De niño, José Juan Egido Carpio soñaba con desentrañar los misterios del espacio exterior. Ese deseo por la exploración de otros planetas y por la búsqueda de una explicación a los fenómenos que suceden más allá de la Tierra le llevó a estudiar el Bachillerato Universitario de Ciencias. Y no solo eso, sino que escogió las asignaturas más exigentes. Esas que asustan solo por el nombre.
Ahora, José Juan Egido se prepara para embarcarse en la carrera de Ingeniería Aeroespacial en la Universidad Politécnica de Valencia, después de arrasar en la EvAU del curso 2021/2022. Con un 13,54 sobre un máximo de 14, se ha convertido en el alumno con mejor nota en el examen de selectividad y con mejor calificación final del IES Escultor José Luis Sánchez de Almansa, y uno de los mejores de la provincia. Nacido en el 2004 y natural de Alpera, José Juan es un ejemplo de esfuerzo y de cómo las tribulaciones de la vida te pueden hacer más fuerte.
¿Qué sensaciones tienes ante el nuevo reto de sacarte la carrera de Ingeniería Aeroespacial?
Es una carrera difícil, pero me gustan los retos. Además siempre, desde que era niño, me gustaron mucho todas las cosas relacionadas con el espacio y el universo.
¿Qué querías ser de pequeño?
Cuando era pequeño y, hasta hace bien poco, quería hacer Arquitectura, pero en estos últimos dos años me he ido fijando bien y no me han gustado algunas facetas de la carrera ni de la profesión.
¿Qué salidas tiene la carrera que has escogido?
Sobre todo, que hay mucho trabajo en las agencias espaciales. Por otra parte, también puedes tener acceso como ingeniero en aeropuertos o de aviones, que es algo que también me apasiona. Recuerdo que en la agenda del colegio, cuando había días que no nos mandaban tareas o deberes, en ese hueco me ponía a dibujar aviones y barcos de todo tipo.
¿Eres una persona ordenada?
Se podría decir que sí y que no. Con el paso del tiempo, he ido organizándome cada vez mejor. Sobre todo, con la EvAU, he conseguido organizarme genial. Pero cuando era pequeño, todo lo contrario, dejaba todo desordenado en incluso tirados por el suelo.
¿Eres dibujante?
¡Qué va! Soy muy malo. Sí que soy músico. Toco el fliscorno [instrumento de viento metal] y me apasiona Ferrer Ferran, sobre todo cuando he tenido la oportunidad de interpretarlo en la banda de Alpera.
¿Qué música escuchas?
Me gusta mucho la música en inglés, pero escucho de todo, desde BTS a Olivia Rodrigo. Me apuntaron a música porque de niño iba a todos lados cantando. La Unión Musical Santa Cruz de Alpera es genial, todas las personas te ayudan y apoyan en todo, empezar en esta banda es de las mejores cosas que me han pasado en la vida. He conocido gente maravillosa: a Damián Tortosa que es el mejor trompetista que he visto nunca, la directora que siempre nos trata genial y también mi profesora Susana, que es una persona genial. No me pierdo ni un ensayo de la banda.
No me esperaba que un estudiante de Ciencias con la mejor nota de selectividad de su instituto fuera un apasionado músico, ¿qué mitos quedan por derribar para quien estudia ciencias?
Se suele decir que somos gente muy fría. En mi caso es todo lo contrario: me encanta socializar. Puede que al principio sea más tímido de primeras, pero luego me encanta estar haciendo la gracia. Yo siempre he dicho que me encanta aprender divirtiéndome.
¿Qué signatura te gusta más más y cuál menos?
La que más he disfrutado es Matemáticas, gracias a la profesora que, además, es la directora del instituto: Mari Carmen Cerdán. Ella sabe transmitir la materia con una forma de expresar muy clara, buena y entretenida, siendo algo muy difícil porque son Matemáticas. La que menos te diría, Educación Física. No por el profesor, ni mucho menos, sino porque yo soy muy malo practicando deportes, aunque me gusta seguirlos. Me encanta la Premier League, la liga inglesa de fútbol, siempre veo las Olimpiadas y soy un fiel seguidor de la Selección Española de Baloncesto.
¿Cómo ha sido la experiencia de estudiar en Almansa siendo de Alpera?
Me levantaba a las siete de la mañana y a las ocho menos cinco cogía el bus para llegar al Escultor a las 8:15 horas, hacía las seis horas y volvía a Alpera para hacer mi trabajo diario.
