Almansa se rinde ante «Lullaby» en un espectáculo lleno de comedia familiar | La tarde del sábado, el Jardín de los Reyes Católicos se transformó en una fiesta para toda la familia con el espectáculo «Lullaby», cuyo nombre traducido al español significa «canción de cuna». Este evento de circo callejero, especialmente dirigido a la infancia, logró captar la atención de los más pequeños de la casa y también dejó a los adultos con una sonrisa en el rostro y el corazón lleno de ternura.
El espectáculo comenzó a las 20:30h en la pista de baloncesto del jardín, un espacio que cuesta recordar tan lleno como ayer. Tanto fue así que muchos espectadores tuvieron que conformarse con ver el espectáculo desde las verjas. La expectación se palpaba en el ambiente, minutos antes de que empezara el espectáculo ya quedaban pocas sillas vacías. Todos querían ver qué nos tenía preparado este dúo de acróbatas, un padre y una madre primerizos que, con apenas un carrito de bebé y un trampolín, lograron capturar la atención de todos, sin dejar lugar alguno para la desconexión.
Lo que sucedió después fue un despliegue de habilidades acrobáticas propio de un espectáculo circense. Con saltos y agarres de último momento, los acróbatas demostraron una destreza, fuerza y equilibrio increíbles sobre el trampolín. Pero el verdadero protagonista de la noche fue el bebé, que no parecía dispuesto a facilitarles la faena.
Entre risas y murmullos, los niños de la primera fila estaban completamente hipnotizados. Cada vez que el dúo intentaba realizar una pirueta complicada o un truco en el trampolín, parecía que su pequeño se quería despertar, y así, el espectáculo tomaba un giro inesperado hacia la comedia. «¡Shh, shh que se despierta el bebé!» susurraban los niños al unísono, intentando evitar que el bebé se sobresaltara con los aplausos del público.
El show fue una experiencia única y un fiel reflejo de lo que es la interpretación. A través de la expresión facial y el lenguaje corporal, lograron transmitir emociones e ideas sin necesidad de pronunciar una sola palabra. Además, en un espacio muy reducido, tan solo les bastó con el ancho de la pista para conseguir entretenernos a todos.
El espectáculo «Lullaby» es una reflexión sobre la conciliación familiar, sobre los desafíos que enfrentan los padres (primerizos y no tan primerizos) y, sobre todo, sobre cómo el caos y la torpeza pueden transformarse en momentos de pura comedia. Al final de la noche, tras haber ejecutado las acrobacias más difíciles, el dúo consiguió su principal objetivo: terminar el espectáculo sanos y salvos, y con el bebé dormido.