El grupo municipal de Izquierda Unida reprochó en el pleno ordinario del Ayuntamiento de Almansa, celebrado el viernes, el «viraje» de Paco Núñez, líder del Partido Popular de Castilla-La Mancha y ex alcalde del municipio, en la cuestión sobre las macrogranjas. Lo hicieron a través de una moción con la que pretendían «revalidar» la declaración institucional conjunta contra la instalación de estos grandes complejos de ganado porcino que ya se aprobó en el Consistorio almanseño, en junio del año 2018.
Cristian Ibáñez, concejal de Izquierda Unida, presentó la moción recordando que la declaración conjunta de 2018 fue firmada por los tres portavoces de los grupos municipales de la corporación y defendida «personalmente» por Paco Núñez como alcalde de la ciudad en esos momentos, a quien definió como «abanderando la lucha contra estas instalaciones». La «sorpresa», advirtió, «ha sido que el propio Francisco Núñez, como presidente del PP de C-LM, parece haber cambiado de opinión». Y señaló el edil que, estos últimos días, le hemos podido escuchar «defendiendo la ganadería intensiva e industrial y la instalación de macrogranjas» en nuestra región.
«Por tanto, nos preguntamos, ¿también ha cambiado la postura del Partido Popular de Almansa? ¿Nuestro actual alcalde sigue oponiéndose a la instalación de macrogranjas en Almansa, en su comarca o en poblaciones cercanas de otras provincias?», señaló. Así mismo, Ibáñez cuestionó «si sigue vigente lo aprobado en 2018 y la población debe estar tranquila o aquella moción conjunta y defendida por el propio Partido Popular ya no tiene validez». Y consideró «urgente e imprescindible» que los grupos políticos que forman parte de esta corporación «aclaren sus posiciones ante la ciudadanía y ante los ganaderos y ganaderas que resisten en nuestra ciudad, haciendo frente a las grandes industrias cárnicas y manteniendo el empleo digno y familiar en Almansa».
Presentación de la moción: contaminación y salud
El edil apuntó que la instalación de este tipo de explotaciones de ganadería industrial intensiva genera «más perjuicios que beneficios» en aquellas zonas donde son aceptadas: olores, impacto visual, proliferación de insectos y roedores, así como la contaminación del suelo y aguas subterráneas por el vertido de purines. «Este tipo de inversiones pretende transformar la ganadería tradicional, familiar, saludable, sostenible y de calidad en grandes infraestructuras deshumanizadas. Es evidente, por tanto, que el primer riesgo se plantea en el ataque directo a las pequeñas y medianas explotaciones ganaderas», incidió.
Ibáñez consideró que las macrogranjas son una «competencia desleal, que impide e impedirá a nuestros ganaderos competir en precio de venta». Además, señaló que esto tiene «consecuencias directas en la economía y la salud, pues dificulta o impide a la mayoría de la población de este país adquirir carne de calidad, fruto del trabajo digno y estable». Las condiciones de los cerdos en esas macrogranjas son «indignas y contrarias a la vida» por las condiciones de «hacinamiento, estrés y aceleración de los procesos de engorde».
Así mismo puso de manifiesto que, en los últimos años, «nuestro país, nuestra región y concretamente las localidades vecinas de Alpera y Ayora parecen haberse convertido en destino de empresas dedicadas a la instalación de macrogranjas porcinas». En la actualidad, siguen proyectadas la instalación de cuatro macrogranjas: una en el término municipal de Alpera, con 7.200 cerdos de cebo, y tres con las mismas características en Ayora, a los pies de la ciudad monumental de Meca. «Las cuatro macrogranjas que se quieren construir en Alpera y Ayora se encuentran encima del acuífero del cual bebemos agua los pueblos de Almansa, Zarra, Teresa de Cofrentes o Ayora», enumeró. Y añadió que «para la creación de estas instalaciones en Alpera y Ayora han solicitado la extracción de 408.000 metros cúbicos de agua de nuestros acuíferos».
