«Quien te quiera, que te quiera bien.», por Cristina Narro Rubio.
Quien te quiera, que te quiera bien, que no intente silenciar tu linaje ni tu apellido, que no intente avergonzarte ni avergonzarlo, que no te haga sentir extraña ni extraño de tus gustos ni ofendida ni ofendido por tus inexplicables empatías, que se convierta por un breve tiempo en tu familia cuando estés también con tu familia, que sepa abrazar, reir, beber algo para acompañar el más que justificado motivo cuando lo haya para reunirse o mientras tanto se escuche el jolgorio de la fiesta aunque no le guste brindar sonrisas a los que no compartan su sangre ni sean de su estirpe.
Mi madre me enseñó a comer en la mesa con las manos ligeramente apoyadas en el borde y los codos afuera de la misma; empezar a comer cuando se sentara el último, a no despreciar la comida aunque no fuera de mi gusto, a hacer piña en otra cepa aunque no fuera la mía, a respetar, valorar pero cuando formara mi propia prole, cada un@ en su casa y Dios en la de todos.
Copias de llaves solo a mis hijos (solo tengo y tuve uno) y al que fuera mi marido y el que entrase por mi puerta que tocara primero, por lo menos una vez al timbre. Disponibilidad, la sensata, abrigo para los primos de él o de ella, navidades consensuadas incluso repartidas sin tener que visitar ambas parentelas como si fuéramos unos viudos.
Intimidad e independencia también, mucha; y siempre, siempre respeto aunque se puedan aceptar las críticas constructivas en un momento dado o bien cedido para construir un buen consejo o levantar a la pareja y no para derrotar al que dices que quieres como si fuera tu enemigo.
Quien te quiera, que te quiera bien y no sólo coja de tí, lo que le favorece o le interesa.
¡Cuánto os echaba de menos, Familia! (Hay batallas que solo las puedes liberar contigo mismo).
Almansaf 🌙 mi querida Almansa ✝️
