Xenon Spain aterriza en Almansa con Sigue la luz, un espectáculo que convierte los monstruos de la infancia y los temores de la vida adulta en una carcajada. Referente del transformismo, ha pasado por grandes recintos –del WiZink al Palau Sant Jordi– y compartido escenario con Mónica Naranjo o Jorge Javier. Defiende que el humor es una trinchera contra el odio y un puente hacia la igualdad.
P. Dinos, César. ¿Quién es Xenon?
Respuesta. Xenon es una persona luchadora y empoderada, con valores; moderada, pero firme ante la injusticia. Ella intenta hacer el bien desde el escenario.
P. El apellido, ¿por Paco España [travesti en tiempos de Franco]?
R. Sí, y por tantos artistas… El nombre viene de la discoteca Xenon; lo que ahora son los Cines Callao en Madrid, pero que en los años 70 hasta los 90 fue la primera sala «diversa» de España. Significa faro, estrella. Es un guiño a todas las personas que alumbraron el mundo del espectáculo y que han sido luz para muchas otras.
P. Al hilo, ¿qué verá el público en tu espectáculo, Sigue la luz?
R. Un show terroríficamente cómico. Lo que nos daba pánico de peques mirar debajo de la cama, ir al baño por la noche– lo desactivo con humor. Recorreremos escenas de la vida y del cine de terror para demostrar que el miedo no está fuera, sino dentro, en lamente. Y la risa puede con él.
P. ¿El humor también sirve ante violencias reales que sufre el colectivo?
R. Sí. Cuando el odio quiere estar por encima de la libertad y que una persona se odie a sí misma, el humor se convierte en un escudo. La risa te ayuda a combatir en tu pequeño mundo, en tu espacio vital. Se crea una cortina que no hace que aquello que te hace sufrir llegue profundamente a tu corazón.
P. Has actuado en grandes recintos. ¿Qué te provoca un teatro como el Regio de Almansa?
R. La misma ilusión. Cada ciudad es una conquista de igualdad. Me emociona más actuar en municipios sin tradición LGTBI visible, o que no son Torremolinos; ahí es cuando estás llevando la normalidad a los sitios donde realmente tiene que llegar.
P. Serás la primera artista drag en protagonizar una velada en el Regio
R. Un orgullo doble: por el templo escénico que es el Regio y por lo que significa. Vamos a seguir el camino que ya abrió Almansa Entiende, a desmontar leyendas urbanas sobre el colectivo a través de la cultura, el espectáculo y el humor; vamos a dar visibilidad y a ofrecer lo mejor que sé hacer: de reír. Quiero que el público vea normalidad, y, sobre todo, humor. Mi meta es que la gente salga del teatro más feliz de lo que entró.
P. El transformismo, ¿cómo te llegó?
R. Desde niña ya cantaba en los teatros del barrio. Es que el personaje de Xenon es muchó más fuerte que la persona. Me enseñó a convertir el bullying y los daños de la calle en risa; a reírme de mí misma para poder afrontar el futuro con otra cara.
P. De un pueblo de Toledo a Madrid y Torremolinos. ¿Qué da ese viaje?
R. Torremolinos me dio la energía y la esperanza para seguir viviendo. Tuve que dejar mi ciudad porque mi sola presencia podía hacer daño a los míos. No me atacaban a mí, atacaban a «los padres del maricón», a «los sobrinos del maricón». Tampoco crecí en un jardín de rosas, pero hoy mi familia y mi gente están orgullosas. Van a verme al teatro, incluso fletan autobuses. Creo que he logrado que pasáramos de ser «la familia del maricón» a ser «la familia de Xenon». Aunque me hubiera gustado que me quisieran sin tener que demostrar tanto.
P. ¿Cómo ves la evolución del transformismo en España?
R. Positiva en visibilidad, con un aviso: que no sea un boom pasajero. Quiero reconocimiento cultural y laboral: epígrafes adecuados, cachés dignos y que se nos vea como artistas, no como «maricones pintados». Y que no se confundan oficios con identidades. Somos transformistas, no necesariamente personas trans.
P. ¿Cuándo fuiste realmente feliz?
R. Cuando mi padre me miró con orgullo. Pasó de la duda al respeto, y ese día fue el mejor día de mi vida. En general, cuando he visto que mi familia por fin se ha sentido libre de tener un hijo tan guay como soy yo, porque soy súper guay [ríe].
P. Un mensaje para quien sueña con dedicarse al arte, aunque choque.
R. Que cumplan sus sueños, sean del colectivo o no, siempre desde el respeto y el amor hacia los demás. Que nadie les impida ser lo que quieran ser. Si uno elige ser médico, que lo sea con pasión; si elige ser transformista, que luche para ser el mejor. La vida está llena de escalones, pero merece la pena que nos veamos arriba.




