Opinión: Por una Almansa Inclusiva | Cada 3 de diciembre, el Día Internacional y Europeo de las Personas con Discapacidad nos recuerda los retos que, como sociedad, debemos afrontar para construir un entorno verdaderamente inclusivo y accesible. El manifiesto publicado por el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) para este 2024 señala una cuestión que sigue siendo central: el acceso a una vivienda digna. Pero este reclamo trasciende lo habitacional; es un grito colectivo que abarca derechos fundamentales y libertades básicas, habitualmente vulneradas, en ámbitos como la educación, la salud, la justicia o la movilidad. Almansa, debe de ser parte activa en esta lucha, debe tomar consciencia plena de estas reivindicaciones y adaptarlas a su realidad local.
Vivienda: un derecho aún inalcanzable
El manifiesto de CERMI este año, enfatiza que la vivienda no es solo un espacio donde vivir, sino un eje desde el cual las personas con discapacidad, ya sea física, intelectual o sensorial, pueden construir una vida independiente y plena. Sin embargo, en un país donde el 40 % del parque de viviendas no es accesible, y sólo el 10% se consideran muy accesibles; este derecho sigue siendo un lujo para muchos. En Almansa, los edificios históricos y la falta de adecuaciones urbanísticas ilustran estas barreras, que condenan a una parte significativa de nuestra población a la dependencia y la exclusión.
Para cambiar este panorama, CERMI propone medidas concretas como la reforma de la Ley de Propiedad Horizontal, que obligue a las comunidades de vecinos a realizar obras de accesibilidad sin restricciones económicas. También se aboga por un fondo estatal de accesibilidad y por incluir criterios universales en los planes públicos de rehabilitación. Estas propuestas son, sin duda, necesarias, pero requieren una firme voluntad política y una mayor inversión pública, retos que siguen pendientes tanto a nivel nacional como local.
Más allá de la vivienda: las barreras invisibles
La accesibilidad no se limita a los ascensores; incluye también eliminar barreras sensoriales y cognitivas que dificultan el acceso a la educación, la sanidad, la justicia y, en definitiva, a una ciudadanía plena. En Almansa, las personas con discapacidad intelectual todavía encuentran barreras en el acceso a una formación adaptada; quienes tienen discapacidad sensorial siguen enfrentando una falta de intérpretes o señalización accesible, y la movilidad urbana sigue siendo una asignatura pendiente para las personas con discapacidad física.
El reto no es solo técnico, sino social y cultural
Este año la reforma del artículo 49 de la Constitución Española, sustituyó el término obsoleto, peyorativo e insultante como «disminuido» por «persona con discapacidad», fue un paso simbólico importante. Sin embargo, los compromisos que como españoles adquirimos ratificando el 3 de mayo de 2008 la convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad aprobada el 13 de diciembre de 2006 por la Asamblea General de Naciones Unidas ONU, sigue siendo un marco normativo cuyo cumplimiento pleno está lejos de alcanzarse. Los gobiernos, estatal, autonómico y municipal, deben hacer un ejercicio autocrítico sobre el retraso en áreas como la capacidad jurídica, accesibilidad universal, acceso al trabajo y la eliminación efectiva de toda forma de discriminación.
Desigualdades estructurales y derechos fundamentales
En un contexto donde las personas con discapacidad tienen más probabilidades de vivir en pobreza, las desigualdades estructurales se hacen evidentes. En Almansa, como en el resto del mundo, la falta de oportunidades laborales adaptadas y la carencia de programas de apoyo a la vida independiente evidencian estas brechas. No se trata solo de construir rampas, sino de derribar prejuicios y de dotar a las personas con discapacidad de los recursos necesarios para ejercer derechos fundamentales, como el acceso a una educación inclusiva, a una sanidad adecuada, y a un sistema de justicia que no las discrimine. Evidentemente desde una intervención social a nivel local solamente, no se podrían alcanzar las metas; pero el ejercicio de una plena ciudadanía parte de hacer valer los derechos de las personas con discapacidad desde lo cotidiano.
El tejido asociativo, representado por organizaciones locales y regionales, ha jugado un papel crucial en dar visibilidad a estas problemáticas y en ofrecer soluciones desde la comunidad. En nuestra ciudad, colectivos como asociaciones de familiares y personas con discapacidad han liderado iniciativas para mejorar la calidad de vida de este sector de la población. Sin embargo, su labor no puede ser un parche ante la inacción institucional; es vital que estas organizaciones reciban el respaldo económico, técnico y material que merecen, así como todo el apoyo institucional necesario.
Hacia una Almansa inclusiva
El camino hacia la inclusión es largo, pero las metas son claras. Como sociedad almanseña, debemos asumir que garantizar derechos fundamentales no es una cuestión de caridad, sino de justicia. En Almansa, esto implica un compromiso real para implementar políticas públicas que pongan a las personas con discapacidad en el centro de la acción social. Desde adaptar edificios históricos hasta garantizar transporte accesible y diseñar programas educativos inclusivos, cada paso cuenta.
Este 3 de diciembre debe ser, más que un día de reflexión, un llamado a la acción. Almansa tiene la oportunidad de liderar, a nivel local, una transformación que haga de la inclusión una realidad tangible. Porque la vivienda, como señala CERMI, es solo el campamento base; la verdadera cumbre es una sociedad en la que todas las personas, independientemente de sus capacidades, puedan vivir con dignidad, libertad y plenitud. ES UN RETO QUE NO ADMITE MÁS RETRASOS
Feliz día de las Personas con Discapacidad.
Artículo dedicado a todos los colectivos de familiares y personas con discapacidad que forman el consejo de Personas con Discapacidad Almanseño: ADACE, ADIFAL, PRO SALUD MENTAL, ASPRONA, AFIBROAL, SINDROME 4P-, ASA, DESARROLLO, TDH, AFA, AECC, AMAC, AFEPAL, CRUZ ROJA, AARAL…
JOSE ANTONIO GIL CUENCA Trabajador Social | Master en Discapacidad, Autonomía Personal y Atención a la Dependencia UIMP
¿Son accesibles las calles de Almansa? Este vídeo demuestra que no