Entrevista a la escritora Ana Jesus Olaya (Almansa, 1967). Desde que era niña ya escribía sus primeros cuentos e historias. Al ser una voraz lectora, siempre consideró que las letras serían el camino que debía seguir. Siendo adolescente, recuerda con cariño, se lanzó a la poesía y desembocó toda su inspiración hacia la creación de versos. Ella misma reconoce entre risas y añoranza: «Es un género muy complicado y mis poesías eran muy malas, o sea que nunca creo que salgan a la luz». A pesar de todo, esa etapa le sirvió para agilizar la pluma y localizar con mayor acierto la palabra adecuada para cada instante. Sigrid de Thule, compañera del Capitán Trueno, moldeó de alguna manera su personalidad y le ayudó a comprender el valor de los personajes profundos y con volumen: «Era una mujer que lideraba, montaba a caballo, estaba empoderada, tenía su propio reino, era maravilloso poder inspirarme en su figura».
Con el tiempo y tras un parón necesario en su creación por el hecho de ser madre, continuó desarrollando esta enorme habilidad creativa y redactora. Fue cuando trabajaba en la escuela infantil La Estrella en 2005, cuando descubrió su verdadero propósito para con la literatura. «Eramos 3 compañeras: Raquel, yo y nuestra querida Conchi que ya no está con nosotros. Conchi fue la compañera que me animó a volver a escribir y lanzarnos al proyecto de «La Casa y la Luna», recuerda con cariño Ana y añade: «Han pasado 18 años, pero el libro por fin ha visto la luz con esa dedicatoria a nuestra querida Conchi, maestra de estrellas».
Hoy charlamos con la autora almanseña que es capaz de hacer brotar los sentimientos más profundos con las historias más sencillas. Ana Jesús Olaya, cuya capacidad creativa no tiene fin y que con sus libros está ayudando a forjar fortalezas de buenos valores en las pequeñas y no tan pequeñas personas que se animan a leer sus libros. Además, junto a esta conversación y el próximo martes 16 de enero, lanzamos por nuestras redes sociales un sorteo abierto para conseguir su último libro «La Casa y la Luna».
Preguntas de Víctor Gil. Hola Ana, encantados de tenerte por primera vez en nuestra redacción y estamos deseosos de conocerte un poco mejor. Pero antes de nada, cuéntanos un poco sobre tu último libro «La Casa y la Luna».
Respuestas de Ana Jesús Olaya: Esta historia se forjó durante el confinamiento.Unas semanas estuve encerrada en mi habitación y con toda esa situación de la pandemia quise escribir un libro para enseñarle a los niños y niñas que es lo verdaderamente importante en la vida. La historia de «La Casa y la Luna» narra como un millonario quiere comprar la casa de una solitaria abuela que vive con su gato. Ella no quiere venderla bajo ningún concepto a pesar de la oferta de mucho dinero. Se puede ver una lucha de poder al estilo de David contra Goliat, con una narración mágica y lírica en la que la Luna tendrá un papel decisivo. Tiene su pizca de misterio y magia para demostrar que hay cosas tan valiosas que no se pueden comprar con dinero.
Este es un libro más que se suma a tu colección personal como autora. Me pregunto ¿cuál es tu cadencia de publicación?
Suelo publicar un libro por año. Aunque hay cosas que no se publicarán nunca porque yo considero que solo lo bueno merece ser leído. Hay algunas obras que no pasan el filtro del tiempo para saber si es emocionante o no. Creo que un libro al año está bien, aunque lo que tengo claro es que nunca dejaré de escribir. Es más, la próxima obra ya está en proceso de ilustración.
¿A dónde van esos pensamientos que nunca se publican?
Ninguna de esas ideas están muertas. Para mi son semillas que pueden brotar en un futuro de múltiples maneras.
¿Cómo ves la situación de la lectura en la infancia y de la literatura infantil en general?
La literatura infantil vive una época de oro, al menos en España. Y esto es porque los libros para niños se siguen comprando en papel, hablamos de un sector que está lleno de sellos de calidad y que sobre todo: un buen libro infantil no tiene edad. Parafraseando a la gran Caroll Lewis: si un libro infantil solo gusta a los niños, no es un buen libro infantil. Creo que soy una autora que a través de la sencillez escribe libros para cualquier edad, he tenido lectoras de 100 años hasta de 2 y siempre con muy buenas sensaciones.
¿Las grades historias de la humanidad se escribieron para niños y niñas?
Todos los autores de aventuras como Julio Verne o Alejandro Dumas escribieron sus historias para adultos, pero terminaron cautivando al público joven, con esto quiero decir que las obras maestras gustan a todos los públicos.
Tu estás comprometida con muchas causas justas y se denota también en tu obra.
Ya tengo una cierta madurez y experiencia, de esta manera creo que los valores salen a la luz aunque no quieras y más cuando escribes desde el corazón.
