David Mira Valiente es uno de los mejores triatletas de España en la categoría junior (esto es, menor de 23 años). Así lo piensa la Federación Española de Triatlón, que le citó como integrante de su equipo para participar en la Copa de Europa celebrada en Melilla, el pasado mes de marzo. Hasta el momento presente este almanseño de 18 años compagina sus entrenamientos, más de uno al día cada día de la semana, con sus estudios de mecánica y prácticas en un taller. A pesar de su juventud defiende la necesidad de conseguir formación académica para labrarse un futuro.
No todo buen deportista consigue ganarse la vida como profesional, más complicado aún en un deporte como el triatlón donde no se genera tanto dinero y solo unos pocos alcanzan ese puesto de privilegio. A partir de su experiencia, David expone qué dificultades puede encontrar quien se plantea ser profesional en un deporte minoritario, los sacrificios que hay que adoptar para conseguirlo y la importancia de entrenar tanto la mente como el físico.
Enhorabuena por la clasificación. ¿Cuál fue tu reacción justo después de conseguir el tiempo que te permitía estar en el Campeonato? ¿Cómo te sientes ahora que ha pasado algo de tiempo?
Al principio ni me lo creía. Volví un día a casa y estaban allí mi tío y mi madre. “Te han cogido para el campeonato de Europa”, me dijeron. Yo pensé que me estaban gastando una broma, aunque después me enseñaron la lista de participantes y es ahí cuando les creí. A partir de ese momento, muchos nervios. Ahora que ha pasado el tiempo, muy contento de la marca que conseguí allí y de haber corrido junto a la gente que allí estuvo, que son los mejores de Europa.
¿Crees que eres un deportista de élite?
Un deportista de élite creo que son los que al final viven del deporte, y en España en triatlón están los cinco primeros del país. Son gente que no hace otra cosa, no tienen otro trabajo, se levantan por la mañana y su rutina es entrenar. Y yo los llamaría más deportistas de alto rendimiento que de élite. Pero también los hay que entrenan de forma seria para competir, pero que luego tiene su trabajo fuera porque no puede vivir del deporte.
¿Cómo es compaginar tu trabajo con un entrenamiento como el que se necesita para el triatlón?
Cuesta sacar sesiones largas de entrenamiento durante la semana, pero si hay que madrugar se madruga y si hay que acostarse tarde, pues se acuesta uno tarde. Hay que sacrificarse para conseguir lo que uno quiere. Y llegado el fin de semana te vas a la cama temprano porque el sábado tienes que madrugar para hacer cuatro horas de bici. Y después renuncias a planes con los amigos, porque el domingo temprano tienes que volver a entrenar.
¿Cuál es tu rutina de entrenamiento?
Por un lado, tengo un entrenador de Alicante que diseña y manda los entrenamientos, y yo los sigo desde Almansa. Además de él, en el pueblo tengo a otro entrenador que puede estar conmigo, que me controla, me conseja y me anima. Y sobre sesiones de entrenamiento, hago cuatro días a la semana de natación, dos de bicicleta y otros dos más de carrera. Tienes que preparar el cuerpo pero también tienes que poder organizarte bien para poder planificar todas las sesiones de entrenamiento y los tiempos de descanso necesarios. Hay días en los que sacas hasta dos o tres sesiones de entrenamiento. Pero cuando llegas al objetivo y ves que las cosas han salido bien, merece totalmente la pena.
¿Se entrena también el apartado mental?
El trabajo psicológico es muy importante. Hablar con el entrenador, que haya comunicación entre los dos y transmitir todas las sensaciones que yo tengo al entrenar. Eso permite que semanalmente los entrenamientos se adapten a como yo me encuentro. Y en caso de bajón anímico, para mí es muy importante que me apoye mi familia y la gente cercana. En algún caso se me ha ido la cabeza un poco y han tenido que hablar conmigo.
¿Te has llevado decepciones dentro del triatlón? ¿Alguna que recuerdes en particular?
Después de acabar dos competiciones el pasado año me sentí mal porque no salieron las cosas como yo esperaba. Tuvo que venir a hablar conmigo el entrenador. Principalmente después del campeonato de España de distancia sprint, en Cartagena. Me decepcioné mucho y estuve un par de semanas sin entrenar hasta que hablaron conmigo y me volví a centrar.
¿Qué es el triatlón para ti? ¿Te ves dedicándote profesionalmente a ello?
Lo veo más como un hobby. Está muy bien competir a alto nivel y realmente sí me esfuerzo para ello, pero tanto como para ser deportista de alto rendimiento a futuro … no sé, no me veo viviendo del triatlón. Al final es mucho sacrificio, dejar todo atrás y solo entrenar y pasar mucho tiempo fuera de tu casa. Y eso realmente no me gusta. Yo prefiero enfocar mi vida de forma distinta. Quiero aprovechar todas las facilidades que me pueda dar el triatlón, disfrute, la vida saludable a la que te obliga … pero compaginándolo con mis estudios.
¿Qué metas tienes ahora después de conseguir competir en la Copa de Europa?
Este año priorizamos el campeonato de España de Distancia Olímpica, a ver si puedo repetir al menos la marca del año pasado, que es quedar entre los 15 primeros. Otro objetivo es clasificar para el campeonato de España de distancia sprint en categoría élite, con los mejores de España de todas las edades. Y dependo de las posiciones que saque este año para que me puedan conceder la beca e irme a Albacete a seguir estudiando.
¿Qué se le puede decir a un chaval joven que quiera entrenar para ser deportista profesional o de alto nivel? ¿Y dentro del triatlón en particular?
Varias cosas. Lo principal es que tengan las cosas claras, saber qué se quiere e ir a por ello. Tienes que priorizar muchas cosas y tener muy buena cabeza para entrenar y llegar a donde se quiere. Otra cosa, que la familia es lo primero y su apoyo es muy importante. Y tener mucha paciencia. Muchas veces las cosas no salen como uno quiere, va a haber una caída, una lesión o una mala competición en un momento clave. La suerte también existe, pero hay que tener paciencia y si se entrena bien algún día las cosas saldrán.
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