política posterior. Otro motivo estaría vinculado a cambiar determinados artículos de la Constitución existente. Este sí se traería consigo la obligación de convertir el resultado en una realidad, aunque por el momento no se ha producido ninguno así. Por último, quedaría el referéndum para votar la reforma de un Estatuto de Autonomía de una Comunidades Autónomas. Sería también vinculante, siempre tras la necesaria autorización previa del Gobierno.
Referéndums de Almansa durante los 10 años de Transición
El referéndum de 1986 de permanencia en la OTAN se corresponde con el primero de los casos presentados en el párrafo anterior y es el último de los referéndums celebrados en Almansa durante la Transición. Una consulta no vinculante. España se adhirió a la Organización militar del Tratado del Atlántico Norte en 1982 con el desacuerdo del PSOE desde la oposición. Cuatro años después se votaría su permanencia con dicho partido en el Gobierno, siendo además el único que defendió abiertamente el «Sí». Mientras, Alianza Popular se abstendría y fuerzas de izquierdas como el PCE abanderarían el «No».
A pesar de lo defendido por Felipe González desde la ejecutiva nacional, los, políticos almanseños no suscribieron la misma postura. Algunos llegaron incluso a firmar un manifiesto de la plataforma Anti-OTAN, y el alcalde Virginio Sánchez se negó a realizar campaña a favor de la permanencia. Ya fuera por no sentir tan cercano el tema, o porque los políticos no se pronunciaron abiertamente o fueron más ambiguos, la participación fue menor. El «Sí» vencería con 6.604 votos, pero la plataforma Anti-Otan conseguiría 2.800.
Avances hasta alcanzar votaciones democráticas
El último de los referéndums a nivel nacional se organizaría después, en el año 2005, para ratificar el Tratado que estableció una Constitución Europea. Para llegar a interiorizar el acto de votar en España se ha tenido que pelear y avanzar mucho. Ahora, cada 4 años hay votación para tres procesos de elecciones, nacionales, autonómicas y municipales, y cada cinco al Parlamento Europeo. Pero hasta alcanzar este punto, se tuvieron que lograr hitos como el sufragio universal masculino en 1868, y el reconocimiento del femenino mediante la Constitución de 1931.
Almansa ha atravesado esta historia electoral igual que cualquier localidad española, con sus particularidades y similitudes. Si bien, las cifras consultadas son esclarecedoras: el pueblo en la Transición quería votar y votó «a conciencia» y «con conciencia». En los dos primeros referéndums mencionados, la participación almanseña excedió y por mucho las cifras de participación nacionales. Según los datos, un 89% frente al 77% en el de 1976, y un 82% frente al 67% en 1978. En el de la OTAN, también se superó ampliamente la votación nacional. Una muestra del compromiso de los ciudadanos con el desarrollo del vigente sistema democrático.
Información e imágenes extraídas de “1976-1986: Almansa en la década de la Transición”, de Juan Luis Hernández Piqueras y editado por Torre Grande.