La moción de Izquierda Unida proponía cinco puntos. El primero, que el Ayuntamiento de Almansa muestre su rechazo absoluto a la instalación de macrogranjas porcinas en España, Castilla-La Mancha y, en particular, en los términos municipales de Alpera y Ayora. El segundo, dar traslado de este acuerdo al Ayuntamiento de Alpera, al Ayuntamiento de Ayora, a la Confederación Hidrográfica del Júcar, a la Consejería de Medio Ambiente, a la Consejería de Ordenación del Territorio de la Junta, a la Plataforma Ciudadana ‘Salvemos Meca y sus Comarcas’, a todos los Ayuntamientos de la Mancomunidad del Monte Ibérico-Corredor de Almansa y a la Consellería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural de la Comunidad Valenciana.
La moción también solicitó apoyar la acción vecinal de las plataformas creadas contra la instalación de macrogranjas en la provincia y poblaciones cercanas. También tenía por objeto instar a la Junta a que no subvencione ni autorice este tipo de proyectos en base a la protección de la salud pública y el medio ambiente. Por último, pide solicitar a las Cortes Regionales, que desarrolle y apruebe las regulaciones necesarias, fomentando la ganadería extensiva, natural y sostenible.
Un «engañoso debate mediático», un «teatro»
Ya al inicio del pleno ordinario, Javier Sánchez Roselló, alcalde de Almansa, abrió la sesión con la lectura de los puntos del orden del día. Tras presentar la propuesta de Izquierda Unida, concretó que se trata de una «una moción que ya pasó con idéntico espíritu que la que volverá a pasar, con lo cual, volvemos a votar lo votado».
Una vez leída la moción por parte de Ibáñez, comenzó el turno de debate. Alfredo Calatayud, concejal por el grupo municipal Ciudadanos, agregó que «en esta moción que presenta Izquierda Unida yo poco puedo contestar, porque las preguntas que hace se las hace al PP y a su presidente regional». Y continuó: «Lo que sí que le puedo decir es que este grupo y este concejal no están de acuerdo con el ministro de Consumo [Alberto Garzón], y estoy convencido de que si el señor Sánchez hubiera podido, lo hubiera cesado de manera fulminante. Pero, evidentemente, no ha podido». Así mismo, Calatayud suscribió las palabras del alcalde al inicio de la sesión, «entendiendo que se trae una moción para votar lo ya votado. Con lo cual, en este caso no nos queda más remedio que abstenernos».
«Señor Alfredo, ¡si usted fue el único que no votó! Tenía la oportunidad de hacerlo ahora», intervino en su turno Javier Boj, concejal por el grupo municipal PSOE. «Ya le he dicho que me abstengo», respondió el edil de Ciudadanos, y añadió: «Si quiere que vote otra cosa me lo dice por escrito». Ante esto, Boj contestó «pero usted no votó, tal y como dice el acta de 2018, que nosotros sí que nos leemos y revisamos para tener conocimiento de lo que se debate en las corporaciones anteriores. Efectivamente, fue una moción prácticamente repetida, que contó con los grupos a favor de todos los grupos. El PSOE sigue defendiendo exactamente lo mismo que nuestros compañeros del grupo municipal anterior».
Boj añadió algunas «apreciaciones» a la moción, como el hecho de que ya no existan la Consejería de Medio Ambiente ni de Ordenación del Territorio. «Ahora son la Consejería de Agua, Agricultura y Desarrollo Rural, la Consejería de Desarrollo Sostenible y la Consejería de Fomento», explicó. «En cualquier caso, la Junta de Emiliano García-Page ya ha actuado. El pasado diciembre se aprobó una moratoria y, por lo tanto, ya no se van a dar más autorizaciones a instalaciones de más de 2.000 cabezas de ganado, que es lo que se entiende por macrogranja, hasta 2025», señaló.
Así mismo, el concejal se refirió a la polémica suscitada alrededor de Paco Núñez como un «engañoso debate mediático». Y explicó que «hay que cumplir la Normativa Europea de Dirección de Aguas de 1991», pues «España y Castilla-La Mancha viene recibiendo sanciones por no cuidar la vida». A este respecto señaló que es «deber de esta corporación» vigilar cualquier instalación que amenace con contaminar el agua de Almansa y generar «toxicidad ambiental», pero también señaló que hay que rebajar la «toxicidad política». Y añadió: «Tengan claro, concejales de Izquierda Unida, que creo que si dependiera del señor Núñez la macrogranja la tendríamos en el mismísimo Santuario de Belén. Pero no se preocupen, que no va a suceder. No rescaten al señor Núñez. Déjenlo ir, que tanta paz lleve como dejó». Y finalizó: «En este pleno, lo que sí que podemos hacer es confirmar lo que ya dijimos en 2018 y cerrar una sesión que podría ser ejemplo de debate constructivo. Toxicidad fuera, mala vibra fuera».
