El 21 de septiembre se celebra el Día Mundial del Alzheimer, evento instituido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y auspiciado por Alzheimer’s Disease Internacional (ADI) en 1994.
En nuestro país, la Confederación Española de Alzheimer (CEAFA) y las Federaciones y Asociaciones miembros, celebran este día la citada conmemoración. Todos los actos que se organizan para su celebración tienen un doble objetivo; por un lado, sensibilizar a la sociedad española acerca de esta “epidemia del siglo XXI”, así como sus consecuencias sociosanitarias.
Bajo el lema “InvestigAcción”, la Confederación Española de Alzheimer plantea sus reivindicaciones y propuestas con motivo del Día Mundial del Alzheimer 2022. El eje central de estas reivindicaciones y propuestas se centra en la investigación.
La importancia del diagnóstico precoz, como punto de partida básico e imprescindible para llegar a tiempo no sólo en la detección de casos, sino, sobre todo, para poder poner en marcha los necesarios procesos de intervención terapéutica que han de dirigirse al conjunto de la familia afectada por el Alzheimer u otro tipo de demencia, es el tema central de la conmemoración de este año. Igualmente, el diagnóstico es la herramienta imprescindible para reducir las cifras que representa el infra diagnóstico de esta enfermedad neurodegenerativa que, de acuerdo con la Sociedad Española de Neurología, puede alcanzar alrededor del 30% de casos sin diagnosticar.
La enfermedad de Alzheimer (EA) fue descrita en 1907 por Alois Alzheimer, neurólogo alemán que describió por primera vez esta enfermedad, y hoy se sigue luchando por conseguir mejores servicios y tratamientos para las personas que la padecen así como para las que las cuidan. Afecta al 5-7% de las personas de más de 65 años. En España más de 600.000 personas están diagnosticadas de esta enfermedad, aunque se estima que el número de afectados puede llegar a 800.000.
La EA es la forma más común de demencia entre las personas mayores, que afecta gravemente la capacidad de una persona para llevar a cabo sus actividades cotidianas. Se trata de una enfermedad degenerativa que afecta a las células cerebrales (neuronas), de aparición lenta, con síntomas que evolucionan a lo largo de los años, y que produce un deterioro progresivo. No se sabe cuáles son las causas de la enfermedad, aunque es más común en edades avanzadas, aumentando el riesgo a medida que la persona envejece.
Gracias a los avances en la investigación de la enfermedad, hoy se conoce más de ella, pero aún el diagnóstico de la EA sigue siendo por estudio de los síntomas de la enfermedad y por exclusión de cualquier otra causa de demencia, no pudiendo establecerse un diagnóstico definitivo en vida.
En cuanto al tratamiento y el cuidado de estos enfermos, conviene mencionar que no existe en la actualidad un tratamiento farmacológico curativo de la enfermedad. Sí hay en cambio tratamientos farmacológicos y no farmacológicos que aminoran la velocidad de progresión de la enfermedad si el estadio es aún temprano.
Los enfermos de Alzheimer requieren de muchos cuidados sanitarios, humanos, ambientales y sociales. En el cuidado diario en el hogar de estos pacientes, cobra especial interés la persona cuidadora, papel generalmente realizado por familiares directos del enfermo, la mayoría mujeres. El paciente necesitará de su ayuda para realizar las actividades cotidianas que no puede realizar por sí mismo, como puede ser vestirse, asearse, alimentarse, moverse.
No hay que olvidar que los profesionales sanitarios de los Equipos de Atención Primaria (personal médico y de enfermería, etc.), fisioterapeutas, psicólogos y otros profesionales, serán los principales apoyos tanto para el paciente como para la persona cuidadora a lo largo de su enfermedad. Por otra parte y a medida que la enfermedad vaya avanzando, pueden necesitarse más recursos para el mejor cuidado de la persona que padece la enfermedad, existiendo diversas opciones que pueden ayudar a los familiares, como son los centros de día, viviendas tuteladas, residencias y ayudas a domicilio.
Cabe destacar que cada vez son más los investigadores, las personas y las instituciones que toman conciencia acerca de la importancia de la investigación científica en el ámbito del Alzheimer, con el fin de conocer dicha enfermedad, conseguir determinar su causa, enlentecer su progresión, reducir los síntomas y en un futuro conseguir su curación.
Las asociaciones de familiares de enfermos de EA, así como otros grupos de apoyo podrán también prestar una inestimable ayuda, dado que están compuestos por personas que han estado o están en esa situación. Ayudarán al enfermo y al cuidador a controlar los síntomas, a entender la enfermedad y las necesidades que se van produciendo. A este respecto, la Federación de Alzheimer de Castilla y León “AFACAYLE”, ofrece un servicio de asesoramiento telefónico 902 51 88 99 para resolver cualquier consulta relacionada con la enfermedad.