El Salón de Plenos del Ayuntamiento de Almansa acogió el pasado martes el Pleno Extraordinario de la Discapacidad, en el que personas con discapacidad, familias y asociaciones expusieron directamente sus necesidades, dificultades diarias y propuestas para avanzar hacia una ciudad más accesible e inclusiva.
La sesión estuvo presidida por la alcaldesa, Pilar Callado; la concejala de Salud Pública, María José Romero; y el concejal de Servicios Sociales, Cristian Ibáñez, quienes insistieron en que el objetivo era escuchar de primera mano las demandas para seguir avanzando en una ciudad más inclusiva.
Antes del pleno, se realizó un recorrido por la Calle de la Inclusión —la vía que el pasado año llevó a Almansa a los medios nacionales por su apuesta por la accesibilidad— y, ya en la puerta del Ayuntamiento, tuvo lugar la batucada de Asprona.
Accesibilidad, empleo y vivienda: una deuda pendiente con la inclusión
La primera intervención la realizó Adifal, que denunció la falta de accesibilidad del Centro de Asociaciones, donde las dos entradas impiden el paso autónomo de personas en silla de ruedas y suponen un riesgo en caso de emergencia. El concejal explicó que ya se ha solicitado presupuesto a una empresa local para instalar una nueva puerta principal más ligera, automatizada y con sistema antipánico, además de adaptar la salida de emergencia con rampa.
La alcaldesa consideró «incomprensible» que un edificio destinado a asociaciones no haya tenido un acceso adecuado hasta ahora y aseguró que la reforma se abordará en cuanto llegue el presupuesto definitivo.
Otro de los temas destacados fue el empleo y la vivienda. Las entidades recordaron que las empresas deben contar con un 2% de personas con discapacidad en plantilla y preguntaron si el Ayuntamiento cumple esa cuota. Callado señaló que se está trabajando con familias y asociaciones para impulsar medidas adicionales que faciliten la contratación y el empleo digno, y recordó la reciente cesión de una vivienda municipal a Afaenpal y Asprona para promover la convivencia y la autonomía.
El dolor que no se ve también necesita ser atendido
Afibroal centró su intervención en la falta de comprensión social hacia la fibromialgia y el dolor crónico, patologías invisibles que siguen generando prejuicios. La alcaldesa reconoció que, aunque se ha avanzado, todavía queda camino por recorrer en sensibilización.
Iván, usuario de Asprona de 20 años, explicó que escribe cómics y novelas desde los ocho años, una afición que vive con gran pasión, pero señaló que necesita encontrar un empleo que le permita desarrollarse. Reclamó accesibilidad cognitiva en las oposiciones, ya que no puede presentarse al no existir temarios en lectura fácil. El Ayuntamiento aseguró que ya está trabajando en la adaptación de documentos y que quiere extender la lectura fácil a más áreas municipales.
Ana Ruano, en representación de Adace, expuso la situación de su marido, que lleva 14 años en rehabilitación tras un ictus y cuya evolución depende de la aplicación periódica de medicación. Denunció que, por problemas de organización hospitalaria, lleva tiempo sin recibir las dosis necesarias, lo que pone en riesgo todo el progreso logrado. Aunque es una competencia sanitaria, Callado se comprometió a trasladar el caso a la gerencia del hospital.
Barreras en calles, piscinas y edificios públicos
En el turno abierto de palabra, señalaron barreras existentes en aceras, rebajes, piscinas y edificios públicos: rampas insuficientes, pavimentos deteriorados, botones inaccesibles en la piscina municipal o puertas demasiado pesadas en organismos oficiales. La alcaldesa explicó que el Ayuntamiento continúa con su plan de rebaje de aceras y revisará todos los puntos indicados por los vecinos y vecinas.
Callado cerró el pleno agradeciendo la sinceridad de las intervenciones y recordando que «lo planteado hoy no son favores, sino derechos que deben garantizarse», comprometiéndose a actuar en todo lo que sea competencia municipal y a trasladar el resto a las administraciones responsables.
