Sucedió en el Pleno del Ayuntamiento de Almansa de septiembre de 2020. Izquierda Unida presentó una moción para reducir los costes de las tasas del agua, depuración y alcantarillado. Tras mucho debatir, la propuesta tuvo que ser «mutilada» in extremis. Finalmente, solo se aprobó la creación de una tasa intermedia del agua para comerciantes y hosteleros (que actualmente se acogen a la tasa de uso industrial) con el voto favorable de todos los partidos. A este respecto, Laura Fernández, concejala de IU, compareció ante los medios de comunicación para reprocharle al equipo de Gobierno que no haya convocado las reuniones pertinentes para poner la nueva tasa en marcha.
«¿De qué sirve haber aprobado esta moción cuando, a día de hoy, no hay noticias y no sabemos absolutamente nada de ella? No se ha hablado nada y, como otras tantas mociones, se ha quedado en el cajón», afirmó. La edil izquierdista recriminó que «al Gobierno se le llene la boca proclamando lo solidarios que son con la ciudadanía almanseña», pero no hayan hecho «nada» al respecto.
Fernández consideró que «falta voluntad política» y que «el problema es que sus amigos de Aqualia van a perder dinero, cuando ganan casi 2 millones del euro al año gracias a los contribuyentes». Esto, según ella, «es una prueba más de lo que pasa cuando un servicio público como el agua se deja en manos privadas. Ahora tenemos que estar presionando y proponiendo desde la oposición», achacó.
Fernández hizo referencia a que una situación como la que vivimos, de pandemia y necesidades, es «de vital importancia» actuar. «No puede ser que si los ciudadanos no pueden pagar el agua, no pase nada». Y aseguró: «Ya sabíamos que el PP gobernaba para las empresas, pero nos parece sorprendente que, ni siquiera aprobando esa moción, conseguimos que se muevan. Estoy aquí para decirles que no se nos van a olvidar e instar al equipo de Gobierno a que se convoquen las reuniones y las comisiones pertinentes para que se haga efectiva esta moción».