22/11/2024

El periódico digital de Almansa

Los celadores de Almansa piden que se les reconozca como personal sanitario: «No somos un colectivo de segunda»

El colectivo reivindica que no son «personal de bajo riesgo». Al contrario: se han visto muy expuestos a pacientes con COVID-19 y piden que se revise el estatuto que regula su profesión
Celadores se concentran en el Hospital de Almansa

Los celadores y celadoras han pasado desapercibidas, pero estaban en primera línea de hospitales y centros de salud durante los peores momentos de la crisis de la COVID-19. El protocolo de actuación publicado por el Ministerio de Sanidad el 8 de abril les dio la estocada, en pleno pico de la pandemia. En él les consideró «personal de bajo riesgo». Es decir: el Gobierno considera que el celador únicamente se limita a abrir y cerrar puertas, a desinfectar o a trasladar de objetos y pacientes sin tener contacto físico. A algunos de ellos, incluso, les fueron negados los equipos de protección individual (EPI) por este motivo.

«Eso no pasó en el Hospital de Almansa», señala Rafael López, celador de urgencia y portavoz de la concentración que tuvo lugar esta mañana a las puertas del centro hospitalario. «Pero sí tenemos conocimiento de que, en otros hospitales, a algunos celadores no les han dado equipos de protección. A una compañera de Andalucía no se lo dieron, se contagió y falleció porque, precisamente, era una persona de riesgo», asegura.

López insiste en que «las funciones que tenemos los celadores dentro de un hospital sí que implican un contacto estrecho y directo con el paciente, ya que le acompañamos por todo el hospital». En vista de que no se les reconoce como personal de riesgo ni como sanitarios, este colectivo se ha organizado por todo el país bajo el paraguas de la Plataforma Reconocimiento para el Celador Ya, que se creó el 6 de mayo de este año. Este movimiento reúne a casi cuatro mil trabajadores en todo el Estado español.

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«Ahora estamos más unidos que nunca para conseguir los avances que pedimos», celebra López. Hoy, de hecho, se han celebrado reivindicaciones en hospitales de toda España, incluida Almansa. En las puertas del hospital de la ciudad se ha reunido una veintena de celadores, cerca de la mitad del total de trabajadores de este rango. No solo para que las administraciones acepten la alta exposición a la COVID a la que se someten los celadores, sino también para que se les considere profesionales sanitarios y dejen de regirse por la Orden Ministerial del Personal No Sanitario de 1971. López considera que se trata de «un ordenamiento anticuado y obsoleto». Se suma por ello, a la petición de la creación de un Módulo de Formación Profesional que modifique y actualice ese estatuto.

Más de una decena de celadores se concentrados en el Hospital de Almansa
Más de una decena de celadores se concentraron en el Hospital de Almansa para luchar contra su «invisibilidad»  | Rafael López

¿Qué hace un celador?

Rafael López detalla las tareas que realiza, día a día, este tipo de profesional: «El celador es la primera persona que recibe al paciente. Es la persona que le acompaña a las salas, la que ayuda a movilizarle, la que está con él, la que le sujeta o tranquiliza cuando se pone nervioso. El celador proporciona ayuda y apoyo a los facultativos». Y continúa: «Casi siempre estamos en todo; cuando a un niño le dan puntos, cuando se hacen pruebas, rayos, TACS, cuando colocamos los instrumentos sobre la mesa de cirugías o acompañamos al paciente a quirófano, le colocamos en la camilla… Tenemos un contacto directo con el paciente y con el COVID. Nuestra labora es muy cercana».

Por eso, no les entra en la cabeza que haya lugares en los que se les hayan denegado los EPIs. «En el Hospital de Almansa no tenemos queja, se nos ha tratado como un colectivo más. Si había para uno, había para todos», asevera. Pero «en otros hospitales no ha sido así». La Plataforma Reconocimiento para el Celador Ya asegura que el el Hospital príncipe de Asturias, de Alcalá de Henares (Madrid), un 40% de los celadores está infectado. «En Almansa se ha contagiado algún que otro compañero, pero no tanto como en otros hospitales. Tenemos un ejemplo cercano: Albacete fue un caos. Contaban con unas instalaciones y material obsoletos. Allí equipamiento había poco y se fue un poco de las manos», cuenta.

«Seguiremos luchando por y para el paciente, como siempre hemos hecho, pero nos gustaría hacer ver a todo el gremio sanitario nuestra problemática y pedir su solidaridad y apoyo», reivindica López. «Somos una pieza más del equipo asistencial, pero no se nos valora como tal. El celador es como un colectivo de segunda. Estamos olvidados por todos y sin embargo estamos en todos los sitios. No somos médicos ni cirujanos, pero somos un eslabón más de la cadena y, si falla un eslabón, falla la cadena».

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