Investigan las causas de un incendio, detienen plagas forestales, controlan las vías pecuarias, los vertidos, colaboran con los servicios municipales de emergencias… estas son algunas de las labores de los agentes medioambientales. Y el Gobierno de Castilla-La Mancha ha reforzado su apuesta por la labor de estos «defensores» de la sostenibilidad, ampliando la actual plantilla en la provincia de Albacete a 100 trabajadores. De estos, 9 operan en la comarca de Almansa.

Así lo confirmaron el delegado de la Junta, Pedro Antonio Ruiz Santos y la delegada provincial de Desarrollo Sostenible, Llanos Valero, en un acto institucional de incorporación de tres nuevos agentes medioambientales a este servicio público (Carlos Lapeña Romero, Javier Rodríguez Martínez y José David Dámaso Costa), a los que se les ha entregado las credenciales oficiales y gorras, en el Centro de Recuperación de la Fauna Salvaje; y en el que también ha estado presente el coordinador provincial, Francisco Navarro y uno de los coordinadores adjuntos, Miguel Fajardo.

La plantilla provincial está conformada por un coordinador provincial y 3 coordinadores adjuntos, y cuenta a partir de ahora con 9 agentes medioambientales en la demarcación de Albacete capital; 9 en la Sierra de Alcaraz; 9 en la comarca de Almansa; 10 en el área geográfica de Balazote, 9 en Casas Ibáñez; 10 en Elche de la Sierra; 8 en los Campos de Hellín; 8 en Riópar y finalmente, 12 en Yeste.

Los tres nuevos agentes han sido asignados para reforzar las tareas de este servicio de protección medioambiental en las demarcaciones territoriales de Casas Ibáñez, en la comarca de La Manchuela; en la Sierra de Alcaraz y Campo de Montiel, y en Riópar, perteneciente a la Sierra del Segura.

Funciones de los agentes medioambientales

La delegada provincial de Desarrollo Sostenible explicó que, entre las principales funciones del Cuerpo de Agentes Medioambientales, se encuentran «custodiar, vigilar y proteger los montes declarados de utilidad pública, así como los patrimoniales, además del aprovechamiento de sus recursos, incluido en montes privados».

Por otro lado, Valero ha recordado que «ejercen controles en las áreas protegidas, vigilando la fauna y flora silvestres, los hábitats, el paisaje de los espacios naturales, inspeccionan la ejecución de obras y trabajos de índole medioambiental».

Los agentes medioambientales informan además de las agresiones al medio natural o a los recursos naturales o en corregir los daños y vigilar los montes en relación a los incendios forestales. También se ocupan de la introducción o reintroducción en el medio natural de especies de fauna silvestre, la supervisión de actividades de carácter cinegético, así como la inspección y vigilancia de la pesca fluvial.

Finalmente, examinan las repercusiones de enfermedades y plagas, vigilan instalaciones de la Junta, colaboran en investigaciones y mediciones en el ámbito medioambiente, emiten informes, actas y denuncias en relación con los vertidos, calidad ambiental de aguas y atmósfera.

Labores especiales en la pandemia y Filomena

Por otro lado, la delegada provincial de Desarrollo Sostenible subrayó que, en los últimos meses, «el Cuerpo de Agentes Medioambientales de Albacete ha demostrado su valía con otras funciones especiales». Y así, también tuvieron un papel importante tanto en la pandemia de la Covid-19 como en la borrasca Filomena. Durante la pandemia COVID-19, estos trabajadores llegaron a realizar más de 2000 actuaciones de ayuda y apoyo en el reparto de medicamentos o artículos de protección. En cuanto a Filomena, su actuación se centró también en el reparto urgente de avituallamiento a personal aislado por las nevadas, apoyo a los centros sanitarios y transporte de urgencia, entre otras.