Hoy hablamos y contemplamos en su estudio la obra de Vicente J. Rosique De Paz, artista polivalente almanseño, cuya firma se halla estampada en murales de nuestra ciudad, a lo largo del país y más allá del océano Atlántico.

Rosique, artista desde niño

Ya desde su niñez, apuntaba buenas maneras con un lápiz. A los 7 años ganó su primer concurso, de christmas de Navidad en Radio Nacional. Siendo adolescente se enamoró del cómic, de autores europeos y del underground americano; todo esto le llevó a convertirse en un coleccionista obsesivo. Junto a varios amigos publicaron un fanzine llamado Carcoma, lo narrado sucedió en los años 90.

Volar para seguir creando

Su inquietud le hizo salir de Almansa para buscar otros lugares donde conocer y vivir nuevas experiencias: Alicante, Madrid, Salvador de Bahía en Brasil, Palma de Mallorca, Buenos Aires y Montreal. Fue en El Ampurdán en Cataluña, donde fue encargado de un club de jazz; la música era otra experiencia que lo llevó a aprender a tocar el saxofón. Allí conoció a Lamin, un gran amigo africano, natural de Gambia; al ver como dibujaba, le comentó algo que Vicente no ha olvidado nunca: «Si yo pintara así, no tendría jefe». Fue allí y en ese momento cuando tomó la gran decisión de su vida: «Quiero vivir y dedicarme plenamente al arte».

En Barcelona, en el año 2006, trabajó en una empresa de telefonía como caricaturista para ferias y eventos de promoción. Fue enlazando diferentes trabajos hasta que decidió volver a Almansa.

Una firma que embellece toda Almansa

Hace 15 años y ya en Almansa, se planteó el dibujo y la pintura como su forma de vida, dedicándose desde principio a realizar grandes murales como el que está en la Avenida de Ayora y en la fachada de Sendra Boots. Otros más les han seguido, como en la bajada de la estación dedicado a la música y en la misma estación con otros dos murales más de grandes dimensiones, uno más para Sendra y otro pintando las casas que antiguamente estaban en el mismo lugar. A partir de estos trabajos irá enlazando más proyectos; ahora pinta en exteriores y en interiores, todo con un sello personal que no pasa para nada inadvertido.

Su constante evolución le lleva a ver nuevas posibilidades. Diseña, decora interiores y crea esculturas nada convencionales. Últimamente se centra en trabajos de ilustración donde toca diferentes temas (ha vuelto a crear otro cómic) sin abandonar nunca su característico estilo propio; trabajos que compagina con pinturas y dibujos que nunca olvida.

El arte busca la expresión

Tiene grabado en su memoria unas palabras de su abuelo que le influyeron sobremanera:

El arte y el oficio no son la misma cosa
Aunque todo arte necesita su oficio
Y todo oficio necesita su arte
El oficio busca la perfección
El arte busca la expresión y la creación.

Un pensamiento, una idea, es lo que el plasma y diseña algo diferente y creativo como forma de expresión. Solo agradecerte, amigo Rosique, tu tiempo y el volverme a abrir otra vez tu casa, que también es taller, estudio, museo y exposición permanente de enorme arte. Por Pedro Fito. 

Reportaje fotográfico en el taller de Rosique