Isabel Tomás Navarro nace el 15 de febrero de 1939, en los finales de la Guerra Civil Española. Su nacimiento salva a su padre del reclutamiento a filas. Hija de Diego el peluquero y de Evelia es la mayor de tres hermanos junto a Pepe y Palmira. Sus primeros años de posguerra fueron duros. Fue alumna de doña Anita, maestra de la escuela situada en la calle Mendizábal, y debido a la ayuda que se necesitaba en casa poco pudo disfrutar de esa etapa.
A los 15 años se traslada a Valencia para formarse en peluquería y manicura, así es como inicia su trayectoria laboral y se convierte en un pilar básico de la economía familiar. Trabaja hasta que sus hermanos pequeños alcanzan su vida laboral y ella contrae matrimonio tras tras varios años de noviazgo con Miguel Núñez Bonet, hijo de un conocido empresario del comercio almanseño de los años 60: Amós Núñez Núñez, emprendedor, hombre entregado y comprometido con las necesidades de sus clientes.
Miguel entra en la tienda con 14 años para aprender el oficio y seguir el negocio. «La tienda», como la familia ha llamado siempre al negocio, pasa de un primer local en la calle San Francisco número 6 a un local más grande situado en el número 8 y en la segunda planta instalan el hogar familiar. Isabel entra a formar parte del negocio al casarse con Miguel y poco a poco va asumiendo responsabilidades y tareas. La presencia femenina es muy necesaria para atender a cierta parte del público y para vender determinados productos.
La entrega a la tienda la absorbe hasta tal punto que al tener la vivienda encima «no había horas para terminar de vender o recoger». También podía ser el día 5 de Mayo e Isabel se mantenía en la tienda hasta el momento de empezar la ofrenda para estar a disposición de aquellas clientas que necesitaban unas medias o una mantilla de última hora.
Esos son años en los que Isabel compagina su actividad laboral y la crianza de sus cuatro hijos: dos chicos que seguirán con el negocio y dos chicas que emprenderán la vida laboral en otras áreas.
Hacia el año 1974 se incorporan al negocio Paco y Maruja, aquí empieza la adaptación y los cambios que la empresa familiar tendrá hasta el momento. En 1987 es cuando Miguel contrae una grave enfermedad que va disminuyendo su capacidad. Entonces, Isabel con su habilidad, junto a su hijo Amós y posteriormente su hijo Diego, pasan a ser parte esencial del negocio convirtiéndose en un importante pilar para hacer arreglos de costura, preparar cortinas, manteles y colchas, atendiendo a la vez la parte de lencería y ropa interior.
Emprende varios proyectos que culminarán en 2013 con el traslado al local comercial de su propiedad situado en la misma calle, separándose así de los tejidos para el hogar. Isabel disfruta viendo muestrarios, eligiendo pijamas, bañadores… Ella es meticulosa cuando toca hacer los escaparates y colocar las prendas perfectamente planchadas.
Pero si con algo disfruta especialmente, y que siempre ha compartido con su marido, es con todo lo relativo al traje regional manchego. Desde los años 70 compraban el tejido, lo cortaban y llevaban a tintorería. Isabel elige los pañuelos a comprar, qué peinetas le van más a la cara, asesorando a las clientas cómo peinar y hacerlos moños, cómo poner la teja y la mantilla que les acaba de vender. Le encanta ver pendientes y camafeos, en definitiva ama todo lo que tiene que ver con el vestuario manchego. Además de sus nietas, Isabel ha peinado muchas reinas y damas para las fotos, todas ellas clientas «de casa». En una tarde de ofrenda ha podido llegar a poner seis mantillas, además de la suya.
Con los años ha ido dejando tareas y responsabilidades y sin embargo a día de hoy necesita seguir entrando a la tienda para ver qué hay colgado en las perchas o para recoger algún mostrador que está lleno. La otra parte del día, eso sí, la dedica a disfrutar de su familia, de sus hijos, sobrinos, nietos, bisnietos y sobrinosnietos.
«Isabel, nuestra homenajeada, ha estado detrás del mostrador más de 50 años siempre con una sonrisa, con una palabra agradable, mostrando respetando al cliente, sin dirigir y al lado de quién ha llevado en cada momento el negocio. Ahora le ha llegado el momento de hacerse visible con este reconocimiento», afirman desde Mujeres en Igualdad.
Este artículo está englobado dentro del acto-homenaje a 8 mujeres almanseñas que la asociación Mujeres en Igualdad realizó el viernes, 11 de marzo, con motivo del Día Internacional de la Mujer. Iremos subiendo el resto de historias, para conocerlas todas haz clic en este enlace: Mujeres de Almansa.