Belén Tomás Íñiguez, conocida en Almansa como Belén «la Peluquera» nace el 11 de abril de 1943 en plena posguerra, siendo la quinta hija y penúltima de una familia numerosa formada por dos hermanos y cuatro hermanas. Hija de Pepe, ferroviario; y Belén, vivió una infancia feliz junto con sus hermanos y hermanas.
Estudió en el colegio esclavas de María, pero desde muy joven, aunque le hubiera gustado seguir con su formación académica, empezó a trabajar desde los 13 años de edad, peinando por las casas a familiares y clientas para aportar a la economía familiar.
Desde pequeña tuvo claro que lo que le gustaba y su gran pasión era ser peluquera pero en su casa, la faena solía ser tareas de calzado, como en casi todas las casas del pueblo. Su padre acabó montándole una peluquería en el domicilio familiar en 1960, siendo aún menor de edad a sus tan solo 17 años. Es en ese mismo año es cuando conoce a quien posteriormente sería su marido Pascual Vizcaíno; dos años después en 1962 monta su primer salón de peluquería en la esquina de la calle Valencia con la calle Santa Lucía, desarrollando allí su actividad durante nueve años.
A la edad de 26 años en septiembre de 1969 contrae matrimonio con quien fue su marido Pascual Vizcaíno Cerdán y 10 meses después tiene a su primer hijo Pascual. Al año de nacer este en 1971 decide trasladar la peluquería a su domicilio conyugal. Durante esta década hace coincidir su actividad como peluquera con el nacimiento de sus tres hijas: Ana Belen en 1972, Yolanda en 1974 y Gema en 1979. De hecho, es cuando nace su cuarta hija Gema cuando decide dejar temporalmente el oficio de peluquera que tanto le había hecho disfrutar para dedicarse exclusivamente al cuidado y la educación de sus cuatro hijos.
El destino quiso que sus dos hijas menores sacaran los genes maternos y en el año 1992, con sus hijos ya criados, montaría en galerías Rambla, junto a su hija Yolanda, el salón de peluquería YOLEBEN al cual se uniría unos años después su hija pequeña Gema. Trabajó con ellas hasta la jubilación y aún hoy, de vez en cuando sus hijas llaman a la «mama» para que eche alguna mano con algún peinado, ya que esta peluquería sigue funcionando a día de hoy gestionada por ambas hermanas.
En abril de 2005 Belen pierde a su marido Pascual en un accidente, siendo este el peor momento de su vida un momento del cual le cuesta recuperarse años. En esa sanción de heridas emocionales tienen mucha responsabilidad sus ocho nietos, dos de cada uno de sus hijos, que le hacen revivir con fuerza y mantener ese carácter jovial y coqueto que siempre le ha perseguido hasta hoy apunto de hacer sus 80 años.
Una mujer ejemplar para toda la ciudad de Almansa que recibió su merecido homenaje durante el acto a 8 Mujeres locales de la asociación Mujeres en Igualdad.
