De la mano de la Asociación Torre Grande, la Oficina de Turismo de Almansa se convertirá en un lugar de encuentro para el diálogo artístico y la promoción de nuestra historia más valiosa con la conferencia magistral titulada «Centenario del escultor José Luis Sánchez, cerrando el círculo», que será impartida por Paloma Canivet, hija y actual custodia del vasto archivo y legado del internacional artista. Tendrá lugar el próximo miércoles, 3 de diciembre, a las 20:00 horas. El acto está enmarcado dentro de la programación especial para 2026, por la conmemoración del centenario del nacimiento del Hijo Predilecto de Castilla-La Mancha.
El respetable podrá zambullirse en un profundo acercamiento a la figura del creador de obras emblemáticas y de tanta relevancia local como La Paz aupada. De la misma manera, Canivet buscará despertar la conciencia local sobre el «tesoro oculto» —aunque muy visible— de arte contemporáneo que la ciudad posee.
Paloma Canivet, natural de Madrid, mantiene una vinculación afectiva profunda con Almansa, lugar de nacimiento de su familia paterna y un constante punto de referencia emocional. Licenciada en Historia del Arte por la Universidad Complutense de Madrid, Canivet ha dedicado más de tres décadas de su carrera profesional al diseño de producto para las tiendas de los museos más prestigiosos, especializándose en joyería contemporánea. Actualmente, sin embargo, su enfoque se ha reorientado hacia la gestión, difusión y cuidado del legado de su padre, José Luis Sánchez.
Su elección de firmar como «Canivet», utilizando el apellido materno, responde a un consejo directo de su padre. Él le sugirió que utilizara el apellido de su abuelo, argumentando que «con el Sánchez te será más difícil». Su madre, Jacqueline Canivet, fue una ceramista que conoció al escultor durante su etapa como becario en el estudio de cerámica que sus abuelos maternos poseían en París.
Para Paloma Canivet, Almansa conforma parte de su identidad al ser el origen de parte de sus ancestros. Un lugar que le trae a la memoria la «profunda emoción que embargaba a sus abuelos con solo escuchar el nombre» del municipio. La influencia del lugar de origen es innegable en la esencia del escultor Sánchez, marcando la infancia y afectando la luz, el paisaje, la gastronomía y la arquitectura. De manera recíproca, la obra del escultor es una «seña de identidad» y forma parte intrínseca de la cultura de la ciudad.
Cerrando el círculo
El título de la ponencia, «Centenario del escultor José Luis Sánchez, cerrando el círculo», emana de un deseo póstumo y muy personal del propio artista. José Luis Sánchez, antes de fallecer, comunicó su explícito anhelo de que sus cenizas regresaran a Almansa. Según recuerda Paloma, su padre lo expresó textualmente: «Para cerrar el círculo, volver al origen».
La charla, dirigida a toda persona interesada, sensible al arte o deseosa de conocer el pasado de su ciudad, busca profundizar en esta conexión esencial. Paloma Canivet ha manifestado a La Revistica su especial interés en que la infancia y juventud pueda asistir, si no en esta ocasión, a lo largo del año del centenario, pues este no es un final, más bien todo lo contrario.
El mensaje que la ponente desea que cale profundamente es la existencia de algo «extraordinario, es decir, nada común y muy especial» en Almansa: su colección de arte contemporáneo, especialmente la escultura, en el entorno excepcional del jardín y el palacio de Casa Grande.
Existe la impresión, sin embargo, de que la ciudad no es plenamente consciente de este valioso patrimonio. La identificación de Almansa con la batalla, el castillo, y las fiestas de Moros y Cristianos está más que afianzada, pero también «hay sitio para el arte contemporáneo y eso es un plus» que añade más valor si cabe a nuestra ciudad. Y cuanto más amplia sea la propuesta cultural de la ciudad, mejor.
