Juan y Daniel López, abuelo y nieto, comparten instrumento y apellido. Su historia resume el espíritu de esta sociedad en su semana grande
Mientras las primeras hojas del otoño planean hasta el suelo, la Sociedad Unión Musical de Almansa (SUMA) se prepara para celebrar su evento más entrañable: la Semana de la Música en honor a Santa Cecilia en Almansa, patrona del gremio. Fecha que va más allá del concierto y la convivencia, es el reflejo de una herencia inquebrantable, de una tradición que se teje entre las manos de abuelos, hijos y nietos. En el corazón de esta institución, se encuentra una historia contada a seis manos, pero a tres generaciones: Juan López Ortuño, abuelo de 82 años; David López Sánchez, padre y Daniel López Alcocel, nieto, un joven de 14 con prometedor talento. Clarinete en mano, representan el pasado y el futuro de la banda, unidos por un mismo instrumento, un mismo apellido, un mismo sentimiento.
La trayectoria de Juan es un testimonio vivo del sacrificio y la pasión fundacional de la SUMA. Él comenzó su andadura en 1954, en una época donde los recursos y la enseñanza formal eran un lujo inaccesible: «Los músicos adelantados nos enseñaban lo poco que sabíamos, profesores no teníamos». Tampoco había elección personal; te asignaban el instrumento necesario, y a Juan le tocó el clarinete. Fue Antonio Tomás –uno de tres hermanos conocidos popularmente como «los Sonajas»–, quien lo lanzó a la música con una enseñanza diaria y constante.
El camino de aquellos pioneros era arduo. Juan compaginaba los ensayos con la necesidad de mantener a su familia. Al terminar las sesiones nocturnas, Juan recuerda que se iba a casa a seguir utilizando sus manos artesanas, pues era montador de zapatos. A pesar de la dureza, su esfuerzo dio frutos traducidos en una familia extraordinaria.
En su juventud Juan también tocó el saxofón y formó parte de una orquesta que amenizaba comuniones, bautizos y verbenas. Esta música, vivida en grupo y con gran camaradería, generaba momentos estupendamente buenos. De los cinco amigos que eran, ya solo quedan dos. Pero todos ellos, así como Juan, han regalado un legado que trascenderá más allá de generaciones.
La herencia más valiosa
Medio siglo después, Daniel (o Dani) recoge el testigo bajo unas circunstancias radicalmente diferentes. Su amor por la música nació al escuchar a su abuelo y a su padre. A diferencia de Juan, Daniel sí eligió el clarinete, a pesar de que le sugirieron otros instrumentos, siempre quiso seguir los pasos de sus referentes.
Daniel comenzó en la Unión Musical con la profesora Bea, hizo las pruebas de acceso y completó cuatro años de elemental en el Conservatorio de Almansa. Actualmente, se encuentra en tercero de profesional, con la firme intención de estudiar el Superior. Su aprendizaje es exhaustivo y constante, con la fortuna de contar con un profesor en casa: su padre. Daniel admite que lo ayuda «un montón», ya sea lunes o sábado. Además, asimila con orgullo los consejos de su abuelo Juan, que para él siempre fue, es y será «el ejemplo a seguir».
Entre comentarios de amor familiar y alguna que otra lágrima de emoción, la entrevista se vuelve más cómica cuando Juan ríe admitiendo que ya no puede corregir a su nieto, pues Daniel «ya sabe mucho más» que él. El abuelo confiesa sentir «envidia sana» por el nivel del nieto, pero su máxima satisfacción es verlo entregado a la música: «Que no la deje nunca, que siga adelante», pide al aire.

La SUMA es mucho más que una escuela artística; es el principal motor de cohesión social para cientos de músicos. Daniel destaca el inmenso «orgullo» que siente al formar parte de la entidad, sobre todo porque reúne a las tres generaciones de su familia.
Para la juventud, la banda ofrece una intensa vida social. Los ensayos de los viernes, que inician con la banda juvenil y continúan con la banda grande, culminan con cenas entre amigos, donde comparten bocadillos y risas por el pueblo, reforzando la unión en cada «pandillica».
Este sentido de pertenencia se manifiesta con especial fervor en la celebración de Santa Cecilia. Daniel recuerda con una sonrisa de oreja a oreja su recogida de educando. La cúspide de aquel día fue la subida al escenario, donde le acompañaron su padre y su abuelo, sellando simbólicamente la continuidad de la saga familiar en el arte. «Cuando mi nieto era “chiquitico”, lo traía de la mano a los ensayos. Ahora es él quién me enseña a mí».
La música, en esencia, trasciende la técnica y se convierte en filosofía, en una experiencia que roza lo espiritual. Para Juan, después de 83 años, es «una satisfacción, algo que me hace vivir siempre alegre, siempre pensando en la música…». Para Daniel, es «el disfrute de todo; cuando tocas, te emocionas de una manera tan buena que solo puedes gozar». Estos corazones al compás, estas vidas armonizadas son el verdadero tesoro de la Sociedad Unión Musical.

Así vivía la música el abuelo
Para Juan, la música es una satisfacción y vivir siempre alegre. Su estilo favorito es la zarzuela, la escuchaba donde y como podía. En su juventud no tenía artista referente, ya que aprendió del «músico adelantado» de su pueblo allá por 1954. Tras los ensayos, no había mucha tradición social, pues volvía a casa a trabajar como montador de zapatos para sustentar a su familia. Si tuviera 14 años, los utilizaría para estudiar música formalmente, aprovechando los profesores que no tuvo en su época.
Así la vivía la música el nieto
Daniel vive la música como «el disfrute total», prefiriendo tocarla a escucharla. Admira a clarinetistas como Martin Fröst y Pablo Barragán, los escucha en su móvil. A diferencia de su abuelo, su tradición post-ensayo pasa por cenar y dar una vuelta con sus amigos, disfrutando de la vida social que ofrece la Unión Musical. Si tuviera 82 años, afrontaría la música con las mismas ganas de tocar y disfrutar que tiene su abuelo, sintiendo orgullo de representar a las tres generaciones familiares en este arte: «Es mi ejemplo a seguir»
Santa Cecilia, día a día
S15 I Recogida de Educandos. Bienvenida a los nuevos componentes de la Banda Sinfónica a las 15:30.
D16 I Concierto por Santa Cecilia de la Coral. Auditorio de la Unión Musical a las 19:00.
M18 I Concierto de la Banda Infantil de la UMA y AMAI Sax Cuartet desde las 19:30. Auditorio de la UMA.
J20 I Concierto Alumnado del Conservatorio Profesional de Música. Auditorio de la UMA desde las 19:30.
V21 I Concierto de la Banda Juvenil de la Unión Musical. En el Auditorio de la UMA a las 19:30.
S22 I Concierto de la Banda Sinfónica de la Unión Musical por Santa Cecilia: «Resonancias del Mundo». Auditorio de la UMA, 19:00