Vamos a hacer una serie de preguntas rápidas pero profundas, ya que las personas escritoras, considero, siempre ofrecen respuestas muy interesantes. ¿Cómo ves la diferencia entre lo digital y el papel? ¿Con cuál te quedas?
Prefiero el papel aunque mis hijos sí tienen libro digital. A mi me encanta acudir a bibliotecas, el aroma a papel y tinta, leer un capítulo de aquí y otro por allá… Creo que estos espacios hacen un gran favor al lector, ayudan a abrir el camino en un mercado que ya está abarrotado de oferta.
¿Por qué triunfan tanto los libros de literatura infantil?
Porque tienes que ver el final con esperanza. Son historias emocionantes que siempre dejan un poso amable, sea cual sea el tema, incluso con la muerte. Si hablas con tacto puedes tocar cualquier tema. Con emociones y valores, los niños aprendes, sin necesidad de escribir historias como si fueran un manual. Los niños tienen que saber qué es lo bueno y lo malo, si mezclamos ideas nunca podrán reconocer situaciones negativas para ellos. En el mundo hay bondad y maldad, ambas cosas.
¿Vencerá el bien al mal?
Siempre [rápida y contundente respuesta]. Hay más humanidad y ayuda de la que pensamos.
¿Abrimos fronteras?
Me parece ilógico que estemos en descenso poblacional, que haya bajado la natalidad y que no dejemos pasar al país a personas que vienen huyendo de la guerra o la pobreza. La tierra es de todos. Para mi las banderas son trapos. Soy muy poco patriota en ese aspecto [ríe con ternura], yo me alegro de todos los avances de la humanidad sean de americanos, guineanos o franceses… La grandeza del ser humano es la superación y la cultura del esfuerzo.
¿Te imaginas un mundo en paz?
Por desgracia yo no lo voy a ver. Pero espero que mi descendencia sí lo vea. Siempre habrá valientes que construyen un mundo mejor. Es importante recordar que no solo somos nosotros en el mundo. Somos el último fruto de la evolución pero no el mejor, somos uno más. Por eso debemos tratarnos con respeto a nosotros, al mundo animal y al planeta.
¿Cuál crees que es el mayor avance de la humanidad?
En este último siglo se ha avanzado muchísimo, una barbaridad. La carrera espacial y la ingeniería que se diseñó para ella ha revertido muy positivamente en la tierra, por ejemplo. Por no hablar del avance de la mujer en España, que es espectacular también. De cómo vivía mi bisabuela a cómo vivo yo hay un mundo de diferencia.
¿Existe una crisis de valores?
La sociedad tiene muchos sectores y cada individuo es de diferente manera, hay personas muy concienciadas, con empatía y que colaboran. Creo que debemos vivir nuestra propia vida, pero también debemos intentar mejorar nuestro alrededor. Así generaríamos muchos círculos de bienestar para las personas. Creo que se ha confundido el amarse a uno mismo con un ego exacerbado en el que «siempre me pongo primero ante los demás». Mientras que yo creo que si «puedo avanzar un poco y tú también puedes hacerlo conmigo» es lo verdaderamente bueno. Ese egoísmo creo que es lo más duro de esta crisis de valores.
¿Qué consejo le darías a una persona que quiere empezar a escribir?
Leer, leer y no parar de leer. Por otra parte hay muchas clases y escuelas de escritura creativa donde profesionales te darán los pasos a seguir, te guiarán y sus consejos darán forma a tu historia y personajes. En mi caso, solo tengo palabras de agradecimiento a la escuela de escritura creativa de Rocío de Juan, la cual recomiendo encarecidamente, ahí conocí a grandes escritores y buenos amigos,
¿Qué libro te hubiera gustado escribir?
El Principito. Una obra para cualquier edad desde los 9 años. Tiene múltiples lecturas, capas y símbolos. Tiene frases memorables, una belleza de libro.
¿Cual es tu momento más feliz con la escritura?
Cuando me han regalado compañía. Fueran ilustradores u otros compañeros. La respuesta de los lectores es preciosa, los niños y niñas cuando me comentan con sinceridad su opinión, cuando he podido inspirarles. Una vez un niño me dijo: «cuando sea mayor y escriba un libro, te lo dedicaré a ti». [Lo dice con emoción y “pelos de punta”].
Por supuesto, no puedo responder a esta pregunta recordar a todas las personas (muchas) que apoyan mis libros y los compran. Debo hacer una mención especial a Belén Navarro, quien siempre me compra dos ejemplares de cada libro para regalarle uno a cada una de sus hijas para tenerlo como algo valioso. Ese gesto, es de los que más felicidad me da siempre. Por eso, si estás pensando en escribir y publicar, lánzate, te esperan mil experiencias preciosas.