El juego constructivo
José Luis Sánchez fue un trabajador incansable y un escultor cuya impronta trascendió las fronteras, proyectándose a nivel nacional e internacional, con obras integradas en espacios públicos desde Madrid hasta Washington, Estados Unidos. Paloma Canivet define el trabajo de su padre como un «juego constructivo». Su estilo se caracteriza por su cercanía a los volúmenes arquitectónicos. En su obra, se observa la «repetición de formas casi como una grafía, como un gesto en el aire», siendo una expresión artística que se puede catalogar como gestual.
La integración de la obra de José Luis Sánchez en la arquitectura no es casual, sino una concepción fundamental de su arte, «entendiendo la escultura como algo que históricamente siempre ha estado ligado a la edificación». Él concebía este arte como un medio que era poco conocido y al que la ciudadanía debía «acercarse e incluso tocar». Esta idea de interacción y tacto, que era vanguardista en su momento, hoy en día es el padre nuestro de las contemporáneas tendencias artísticas. Canivet destaca que esta relación tripartita entre escultura, espacio urbano y ciudadanía fue «crucial para su visión y su reconocimiento mundial».
Un tesoro por descubrir
La importancia de José Luis Sánchez para Almansa es multidimensional. Más allá de su obra dispersa, la ciudad alberga un verdadero «museo al aire libre» en diferentes puntos, destacando especialmente la simbólica Paz aupada, la desgarradora Piedad laica del Cementerio Municipal o la introspectiva Niña sentada, con la que cientos de estudiantes se cruzan cada mañana. Y es que, para impregnar más de su figura la idiosincrasia almanseña, el nombre del artista bautiza un importante centro educativo local de educación secundaria y diferentes módulos.
Paloma Canivet relata que su padre recibió el nombramiento del instituto con «emoción y con orgullo, desde luego». Sin embargo, señala una pérdida de memoria popular: conocedora de que se le conoce simplemente como «Instituto Escultor» a secas, olvidando el nombre completo. La celebración de este centenario, subraya, es un «momento perfecto para restaurar este tema» y, crucialmente, para «dar a conocer más su obra y su persona», en especial al alumnado.
El legado escultórico en Almansa es, según la hija del artista, «algo excepcional y una suerte para la ciudad». La mejor manera de valorar esta colección de arte contemporáneo es, sin duda, conocerla y enorgullecerse de ella. Para lograr este objetivo de valoración y orgullo, la inclusión y difusión en redes sociales es un proceso «necesario y vital». Paloma Canivet ha estado siguiendo este tema durante años y percibe que este punto de difusión es bastante inexistente: «Si no se habla de la obra, si no figura en medios de difusión actuales, si no se publica, simplemente no existe para el público actual».
Y para sentir como propio este legado requiere primero conocer la obra e identificarse con ella para después difundirla como merece. Canivet tiene una gran esperanza depositada en las futuras generaciones, en los pequeños y jóvenes, para que conozcan y se sientan identificados tanto con la obra como con la persona.
El hombre detrás de la obra
Más allá de su inmensa figura artística, José Luis Sánchez era una persona de carácter singular y cautivador. Paloma Canivet lo recuerda como alguien con «un gran sentido del humor, muy culto y extraordinariamente curioso». Estaba al tanto de la actualidad y todo le interesaba profundamente. Era, además, «un gran lector y un melómano apasionado».
Su faceta como padre y mentor también era más que influyente. Desde pequeña, Paloma lo acompañaba a su taller, a las fundiciones, a las galerías de arte, a los museos y a muchos viajes, donde se convertía en el guía ideal. El aprendizaje con él fue integral, abarcando infinidad de temas. Compartían ideas, proyectos, y la hija pedía opinión del padre para intercambiar puntos de vista constantemente.
La celebración del centenario es la oportunidad perfecta para que Almansa honre al artista internacional y redescubra la riqueza cultural que forma parte indisoluble de su identidad municipal. La cita, por tanto, es obligatoria: miércoles, 3 de diciembre, Casa Festera de Almansa (Oficina de Turismo), para conocer de cerca el legado de José Luis Sánchez y ser parte activa del cierre del círculo que lo devuelve, simbólicamente, al origen que tanto amó.
