El doctor Alcaraz Quiñonero explicará las fortalezas y debilidades de «la joya de la corona» del estado del bienestar español gracias a Torre Grande.
El doctor murciano pero almanseño de adopción, Manuel Alcaraz Quiñonero, médico pediatra jubilado y reconocido gestor sanitario, ofrecerá el próximo miércoles 12 de noviembre, a las 20:00 en la Oficina de Turismo, la conferencia titulada «Tenemos un excelente sistema sanitario: mito o realidad». La charla, organizada por la Asociación Torre Grande, busca salir de su «zona de confort» sobre la historia local y su patrimonio, para ofrecer las claves de un área que afecta a la vida personal de toda la sociedad española.
Alcaraz Quiñonero, nacido en Lorca en 1958, posee una perspectiva privilegiada sobre la evolución del sistema. Y es que su trayectoria profesional, según describe con particular gracia, es como si fuera «el niño de los tercios», dividida en tres partes. El Dr. Alcaraz trabajó en atención primaria, así como de Pediatra desde 1987 en el Centro de Salud Mariano Yago de Yecla. En su tercera faceta, la de gestor, dirigió el hospital de Yecla durante ocho años y el Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca en Murcia, un centro de alta complejidad con 1000 camas que da cobertura regional, durante seis años y medio.
Los puntos fuertes del sistema
Cree que la solidez del sistema se basa en los valores que hacen de él un derecho universal y de carácter público. De la misma manera subraya que uno de sus pilares fundamentales es la financiación a través de impuestos, lo que lo convierte en un mecanismo de redistribución de la renta. Destaca que quien más tiene, más aporta, «pero quien más lo usa es quien más lo necesita», reflejando así un principio de equidad y justicia social ampliamente respaldado por la ciudadanía, como demostraron las mareas blancas surgidas ante los recortes y la desfinanciación del sistema.
El pediatra destaca como uno de los grandes avances la humanización del sistema sanitario. Explica que se ha pasado de considerar al paciente y su familia una molestia a promover hospitales abiertos y participativos, donde, por ejemplo, los niños ingresados pueden estar acompañados por sus padres. Este cambio, afirma, busca reducir desigualdades y garantizar una atención más cercana y equitativa. Todo ello lo puede contar desde la experiencia propia y desde el amplio conocimiento técnico e histórico. Sin duda, escucharlo es un auténtico deleite para los oídos interesados en esta temática.
Lo que queda por mejorar
A pesar de estas fortalezas, Alcaraz Quiñonero identifica debilidades estructurales cruciales. Su principal conclusión es que «la coordinación entre autonomías es uno de los de los agujeros negros que tiene nuestro sistema nacional de salud». Esta falta de coordinación es evidente «no solamente entre regiones, sino también entre dispositivos asistenciales», incluyendo la Atención Primaria, la atención hospitalaria, la salud mental y el sector sociosanitario.
Los intentos de crear mecanismos de coordinación no han funcionado bien debido a «tensiones políticas». De igual modo, el exgerente critica que el concepto que reza «dinero sigue paciente»—que la financiación circule cuando un paciente es derivado a otra comunidad—«no ha funcionado del todo bien».
Otro gran desafío es la interoperatividad de los sistemas de información. Las autonomías optaron por «sistemas distintos», creando historias clínicas diferentes que no se entienden entre ellas. Aunque los datos son de «altísima sensibilidad», el doctor afirma que, con la tecnología que hay hoy día este problema estaría resuelto, eso sí: si hubiera habido voluntad política, un concepto al que alude mucho el especialista.
Alcaraz advierte que el sistema sanitario atraviesa dificultades derivadas de la falta de profesionales, una situación que responde a un déficit en la formación de nuevos especialistas y que impide garantizar el relevo generacional y que genera las mayores tensiones en los hospitales comarcales, como el de Almansa.
«La receta perfecta no existe, si no ya se estaría aplicando», subraya con simpatía Alcaraz Quiñonero, mismo médico que cree que tras casi cuatro décadas de la aprobación de la Ley General de Sanidad de 1986 (que puso a la sociedad médica en pie de guerra), el sistema sanitario requiere una reforma profunda y urgente. A su juicio, es necesario replantear el modelo de financiación y los mecanismos de coordinación entre niveles asistenciales, con especial atención a la Atención Primaria, que debería consolidarse como el primer nivel de acceso al sistema, garantizando la accesibilidad como principio esencial.
Sin embargo, el exgerente se muestra poco optimista ante la posibilidad de que estas transformaciones lleguen a materializarse. Afirmó que la gran reforma sanitaria pendiente exige un alto grado de responsabilidad y consenso político que, en su opinión, hoy no parece posible alcanzar, pese a que en el pasado la sociedad sí logró un acuerdo general en defensa del Sistema Nacional de Salud.
La charla de Manuel Alcaraz, enmarcada dentro de las actividades de Torre Grande de este otoño, desgranará estos y otros muchos puntos mediante una exposición muy amena. En ella, el doctor utilizará los valores en los que se sustenta la creación del sistema público de salud como eje narrativo para comprenderlo todo a la perfección.