Longinos Marí, concejal del grupo municipal y titular del área de Medio Ambiente, recogió el testigo: «Efectivamente, vuelve a pasar una cuestión que ya se debatió en su día». De hecho, apuntó que la moción «copia literalmente» los términos del acta de junio de 2018 incluyendo errores en la designación de administraciones que ya no existen y errores tipográficos. «Esto lo único que hace es poner de manifiesto que ustedes [IU] no han traído un texto que proponga nada ni que pretenda aclarar, matizar o mejorar la situación con respecto a estos modos de explotación agraria». Para Marí, la moción es una oportunidad perdida. «Podrían haber traído una propuesta para garantizar la complementariedad de los modelos tanto intensivos como extensivos», observó.
Así, dijo: «Nos abstendremos en esta votación, entendiendo que el fondo de la moción que ustedes traen no es el legítimo, a diferencia de la de 2018. Pretenden blanquear la figura de un ministro del Gobierno que no hace declaraciones en consonancia con sus compañeros —prosiguió—, y que cada vez que habla ataca hasta a cinco sectores estratégicos de nuestro país. En esta última ocasión le ha tocado al sector cárnico, devaluando su trabajo y la carne que exporta nuestro país. ¿Eso es velar por los españoles? ¿Trabajar sin dejar a nadie atrás?», se preguntó. Así mismo, añadió que «el presidente regional, por su parte, ha dado una patada hacia delante y ha obviado el problema». Y reiteró que «entendemos que las mociones se votan tanto en forma como en fondo, por lo que no cuenten con nuestro apoyo en este teatro para justificar a un ministro que, creo, que está de más».
Llegado el turno de Cristian Ibáñez, este destacó que «en esta moción no se menciona a ningún ministro, solo se nombra un nombre: el de Paco Núñez. Por lo tanto, no sé que dicen de blanquear a nadie. Un ministro se tiene que blanquear a sí mismo con su trabajo. Como le pasa a los concejales. Lo que pasa es que unos lo hacen mejor y otros peor, como es su caso, que no convoca el Consejo de Medio Ambiente, señor Longinos. Aprueba la Agenda 2030, pero no convoca el Consejo de Medio Ambiente, como no lo convocaron en la legislatura anterior. Llevamos siete años sin Consejo, pero se aprueba la Agenda», achacó. Además, señaló que el concejal popular «ha puesto cosas en boca de un ministro que son mentira. Usted ha mentido en el pleno de la ciudad».
Además, expresó que «obviamente es la misma moción, cosa que ustedes no dejan de señalar, porque el objetivo era saber si pensamos lo mismo que en 2018. Y queda claro que el PP no tiene la misma opinión, porque en su momento abanderó la moción y hoy, se abstiene. No se atreve a pronunciar un sí o un no. Entendemos que el motivo es que tienen un debate entre lo que creen y lo que quiere el líder, Paco Núñez. Queda claro que sus intereses son partidistas y no políticos, en interés de la ciudadanía de Almansa. Que ,por cierto, el modelo extensivo e intensivo no son complementarios. La ganadería extensiva tumba a los pequeños ganaderos», aseveró. Y concluyó: «Parece que el PSOE e IU se quedan solos en el sí. Por lo tanto queda claro que el PP ha cambiado la chaqueta».
Intervino el alcalde expresando: «Muchas gracias señor Ibáñez por haber hecho las conclusiones de todos los grupos municipales. Ahora pasamos a la votación que creo que es el sentir de que lo que nuestro grupo piensa, y no el que usted dice que pensamos». Finalmente, la moción quedó aprobada tras la abstención del PP y Cs y el voto afirmativo del PSOE e IU.