22/11/2024

El periódico digital de Almansa

Mascarillas tiradas por la calle: un desastre medioambiental

Basta con darse un paseo por las calles y caminos de Almansa para encontrarse con alguna tirada en la vía pública. Estos residuos provocan efectos negativos para el medio ambiente y el alcantarillado español
mascarillas suelo almansa

El uso de mascarillas en espacios públicos y cerrados es obligatorio en España desde el pasado 21 de mayo. Esta medida ha venido acompañada de la proliferación de guantes y mascarillas abandonados en la calle o en la naturaleza. Una práctica que, además de suponer un riesgo para la salud de los vecinos y vecinas, también perjudica al medio ambiente. Basta con darse un paseo por las calles y senderos de Almansa para encontrarse con alguna mascarilla tirada en la vía pública o enredada en algún matorral. (En la imagen principal, un elemento de protección vertido en la calle Galileo).

En España, y ante la proliferación de material sanitario abandonado en la calle, muchos ayuntamientos han establecido ordenanzas municipales con multas que van hasta los 150 y los 3.000 euros en función del tipo de infracción y del grado. Este no es el caso en localidades como Albacete o de Almansa, donde tirar este tipo de residuos no conlleva una sanción especial. No por ello estará exento de multa: tirar residuos al suelo o al alcantarillado está contemplado como una infracción en ambas Ordenanzas municipales.

En los últimos días, una vecina de Almansa denunció en las redes sociales que, aún hoy, algunos ciudadanos realizan esta práctica imprudente y peligrosa. En la imagen que publicó aparecía una mascarilla desechable insertada entre las tablas de un banco situado a la entrada de Urgencias del Hospital de Almansa. Estas fotografías fueron una constante durante los meses de abril y mayo y, sin embargo, todavía en noviembre es relativamente sencillo encontrarse imágenes en las que aparecen estos elementos tirados en el suelo por toda España.

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mascarillas suelo almansa
Una mascarilla insertada en un banco a la entrada de Urgencias del Hospital de Almansa

Las mascarillas desechables no se pueden reciclar

¿Cómo deben desecharse correctamente los guantes y mascarillas no reutilizables? El Ministerio de Sanidad estableció una serie de instrucciones para su desecho. Estas protecciones usadas en ningún caso se pueden reciclar, por lo que nunca irán al contenedor amarillo. Así, deben depositarse guantes y mascarillas en la fracción restos (contenedor gris) y, después, lavarse bien las manos.

En caso de que guantes y mascarillas sean incorrectamente arrojados a la naturaleza o sobre las aceras, además de poner en riesgo la salud de los trabajadores de la limpieza y otros ciudadanos, también se compromete el bienestar de los animales y de la naturaleza, ya que esta protecciones no son biodegradables y tardarán años en desaparecer.

Si se arrojan al suelo hay riesgo de que acaben en el sistema de alcantarillado y que compliquen el trabajo en las depuradoras, e incluso lleguen a los ríos o mares. Una de las llamadas de atención más importantes en este sentido se produjo por parte de Oceans Asia, una organización sin ánimo de lucro que documentó una gran cantidad de mascarillas quirúrgicas que flotaban en las playas de las islas Soko, en Hong Kong.

mascarillas en el mar
Gary Stokes, miembro de Oceans Asia, recogió decenas de mascarillas en la orilla de las playas de Soko, en Hong Kong

Las mascarillas desechables están hechas de materiales plásticos que tardan décadas o siglos en degradarse, y al hacerlo quedarán en el medio ambiente como microplásticos. La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo estima que en 2020 la venta global de mascarillas desechables va a multiplicarse por más de 200. El 75% de ellas, dicen, acabarán en vertederos o en el mar.

Algunos expertos alertan de que el uso masivo de mascarillas desechables es «un desastre medioambiental que durará generaciones». «Este mal es ‘‘menor’’ si acaban en la basura», indica Julio Barea, responsable de la campaña de aguas en Greenpeace, a La Tinta de Almansa, «pero muchas de ellas son arrojadas indebidamente a la calle o por el retrete y acaban en las redes de saneamiento de las ciudades que terminan en el mar, provocando la muerte de especies marinas».

La bestia de las cloacas

En el sector del saneamiento, de hecho, se conoce a las mascarillas como la nueva «bestia» de las cloacas (anteriormente, las toallitas). Las fibras sintéticas de ambos elementos producen atascos y dificultan el sostenimiento del sistema de saneamiento de aguas residuales en nuestras ciudades. Aguas de Cádiz señala que la cifra de sólidos que recogen anualmente se incrementó un 15% durante la pandemia con respecto al año anterior.

Además, los microplásticos de estos residuos acaban directamente en nuestros océanos. Allí causan graves daños a la fauna marina: unas 700 especies de organismos se ven afectados por todo el mundo. Cada año, más de un millón de aves y más de 100.000 mamíferos marinos mueren como consecuencia de los plásticos que llegan al mar. Entre ellos, los restos de mascarillas son cada vez más abundantes.

En definitiva, dejar una mascarilla, guante o toallita en el suelo genera grandes costes económicos y medioambientales. Las autoridades medioambientales recomiendan utilizar mascarillas no desechables homologadas. No hacerlo, expresan, no sólo representan un gasto abultado para quienes las compran, sino también un coste inmenso para el planeta que, a su vez, repercutirá en nuevos y mayores riesgos para la salud humana.

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Una mascarilla tirada sobre uno de los caminos que recorren las cercanías de las vía del tren, en el término municipal de Almansa

 

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