Va a nevar. Dice el refrán que año de nieves, año de bienes. Hoy en día, nuestro más preciado bien es la salud, en eso seguro estaréis todos de acuerdo. Y en este año pasado tan atípico y despiadado, lo hemos podido comprobar.

Los Reyes Magos de Oriente le llevaron al niño, oro, incienso y mirra. Los Reyes Magos actuales traen a los niños, los juguetes o libros infantiles que les emocionan y conmueven. ¿Y los Reyes Magos que han traído a los mayores?, mejor dicho: ¿qué les han pedido y qué les será concedido?

Hoy en día lo más preciado, con los tiempos que corren por el Covid-19 es la salud, la vida. Hemos pedido eso, o tal vez que nos toque la lotería, que nos compremos un coche, o que podamos hacernos la piscina en el chalet, en fin cada uno a su gusto. Y me pregunto yo ¿no hemos tenido desde marzo en que empezó el virus para replantearnos ciertas cosas? ¿No va siendo ya hora de que seamos conscientes?

En este primer mundo, curiosamente el más atacado por la pandemia, hemos vivido felices y hemos comido perdices durante muchos años. Pero eso no era real, era lo que veíamos en los televisores. En realidad, en el mundo hay muchos problemas injustos para otras personas. Guerras, enfermedad, hambre, sequía… Aquí en el mundo que conocemos no es que haya problemas, pero no se acercan ni mínimamente a lo que pasa en otras partes del planeta en cuanto a gravedad.

No digo yo que la igualdad entre hombres y mujeres, los derechos LGTBI no concedidos o el racismo imperante, no sean graves. Y además, añado, si se consiguen avances en estos temas en el primer mundo, con el tiempo llegarán a zonas más deprimidas. Pero estas zonas pobres siempre son las mismas. Me gustaría que nos diéramos cuenta por ejemplo que en Siria ya llevan muchos años en guerra. ¡Por Dios, como sigan a este paso los van a exterminar por completo! Y eso solo es la punta del iceberg, porque hay más guerras, y además se derriten los polos y se está quemando poco a poco la Amazonia.

Por eso espero que los Reyes Magos de Oriente nos traigan más conciencia, más solidaridad, mucho menos egoísmo, más igualdad y mejor reparto de lo que nos ofrece la tierra, para equilibrar un poco el mundo y, así, a todos.

Yo, personalmente, solo espero no contraer el Covid-19; me asusta muchísimo. Quiero salud y tener lo suficiente para poder vivir. Eso no quita de divertirte cuando toque, llorar cuando toque y hacer lo que se tenga que hacer cuando toque.

Quiero que las personas sean medianamente, a ratos felices, los que me rodean y los que no, quiero que los niños disfruten de sus juguetes enormemente. Pienso que está en nuestra mano, ahora que ya está la vacuna, que esto no vaya a más, seamos prudentes, precavidos, que esto no es broma. Que si nos hemos librado del Covid-19 y estamos en este mundo seamos más como decía antes más conscientes, ya sé que tú solo no puedes hacer mucho. Que son los que tienen dinero y poder los que tienen que ser conscientes. Pero tú puedes hacer también algo, ser consciente, coherente en buscar un mundo mejor.

Quizás estoy hablando de sueños, pero es que es tan difícil vivir un poco feliz siquiera, viendo un poco de justicia en el mundo siquiera. No estoy diciendo salir del mundo e ir en contra de todo, estoy hablando de cambiarlo desde dentro, tú, en tu pequeño mundo con pequeños gestos. Todos haciendo eso, quizás hagamos que reaccionen los que tienen la obligación de hacerlo, aunque de momento la eluden. Que no mueva el mundo el dinero, sino los instantes de felicidad, y la solidaridad.

-. Rosa María Sánchez. Almansa.