¿Cómo te sentías en esa rutina?
Al principio estuve mal, la verdad. Los primeros días me dieron ataques de ansiedad y no pude ir al instituto. Empecé a ir al psicólogo, que es una cosa que es extraordinaria, que viene genial para todo. Fui a sesiones durante el primer trimestre, me dieron el alta y comencé a ir con normalidad al instituto. Todo muy bien, la gente se portó genial conmigo. Mira que me solían decir lo contrario, pero tanto compañeros como profesores se han portado genial conmigo. En Alpera se está más tranquilo, la verdad, te puedes levantar media hora más tarde y tienes un instituto en el pueblo que más que un centro educativo es como una familia, no pasará de los cien alumnos y conoces a todos. Entonces, al venir aquí era más complicado, todo más grande, con mucha mas gente, y encima con la presión de tener que conocer a nuevos amigos y demás.
José Juan, eres un ejemplo a seguir. Enhorabuena por haber demostrado esa resistencia al cambiar de etapa vital y superar ese hándicap tan grande para terminar siendo la nota más alta de todo el IES Escultor José Luis Sánchez. Has sacado un 13,54 sobre 14, que es la puntuación máxima de la EvAU sumando la media de Bachillerato. Mi pregunta es, ¿sabes de dónde salen esas 46 décimas que te quedan?
Una décima es de sacar tres 9 en Bachillerato, dos en primero y uno en segundo. Una décima y media es del examen de Historia, que saqué un 8,5. Otra décima es de Inglés que saqué un 9. Los 0,075 es del 9,25 de Matemáticas. Y otros 0,025 es del examen de Lengua.
[Me quedo un poco estupefacto] José Juan, estoy alucinando, lo tienes medido a la perfección.
¡Claro, hombre! En realidad se puede ver a golpe de vista de dónde salen las cosas, ya que en las dos asignaturas opcionales que elegí, Física y Química (las que ponderan por 0,2), tengo un diez en las dos. Más luego el 9 que saqué en Dibujo, pues ya han salido las décimas que se han quedado en el camino.
¿Cómo te sientes tras la presión de la selectividad?
Yo la verdad es que no tuve presión ni tampoco estudié tanto. Estuve estudiando solo las cosas que sabían que podían salir. Además, con el modelo te podías quitar mucho. En Historia, por ejemplo, me estudié 15 epígrafes de 30 que son el total y terminé sacando un 8,5. Es muy importante saber jugar tus cartas en la selectividad y no agobiarse, solo hay que pensar que segundo de Bachiller es mucho más complicado que la prueba de la EvAU.
¿Cuál ha sido el momento más feliz de tu vida?
Creo que, por suerte, he sido muy feliz durante toda mi vida. Nunca he sido de grandes momentos de mucha felicidad, sino de disfrutar y ser lo más feliz que he podido cada día. Pero, si me pides un momento, me quedaría con la graduación. No solo por haber sido capaz de llegar a la meta, sino por ver cómo mis compañeros han ido acabando también. Por ejemplo, el otro día me dijeron que uno de mis compañeros había conseguido aprobar en las recuperaciones, lo cual también me hizo muy feliz. La gente que te rodea es muy importante, desde tus amigos hasta tus compañeros.
¿Quieres nombrar a alguien e especial?
Todos mis compañeros y profesores se lo merecen. Al profesorado ya le mandé un correo mediante la plataforma «Educamos» para agradecerles su tiempo y su forma de educar. Pero, por decirte a algunos, en concreto diría que Patrick, un alumno que vino de Brasil con cinco años y una gran persona que me ha acompañado en todas las asignaturas, otro «loco» que se ha matriculado en las más difíciles como yo. A Francisco, que es de Montealegre, le mando la enhorabuena por ese aprobado. A Carlos, que le llamamos «el totas» y ha estado conmigo desde primero de Bachiller, ayudándome mucho y siendo también una gran persona. A Fernando, que ha sacado prácticamente las mismas notas que yo… A todos en verdad, todos mis compañeros han sido geniales.
¿Qué le dirías a un niño pequeño que quiere construir aviones o naves espaciales?
Que todo en esta vida es esfuerzo; más aún si las cosas no salen bien. En ese caso, sigue empujando, sigue luchando, al final saldrá algo. Incluso puede que termines haciendo algo que no era los que te habías propuesto en un inicio, pero aún así llegarás a ser feliz, que es el objetivo final que todos queremos.