Después de un parón de 2 años y 8 meses, es una realidad que esta asociación vuelve a “regalar sonrisas” en la 6ª planta del hospital General de Albacete. Una entidad que lleva más de una década luchando incansablemente por la humanización hospitalaria, desde que su principal fundadora y actual secretaria María José Bonete encabezara este proyecto dirigido principalmente a los niños y niñas hospitalizados.
La infancia es una etapa llena de descubrimientos, sin embargo, en numerosas ocasiones, el niño puede atravesar situaciones en las que se da cuenta de que algo grave le está sucediendo. Estar hospitalizado es una de aquellas experiencias que puede resultar traumática para los niños, puesto que les separa de su ambiente familiar, amistades, juegos, etc.
En palabras de su presidente, Manuel Candel, cada día de intervención aportan su granito de arena ante este gran reto, acompañando y ayudando a los niños y niñas internos a transitar por su enfermedad, a compartir sus emociones, a encarar sus temores y afirmar su autoestima, sin olvidarse del papel tan importante que juegan los padres y familiares que les acompañan, así como todo el equipo sociosanitario.
Para el desarrollo de estas actividades, cuentan con un equipo de 45 voluntarios y voluntarias, personas que se esfuerzan en amenizar la estancia de los pacientes más pequeños y sus acompañantes fomentando la risa, la ilusión y la esperanza, convirtiéndoles en el centro de sus actividades mediante la globoflexia, la musicoterapia, los títeres, o el color y la alegría transmitida por los payasos: Colorín, Analítica, Topetita, o Duquito entre otros.
Y es que la risa cuesta poco o nada. Estudios científicos revelan que la risa no sólo cumple una función psicológica y anestésica frente al dolor, sino que además tiene un efecto inmunológico probado.
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