Los trabajadores y trabajadoras de CRISNOVA Vidrio, de Caudete, siguen en su lucha por conseguir un convenio colectivo en la planta de la vecina localidad. Desde la organización de los trabajadores aseguran que la empresa «da por finiquitada» la negociación y aseguran que se «les amenazó» para que no siguieran filtrando el proceso a los medios de comunicación. «Esta nueva postura en la negociación y la no aceptación de negociar siquiera algunos puntos nos vuelve a confirmar que no existe voluntad real de negociar nada, solo de imponer sus propias líneas o palancas», aseguran desde el comité de empresa.
El «arduo y largo» proceso de negociación de Crisnova Vidrio (Grupo VIDRALA) por un nuevo convenio colectivo en la planta sigue en su postura de imposición por parte de la Dirección de empresa, quien ya considera el proceso por finalizado. «Se nos ‘amenazó’ con cierta intención para dejar de informar a los medios de comunicación, puesto que podemos entrar en un problema de difícil salida y complicar todavía más, si cabe, un posible buen acuerdo», advierten desde el comité.
Los trabajadores organizados declaran que existía «cierta prisa» por la inminente fecha de celebración del juicio por el conflicto colectivo abierto contra la empresa por sus trabajadores/as el año pasado, en principio para el día 22 de septiembre. «La dirección pretendía que desistamos en la demanda (no quedaría mancha en el expediente empresarial), puesto que de lo contrario y fuese cual fuere la sentencia deberemos sufrir las consecuencias y una nueva postura de negociación. Dirección consiguió que al menos se aplazara esta cita bajo la apariencia de un inminente acuerdo, que luego, lejos de plasmarlo en una propuesta que pudiera resultar definitiva, presentan poco menos que un despropósito sin sentido y sin tener en cuenta lo hablado en la última reunión de negociación», narra el comité en nota de prensa.
«Desde la representación de los trabajadores/as estábamos convencidos de poder llegar a un posible acuerdo, consiguiendo también la empresa la aceptación de varias de sus grandes peticiones; las nuevas incorporaciones no cobrarían el concepto de beneficios en su nómina y la plantilla actual lo vería congelado a modo de un complemento Ad-personam (lo que haría bajar la masa salarial a medio y largo plazo, como pretende desde un principio la Dirección), además de un acuerdo a largo plazo (8 años, con la positividad de un IPC con diferenciales) y todo tan sólo a falta de verse refrendado en la asamblea convocada para el próximo día 19 de octubre», explican los trabajadores.
Los trabajadores concuerdan en asegurar que el escenario actual en el que se encuentran es complicado: «Las opciones actuales pasan por aceptar la firme imposición de la empresa o comenzar con los paros y movilizaciones, algo para nosotros nuevo y que siempre hemos creído malo para todas las partes».
«Las personas y el entorno psíquico en el trabajo seguirán quedando sólo para lucirse en la fachada de empresa modelo, no nos sentimos en este aspecto protegidos por ella. Definitivamente, esta nueva postura en la negociación y la no aceptación de negociar siquiera algunos puntos nos vuelve a confirmar que no existe voluntad real de negociar nada, solo de imponer sus propias líneas o palancas», explican los trabajadores y se preguntan: «¿Es así como se nos muestra la importancia de las personas para la organización en VIDRALA?».