Cartas a la dirección | Os comento que se me diagnosticó COVID persistente por diferentes especialistas de la medicina privada y actualmente por especialistas de la pública; en agosto de 2021 la empresa consideró imprescindible presentar la pauta completa de vacunación, pues se contrató a más de 2000 trabajadores en un mismo recinto, un acto preventivo ante la amenaza del virus COVID.

En diciembre de ese mismo año se me diagnostica síndrome agudo respiratorio severo asociado a coronavirus, y comencé a presentar diversas sintomatologías como; Fibromialgia, fatiga crónica, alteraciones cognitivas de expresión y de memoria, fotofobia, migrañas, asma bronquial grave, dolor extremo, temblores en manos que han ido en aumento, parestesias facial puntuales, paralización/ rigidez en las extremidades, dificultad a la hora de ingerir alimentos y medicación, etc. Y desde noviembre de 2023, sufro fuertes movimientos involuntarios y anormales del tipo coreico.

El cuadro que he citado me creó un síndrome ansioso depresivo mayor con episodios suicidas. Mi situación económica se ha visto afectada exageradamente por el abandono de la sanidad pública, ya que tuve que recurrir a la medicina privada para seguir vivo, y ya me siento desamparado y realmente perdido, pues la pública me verbaliza que para mi caso sería conveniente seguir con la asistencia sanitaria privada.

El motivo por el que expreso mi testimonio es para hacer un llamamiento a la colaboración ciudadana ya sea informativa, económica o emocional, visibilizando mi ardua lucha. Un afectuoso saludo.

-Agustín-