Un trabajo de gran interés acaba de ver la luz. Su autora es Emilia Cortés Ibáñez, sin duda la mayor conocedora de Zenobia Camprubí, cuya figura ha estudiado y dado a conocer en los últimos años. Y aunque ya está disponible en librerías, será presentado durante las inminentes Jornadas de Estudios Locales de mayo de 2021, organizadas por nuestra asociación cultural Torre Grande, que justamente giran sobre el mundo del Teatro en Almansa. En ellas, Emilia impartirá una conferencia sobre la evolución histórica de las actividades escénicas en nuestra ciudad.
Debido a esta colaboración, la autora ha llevado a cabo una detenida y metódica labor de investigación y documentación durante los últimos meses, epidemia y confinamiento incluidos. Fruto del cual es esta nueva publicación sobre la Historia del Teatro almanseño a que nos referimos. En ella se vuelca su labor investigadora, completada por distintas referencias de trabajos anteriores, u otras que tenía atesoradas en espera del momento oportuno. El resultado es un amplio y minucioso recorrido por unos quinientos años de Historia de actividad teatral, nada menos.
Se inicia con las primeras y escasas noticias conservadas, allá por los siglos XVI y XVII, principalmente de funciones sacras realizadas en el interior de la iglesia de la Asunción o sobre escenarios efímeros en calles y plazas. También tenían lugar, de cuando en cuando, comedias y obras populares en las casas solariegas de las familias principales del momento: Pina, Enríquez de Navarra, Galiano Spuche…
En 1858 entró en funcionamiento la línea férrea Madrid – Alicante, y Almansa quedaba vertebrada con la capital de España y con el Levante peninsular, un hecho clave para el desarrollo de la importante industria zapatera y vinícola en los años siguientes. Consecuencia de este crecimiento económico la población pasó de 6.000 habitantes en el año 1800 a 11.000 en 1900, y la ciudad se expandió en torno a los ejes de las actuales calles Aniceto Coloma y Mendizábal, para conectar la estación de ferrocarril al casco urbano. Surgió así el actual Paseo de la Libertad.
Estos cambios transformaron la sociedad tradicional, basada en una economía agropecuaria, en una nueva sociedad industrial de clases. Los jornaleros del campo fueron incorporándose poco a poco a las nuevas fábricas y surgió una numerosa clase obrera. Sin embargo los bajos niveles de vida se mantuvieron entre las clases populares. En la cúspide de la pirámide social se situó una nueva burguesía de comerciantes, industriales y profesiones liberales, que fue dejando atrás a la tradicional oligarquía terrateniente.
El crecimiento de población y el auge de la nueva clase burguesa, refinada y culta, demandaban un aumento de la oferta de entretenimiento, descrito perfectamente en el libro de Emilia. Surge así el primer espacio escénico entendido como tal, el teatro Principal, inaugurado en torno al año 1870, gracias al empuje de la Sociedad Filantrópica, que representaba funciones líricas y dramáticas con el fin de obtener fondos para obras benéficas.
Es obligatorio hablar de la fábrica de calzados Coloma, trasladada en 1899 a su asentamiento definitivo en el antiguo cuartel de caballería, y que en 1930 llegó a tener más de 1.200 trabajadores, la mitad mujeres. Sin embargo, las enormes diferencias sociales seguían presentes, por lo que el siglo XX en Almansa se caracterizó por un enorme desarrollo del asociacionismo. La Sociedad de Socorros Mutuos ‘La Unión Almanseña’, primera sociedad obrera de nuestra ciudad, aprobó sus estatutos en 1897. En 1908 se crea la Escuela de Artes y Oficios dirigida a «fomentar la educación e instrucción de las clases obreras almanseñas», y desde 1911 estuvo dirigida por Adolfo Sánchez Megías. En 1909 se crea la Casa del Pueblo, la primera de la provincia de Albacete.
El mundo de la cultura gozó asimismo de un enorme desarrollo con la creación de diversas compañías de teatro aficionado, de las cuales se conservan registros fotográficos. También las hubo infantiles como la organizada por el querido maestro José Conde García en torno a Corazón. Periódico Quincenal infantil creado por él mismo en 1917.
En 1907 y en la calle del Cerrado, un cinematógrafo ambulante había realizado la primera proyección de cine en Almansa, sesión que en pocos días repitió en el Principal. No obstante, los episodios más significativos fueron la construcción de dos nuevos espacios, el teatro Cervantes en 1913, cuyo apoderado era Aniceto Coloma, y el teatro Regio en 1930, por iniciativa de la sociedad Festival Almanseña ante el deterioro del Principal, cerrado pocos años antes. En julio de 1933 Federico García y su grupo teatral ‘La Barraca’ actuaron en Almansa, ya durante la II República, con objeto de acercar la cultura al pueblo.
De todo ello da cumplida cuenta Emilia en el presente trabajo, ampliado con diferentes imágenes y listados: cronológicos de títulos, compañías y lugar de representación; y alfabéticos de obras representadas, compañías, autores y libretistas, compositores… Todo producto de su labor metódica y recopilatoria, y ciertamente de gran interés para futuros investigadores/as.
En definitiva, esta nueva publicación supone un regalo de Emilia Cortés Ibáñez hacia los amantes de la Historia, de la cultura y del mundo escénico de nuestra ciudad. Disfrútenla.
Alfonso Arráez Tolosa
Presidente asociación cultural Torre Grande de Almansa
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