La ciudad de Almansa, mediante el trabajo de Policía Local, participó en un estudio de prevalencia de alcohol y drogas en la conducción. Este análisis ha sido desarrollado a nivel nacional. Almansa ha participado junto a grandes ciudades como Madrid, Barcelona o Sevilla.
El estudio se ha comandado desde la Dirección General de Tráfico, concretamente desde el Observatorio Nacional, y tiene por objeto «hacer una foto fija de la presencia del alcohol y otras drogas en los conductores», según Longinos Marí, edil de Seguridad. El objetivo es «apartar a estas personas de la conducción, ya que no son aptas e influyen directamente en los accidentes».
La Policía Local de Almansa ha sido elegida entre otros cuerpos de seguridad de grandes ciudades debido a la «gran formación del cuerpo en gestión de tráfico y en concreto en materia de drogas y alcohol». Almansa es la única ciudad de la región, junto a Albacete, que ha participado.
El estudio se desarrolló durante noviembre. No se informó a la ciudadanía para que los resultados reflejaran la realidad de la forma más aséptica posible. «Hemos hecho controles de día y de noche, entre semana y sábados y domingo, con frío y con calor, con lluvia y con sol…», explica el Intendente Jefe. Entre todas las ciudades se han conseguido unas 3.000 muestras a nivel nacional sólo en este pasado mes.
Los datos del último estudio similar, realizado en 2018, concluyen que el consumo de drogas aumenta y el de alcohol disminuye.
«Son datos que alertan y que justifican el trabajo y el desarrollo de herramientas políticas para reducir la siniestralidad», comenta Marí.
Federico Gómez, Intendente Jefe de la Policía Local de Almansa, detalla: «De las 32 personas controladas, cuatro han dado positivo. Tres en drogas y uno en alcohol. Coincide con los porcentajes del último estudio de 2018».
En Almansa, los positivos más comunes son por THC (cannabis o marihuana) y por cocaína. Después de estas dos, el alcohol es la sustancia más habitual.
Gómez asegura que las paradas realizadas por la Policía fueron secuenciales, es decir, se daba el alto a los coches según llegaban al punto de control. «En estos casos no parábamos coches mediante cribados de sintomatologías».
«Que nadie se confunda, nosotros no queremos que la gente no consuma, entra dentro de la libertad personal de cada individuo. Lo que no vamos a permitir, ya que es una falta muy grave, es conducir bajo los efectos de sustancias, puesto que es un peligro para otras personas. Entendamos la libertad bien ejercida», concluyó Federico Gómez no sin antes agradecer el trabajo realizado por los agentes locales.